Homologaciones postergadas: la incertidumbre profesional de los migrantes en España
- Uno de cada dos trabajadores inmigrantes en España está sobrecualificado para su ejercicio laboral
- La entrada en vigor del Real Decreto 889/2022 ha multiplicado las solicitudes de homologación y equivalencia en España
Mientras toma el primer café del día abre su correo. Accede al formulario con pocos gestos que su mano tiene aprendidos de memoria. Al tocar las casillas los datos se cargan automáticamente: NIE y fecha de nacimiento. Números. Un segundo después, recibe la respuesta automática. Es siempre el mismo mensaje: ‘Su solicitud ha sido registrada en nuestra base de datos. Se va a proceder a estudiar los documentos remitidos’.
Es muy temprano para buenas noticias. El día anterior, a las ocho de la tarde, estaba igual y la semana anterior y el mes pasado. Y así, desde hace 40 meses. Más de 74 000 personas esperan la homologación o equivalencia de su título universitario en España, según el último informe facilitado por el Ministerio de Universidades al Defensor del Pueblo.
Naymar, médico venezolana: "No pude contener las lágrimas"
No ha pasado un mes desde que Naymar García recibió su homologación: “Ese día yo iba en el metro. Entré a revisar la plataforma, como hacía todos los días, y ponía ‘Finalizado’”. Recuerda que no pudo contener las lágrimas. “Era tanta la frustración que no podía ni celebrarlo”, lamenta.
Había salido de Venezuela en 2019 por la situación política de su país. Desde Ecuador, su primera escala migratoria, solicitó la homologación de su título de Medicina a través de la embajada. Pasaron un par de años hasta que abrieron el expediente y ya entonces necesitaba demostrar la continuidad laboral, un documento que no le habían solicitado al iniciar el trámite.
“Más del 36% de los trabajadores están sobrecualificados para el puesto que ejercen“
En septiembre de 2022 llegó a Madrid, pero al tener una profesión regulada, no podía ejercer. Aplicaba a todas las ofertas de empleo que veía porque necesitaba mantener a su hija, pero solo encontraba negativas. Por recomendación de una amiga consiguió un trabajo en una guardería, pero en la actualidad, con su título homologado, ejerce su profesión haciendo reconocimientos médicos en una clínica privada y los fines de semana, en una residencia de ancianos.
Una investigación de Lighthouse Reports a partir de la mayor encuesta laboral de Europa revela que España, en la actualidad, es uno de los países de Europa que más desaprovecha el talento extranjero. Este estudio, afirma que más del 36% de los trabajadores están sobrecualificados para el puesto que ejercen, dato que aumenta hasta el 54% en el caso de los inmigrantes.
Lara, radiofísica portuguesa: "Mi expediente se ha quedado abandonado"
Lara Nadine había cursado la mayor parte de sus estudios en Física en la Universidad de las Islas Baleares y decidió terminar su formación en Portugal, donde pudo especializarse en Radiofísica Hospitalaria. Siempre quiso ejercer en España, así que presentó la solicitud de equivalencia en 2021.
En septiembre de 2022, cuando llegó el momento de inscribirse en el examen para Radiofísica Interna Residente (RFIR) –un equivalente del MIR para esta especialidad-, no tenía la resolución del Ministerio de Universidades, un requisito indispensable para los títulos extranjeros. Los ahorros empezaron a menguar y una brecha de inactividad se abría en su currículum.
En reiteradas llamadas al Ministerio, asegura, le sugirieron que volviera a presentarlo al amparo del nuevo Real Decreto 889/2022 que, para ese momento, se estaba tramitando con prioridad. Le prometieron que su expediente se tramitaría en menos de seis meses.
Siguiendo la recomendación, en marzo de 2023 desistió el expediente original y comenzó un nuevo trámite, conforme a la legislación vigente. “Volver a comenzar. Me daba la sensación de estar saltando al vacío”, recuerda. Antes de terminar el año, le requirieron para subsanar algunas deficiencias en su documentación, lo cual hizo en poco tiempo. Sin embargo, el Ministerio había vuelto a cambiar de estrategia, priorizando los expedientes del antiguo RD y Lara sigue esperando una resolución que no llega. "Mi expediente se ha quedado abandonado", lamenta.
Otra vez está llegando septiembre y no tiene ninguna certeza. Ha vivido etapas de mucha ansiedad, relata a RTVE.es, y se plantea regresar a Portugal. “Allí, por lo menos, puedo trabajar y vivir con mi familia, aunque sería volver con el rabo entre las piernas”, concluye.
Katherine, doctora cubana: “Hay que vivir de algo”
Como ciudadana de la Unión Europea, Lara Nadine tiene la ventaja de no necesitar un permiso de trabajo para vivir en España, pero los nacionales de países extracomunitarios atraviesan procesos migratorios más complejos. Algunos llegaron a España huyendo de guerras o de crisis sociales; hay quienes están en situación irregular o no han dejado nada en su país de origen y solo pueden seguir adelante.
“Yo he conocido a cirujanos que trabajan en la agricultura, destruyéndose las manos”, relata Katherine Piñera, doctora cubana, en espera de su homologación. Ella misma ha trabajado como empleada doméstica y cuidadora: “Hay que vivir de algo”, asegura.
Katherine acababa de regresar a Cuba para esperar el resultado. Su convocatoria del MIR era la de 2024. A sus 54 años, ya no está dispuesta a volverlo a intentar. Pagó más de 1 000 euros, entre inscripción y cuotas mensuales para el examen, pero no tuvo a tiempo la resolución de su expediente. Fue entonces cuando decidió unirse a Homologación Justa Ya, movimiento voluntario que había comenzado Rami Ahmadi, una pediatra iraní graduada en Estados Unidos que acaba de recibir su homologación después de cuatro años de espera.
El grupo del movimiento en la aplicación de mensajería Telegram, con más de 5 000 miembros, sirve de acompañamiento emocional. “Antes estábamos perdidos, pero ahora podemos conocer otros casos y tener una referencia de los expedientes que van saliendo”, afirma Piñera. También es la principal vía para coordinar las manifestaciones que cada vez reúnen a más personas por todo el país. Todas sus actividades son autogestionadas, con la particularidad de que muchos miembros del movimiento no trabajan o tienen empleos precarios por no poder ejercer su profesión.
El creciente movimiento ha mantenido varias reuniones con funcionarios del Ministerio y representantes políticos de todos los partidos sin recibir, asegura Katherine, una explicación detallada de qué se va a hacer para superar el atasco. “Si entran más expedientes cada año y las condiciones de procesamiento siguen siendo las mismas, es de esperar que colapse”, explica.
Desde la entrada en vigor del nuevo Real Decreto 889/2022 se han registrado 38.862 nuevas solicitudes de homologación y equivalencia. Algunas se corresponden con las solicitudes duplicadas de quienes desistieron del trámite inicial, pero solo se conocerá la cifra exacta a medida que se vayan procesando los expedientes.
Tras confiar en la promesa del nuevo RD, de esperar la contratación de nuevos funcionarios, o la entrada en vigor de un nuevo plan de choque que favorecería a los ciudadanos españoles y residentes, su próxima alternativa parece ser la posibilidad de tramitar el expediente en el País Vasco, la única comunidad autónoma que ha conseguido la autorización del gobierno para tramitar las solicitudes de sus residentes.
Una solución a largo plazo
Las solicitudes de homologación de títulos que conducen al ejercicio de profesiones reguladas en España -como Medicina, Magisterio o Arquitectura-, superan con creces la cifra de equivalencias. Sin embargo, el número de resoluciones es similar en ambos casos, con el consiguiente efecto acumulativo. Medicina es la titulación para la que más se solicita este trámite, según un informe publicado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Solo en 2022 se registraron 4471 nuevas solicitudes, aunque estas cifras apenas incluyen los datos referidos al nuevo RD, que entró en vigor el 8 de noviembre de 2022.
En reiteradas ocasiones, el Ministerio ha expresado la voluntad de priorizar los expedientes de la rama de Ciencias Médicas para contribuir a la atracción de talento internacional y aportar una solución al déficit de personal que enfrenta el sistema de salud en España.
*Claudia G. Catalán es alumna del Máster Periodismo 360° Universidad de Sevilla. Esther G. Pérez, redactora jefa de Sociedad, ha supervisado la elaboración de este texto.