'Escuelas de segunda oportunidad', una iniciativa social que ayuda a los jóvenes que han abandonado los estudios

• Estas escuelas han ayudado a 8000 alumnos a volver a estudiar o conseguir trabajo
• España tiene 48 escuelas certificadas en diez comunidades autónomas

Escuelas de segundas oportunidades: una vía para retomar los estudios o aprender oficios

Las Escuelas de segunda oportunidad es una iniciativa social formada por entidades sin ánimo de lucro y que tienen cursos para formar a jóvenes, que han salido del sistema educativo, para ayudarles a conseguir trabajo o para volver a estudiar. Cada año ayudan a sacarse la ESO o aprender un oficio a 8 000 alumnos, entre 15 y 29 años, que abandonaron los estudios. En nuestro país existen 48 escuelas de este tipo y seis de cada diez se ha incorporado al mercado laboral o a una formación profesional.

Es el caso de Jorge, él cuando iba al instituto nunca terminaba de sentirse cómodo, su día a día era suspenso tras suspenso. Y sin titulación básica llegó al Centro Norte Joven Fuencarral de segunda oportunidad y hoy su realidad es muy distinta. “Mis planes de futuro serían terminar el grado de carpintería, el año que viene tengo pensado hacer un grado de fontanería y luego sería hacer un grado medio”, explica a TVE Jorge.

Por otro lado, Rahma, tenía el título de la ESO en Gambia, pero en España ha tenido que empezar de cero. Por lo que en esta escuela estudia y aprende cocina a la vez, así como, le enseñan a hacer entrevistas de trabajo o a perfeccionar el idioma. “Llevaba dos años en España y no estaba haciendo nada en mi casa", confiesa la joven. Además, añade que ha cambiado mucho "porque ha aumentado mi confianza en mí misma”.

¿Cuál es el sistema de estas escuelas?

El 60% de los estudiantes que terminan en este centro consiguen un trabajo o estudian de nuevo. Las clases se adaptan al nivel de cada uno, al tiempo del que dispongan o a la urgencia de trabajar que tengan. “Los itinerarios van a ser personalizados e individualizados, atendiendo las necesidades particulares de cada persona y a su situación de partida”, expone la Directora Pedagógica de la escuela, María Martínez. A su vez, reconoce que se emociona al recordar los momentos en los que los alumnos "te lo agradecen y te dicen: he sacado lo mejor de mí mismo, es verdad que era capaz, me lo decíais, pero no lo pensaba".

En este colegio no solo se aprende un oficio, también se practica la inteligencia emocional o se dan clases sobre cómo buscar un empleo. En esta iniciativa tienen un enfoque más práctico que atrae a estudiantes que huían de la formación reglada tradicional.

Hoy en día, cada vez más alumnos pierden la confianza en el sistema educativo tradicional. De hecho, más de la mitad de estos estudiantes, dicen, que se sintieron abandonados por parte de sus profesores y que tras pasar por una escuela de segunda oportunidad su futuro vuelve a estar en sus manos.

Escuela de segunda oportunidad

"El abandono escolar temprano no depende del esfuerzo personal"

Este viernes se ha celebrado el VIII Encuentro Nacional de Escuelas de Segunda Oportunidad en Madrid, al que ha acudido la secretaria general de Formación Profesional, Clara Sanz. En él, la secretaria ha agradecido el trabajo de las escuelas de segundas oportunidades de nuestro país, ya que hay 48 centros acreditados en diez comunidades autónomas. “Estáis haciendo futuro, gracias. Vamos a conseguir que las Escuelas de Segunda Oportunidad lleguen a todos los que tienen que llegar”, ha manifestado.

Asimismo, ha asegurado que "el abandono escolar temprano no depende del esfuerzo personal, es un fracaso del sistema", por no dar las herramientas necesarias a los adolescentes y jóvenes. Estas escuelas, ha añadido, son un modelo a seguir al tener un currículo adaptado y una metodología personalizad para impulsar el talento de los jóvenes.

Siguiendo esta línea, Sanz ha querido recordar que gracias a la aprobación de la Ley de Ordenación e Integración de la Formación Profesional en 2022, estas escuelas están incluidas dentro del sistema de Formación Profesional. "No se trata de tener un sistema encorsetado. Los sistemas deben estar al servicio de las personas", ha recalcado.