La UE alerta de una epidemia de tosferina en Europa y reclama más vacunación

• En los últimos 16 meses se han detectado 60.000 casos en la Unión Europea, Noruega, Islandia y Liechtenstein
• La existencia de individuos sin vacunar y la menor inmunización natural podrían explicar este aumento

El Centro Europeo de Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC) ha recordado que la vacuna en el segundo o el tercer trimestre del embarazo es un medio muy efectivo para prevenir la enfermedad en neonatos. GETTY

Los casos de tosferina en la Unión Europea continúan aumentando, según los datos de 2023 y el primer trimestre de 2024. Así lo ha confirmado el Centro Europeo de Prevención y Control de las Enfermedades (ECDC), que ha cifrado el número de casos en 60.000 dentro de la Unión Europea, Noruega, Islandia y Liechtenstein. Una cifra diez veces mayor a la del 2012 o 2022, según ha advertido este miércoles el organismo.

También hubo 11 muertes en lactantes y ocho entre adultos. En España, cuatro personas, entre ellas dos bebés prematuros, han fallecido en lo que llevamos de año a causa de esta enfermedad.

El organismo con sede en Copenhague (Dinamarca) ha recordado que la enfermedad causa epidemias, incluso en los países con una alta tasa de vacunación en fases (que se realiza de los tres a cinco años), y que el grupo de mayor riesgo son los bebés de menos de seis meses no inmunizados o parcialmente, que pueden requerir hospitalización o incluso morir a causa de esta bacteria.

"El incremento del número de casos de tosferina en Europa demuestra que debemos mantenernos vigilantes. Es una enfermedad seria, en particular para los bebés", ha declarado la comisaria europea de Sanidad, Stella Kyriakides.

Kyriakides también ha querido tranquilizar a la población asegurando que "disponemos de vacunas seguras y efectivas que pueden prevenirla". En este sentido, ha querido recalcar que la vacunación continúa siendo la herramienta clave para ayudar a salvar vidas y evitar que la enfermedad se extienda aún más.

La tosferina se trata de una infección bacteriana de los pulmones y las vías respiratorias y es endémica en Europa, que puede llegar a ser muy peligrosa para los recién nacidos o personas mayores.

Esta bacteria se adhiere a los cilios (pequeñas extensiones parecidas a vellos) que recubren parte del aparato respiratorio superior, liberando toxinas que provocan la inflamación de las vía respiratorias. Los síntomas de esta enfermedad infecciosa comienzan a presentarse de 7 a 10 días tras la exposición a la bacteria. En sus etapas iniciales son leves y pueden confundirse con un resfriado común: congestión nasal, fiebre moderada, producción excesiva de mocos y flemas, entre otros.

Reforzar los programas de vacunación

El ECDC ha instado a las autoridades sanitarias a reforzar los programas de vacunación para lograr una cobertura adecuada de la población infantil. Para ello, el organismo ha pautado que es necesario completar a tiempo la inmunización primaria y suministrar también las dosis de refuerzo conforme a los calendarios de vacunación nacionales.

En esta misma línea, han recordado que las vacuna en el segundo o el tercer trimestre del embarazo, es un medio muy efectivo para prevenir la enfermedad en neonatos que todavía no han recibido la inmunización y que por ello se encuentran en situación de riesgo.

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El comunicado ha explicado que el gran número de casos en estos momentos está relacionado con varios factores, que se suman a las epidemias que se producen de forma regular.

Entre ellos ha citado la existencia de individuos sin vacunar o que no están completamente inmunizados, y la menor inmunización natural entre la población debido al efecto de la pandemia de coronavirus.

Los expertos sugieren que las cinco dosis de recuerdo entre los dos meses y los 6 años para evitar la infección continúan sin ser suficiente, por lo que consideran necesario añadir una más, entre los 12 y 14 años. Estos últimos representan un 36% de todos los casos de 2023 en España. 

La tosferina en España

En nuestro país, cuatro personas, entre ellas dos bebés prematuros, además de dos personas mayores con patologías previas, han fallecido en lo que llevamos de año. Desde el comienzo de la ola epidémica, a mediados de octubre, la tosferina ha dejado 11.175 casos. 

Los nuevos datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave) sitúan la incidencia en 81,2 casos por 100.000 habitantes en este periodo, frente a los 5,78 que se contabilizó en el 2023.

La tosferina suele presentar un patrón estacional de predominio en meses cálidos, con ondas epidémicas cada 3 a 5 años, pero en la actual se ha roto ese comportamiento, de modo el repunte de casos empezó en otoño (octubre de 2023) y se ha incrementado ostensiblemente durante el invierno, especialmente a partir de enero de 2024. Por este motivo, los datos no se pueden comparar de un año a otro. 

En general, los casos son leves, y solo el 3,8 % ha acabado en el hospital. La mayoría se dan en edad pediátrica, con un 68,7 % en menores de 15 años; el grupo con más incidencia es el de 10 a 14 años, con el 38,7 % del total, seguido del de 5 a 9 años (18,2 %). 

Por otro lado, la vacunación redujo hasta un 36% las hospitalizaciones de los bebés menores de 3 meses, así como también la duración del ingreso, que bajó dos días hasta quedarse en los 4,5.