Netanyahu rechaza poner fin a la guerra en Gaza mientras se negocia una tregua con la presión de las protestas
- Hamás dice que no aceptará un acuerdo sin que se acabe la guerra, mientras que Israel no cesa en su objetivo de invadir Ráfah
- Decenas de miles de personas se han manifestado en Israel para pedir la vuelta de los rehenes y elecciones anticipadas
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha rechazado poner fin a la guerra en Gaza como había condicionado el grupo palestino Hamás para llegar a un acuerdo que liberase a los rehenes israelíes en el enclave palestino. De esta forma, el mandatario aleja la posibilidad de una tregua, que se trataba de cerrar este domingo en El Cairo, Egipto, pese a que las protestas tanto en Israel como en Estados Unidos no dejan de aumentar la tensión.
"No estamos dispuestos a aceptar una situación en la que los batallones de Hamás salen de sus refugios, vuelven a tomar el control de Gaza, reconstruyen su infraestructura militar y vuelven a amenazar a los ciudadanos de Israel en las comunidades adyacentes", ha dicho Netanyahu en un mensaje, que no renuncia a su objetivo de atacar Ráfah, al sur de la Franja como pedía Hamás.
Tras ello, el jefe del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, ha dicho que el grupo sigue interesado en alcanzar un acuerdo, pero que el fin de la guerra es una línea roja. "¿Para qué sirve (llegar a) un acuerdo si un alto el fuego no es su primera consecuencia?, se ha preguntado el líder, que asegura que "la prioridad del movimiento es detener la agresión" contra el pueblo palestino. Pese a ello, Hamás ha dado por finalizada la ronda de negociaciones celebrada en El Cairo y su delegación ha puesto rumbo a Doha para iniciar consultas internas. Los medios egipcios apuntan a que podrían regresar el próximo martes para seguir con las conversaciones.
Al margen de las conversaciones, la ofensiva israelí ha continuado durante la jornada. El Ejército ha asegurado haber matado a un comandante de la Yihad Islámica que participó en los ataques del 7 de octubre, en un bombardeo en el sur de la Franja de Gaza. Asimismo, al menos cuatro civiles han muerto en un nuevo bombardeo israelí contra una localidad fronteriza del sur del Líbano, en medio de las hostilidades entre el Estado judío y el grupo chií Hizbulá, ha informado la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN). Hamás, por su parte, ha asumido la autoría de un ataque en el paso de Kerem Shalom dirigido, según su versión, a una base israelí, por el cual Israel ha cerrado el paso de los camiones con ayuda humanitaria.
Horas antes, en Israel, decenas de miles de personas se han manifestado en diferentes ciudades, entre ellas Tel Aviv, para reclamar la liberación de rehenes y la celebración de elecciones anticipadas. Mientras, en Estados Unidos, los antidisturbios han desmantelado por la fuerza un campamento propalestino en la Universidad de Virginia y ha detenido a varias personas, en una nueva movilización estudiantil como las que se llevan produciendo tanto en el país, como en Francia, Canadá, México y Australia, en las últimos días para pedir el fin de la guerra.
Hamás condiciona el acuerdo con el fin de la guerra
La primera propuesta de acuerdo entre Hamás e Israel incluía tres partes, según han indicado fuentes cercanas a las conversaciones consultadas por EFE este fin de semana. En primer lugar, 40 días de tregua en la que se liberarían 33 rehenes del total de unos 128 rehenes israelíes retenidos por Hamás desde el 7 de octubre, mientras que el Ejército israelí se retiraría de las zonas en las que esté presente en la Franja de Gaza.
La segunda continuaría por otro periodo de 42 días durante el cual se liberarían todos los rehenes restantes y se extendería un proceso de "calma permanente en Gaza"; y la última fase incluiría intercambiar los cadáveres y duraría también 42 días.
Aunque, las conversaciones para un acuerdo - mediadas por Egipto, Catar y Estados Unidos y desarrolladas en El Cairo - parecían avanzar, las últimas informaciones, ya apuntaban a un importante escollo. Antes de las palabras de Netanyahu, Hamás decía que la propuesta de acuerdo era mejor que en las rondas anteriores, asegura el medio Al Jazeera citando a un alto funcionario de la milicia, pero criticaba al Gobierno israelí por su "insistencia" en invadir Ráfah, donde se hacinan más de 1,4 millones de desplazados.
En este sentido, decía que no aceptaría ningún acuerdo de intercambio de rehenes y presos si el pacto no incluía poner fin a la guerra - según informaba a EFE una fuente del movimiento palestino cercana a las conversaciones. Además, abogaba por "un compromiso estadounidense por escrito para el fin incondicional de los combates" y solicita que Israel no impida regresar a Cisjordania ocupada a los palestinos liberados a cambio de los rehenes israelíes, según fuentes palestinas a EFE.
El día anterior el Comité Ministerial Árabe, formado por Palestina, Egipto, Jordania, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Baréin, también presentó un documento de 14 puntos al secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, para el día después de la guerra en la Franja de Gaza.
Manifestantes piden elecciones anticipadas en Israel
La reacción de Netanyahu se produce en medio del aumento de la presión en las calles como ha mostrado una multitudinaria manifestación en diferentes ciudades de Israel, organizada por el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas, que le pide que tome la decisión "correcta y valiente" y traiga a los secuestrados a casa. Algunos participantes también han apostado por el adelanto de las elecciones para seguir un nuevo rumbo en la guerra. "Su papel histórico los obliga a aprobar el acuerdo (de tregua) que está actualmente sobre la mesa. Cumplir con sus responsabilidades como líderes", ha demandado esta organización, a un día de la Conmemoración del Holocausto.
En Jerusalén, medio centenar de manifestantes ha sido enclaustrado a la fuerza por la policía en la plaza Tsarfat, después de marchar por la céntrica avenida de King George, donde ralentizaron el escaso tráfico de la noche del sábado. "Queremos un acuerdo, una solución política. Esta guerra no nos está llevando a ninguna parte", ha indicado a EFE, Ilana, una de las participantes en la protesta.
Entre otros temas, el gabinete de Netanyahu también ha votado este domingo a favor del cierre de AL Jazeera, televisión catarí con un amplio despliegue de periodistas en la Franja de Gaza, después de que el Parlamento israelí aprobara una ley en abril para el cierre de medios extranjeros que "dañaran la seguridad del Estado".
Las protestas también se han sucedido en universidades de Estados Unidos, que han celebran este fin de semana sus ceremonias de graduación en medio de la tensión. Además, de los disturbios en la Universidad de Virginia, en la de Michigan, las movilizaciones han llegado hasta el museo del centro, donde la policía utilizó bicicletas como escudos de contención para impedir el avance de los participantes.
Hasta el momento, en una Gaza devastada con más del 70% de las viviendas arrasadas, 34.683 gazatíes han muerto, en su mayoría mujeres y niños, y 78.018 han resultado heridos, según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, dependiente de Hamás. En el ataque del 7 de octubre, por el cual Israel declaró la guerra a Hamás, murieron 1.700 personas en territorio israelí.