Muere el ternero de dos cabezas a los dos días de nacer en una explotación de Zamora
- El ejemplar logró levantarse y ser amamantado por su madre, pero poco después se desplomó
- El dueño de la explotación ha mostrado su predisposición a donar el becerro a la ciencia
Dos cabezas, cada una con sus dos ojos, su nariz, su boca y su lengua. Con esta extraña malformación, un ternero nació el pasado martes 7 de mayo en Piñuel, en Zamora. El animal no ha sobrevivido más de 48 horas, según ha informado a EFE el ganadero propietario de la explotación, Miguel Fuentes Garrote. El becerro, que nació de manera natural, llegó a levantarse y ser amamantado por su madre. Poco después del acontecimiento, se desplomó y ya no volvió a ponerse de pie.
“El ganadero logró separarlo de la madre y comenzó a alimentarlo con biberones“
La mañana siguiente a su nacimiento, el ganadero logró separarlo de su madre y comenzó a alimentarlo a base de biberones en una zona cerrada de la explotación. Desde el jueves, la cría bicéfala comenzó con síntomas de debilidad. La situación empeoró y fue este viernes cuando Miguel Fuentes ha constatado que había muerto.
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Este caso de policefalia se produjo en una ganadería de vacuna de carne en extensivo de Piñuel, una pedanía de 63 habitantes perteneciente a la comarca de Sayago, al suroeste de la provincia de Zamora.
“En los casi 48 años que llevo de ganadero jamás vi nada así. Algún becerro sin culo sí, pero como esto nada” ha relatado el vaquero de 64 años. Este alumbramiento se convirtió en todo un acontecimiento en la zona.
La vaca que ha tenido al ternero ha sido una de las cien hembras reproductoras de la explotación zamorana. La hembra ha tenido unos quince partos y siempre ha criado a todas sus becerros y “no se ha muerto ninguno”, ha explicado Fuentes Garrote. “El ternero estaba ya de pie y vi que había mamado”, pero al rato se cayó y ya no se volvió a levantar.
Dos biberones: uno para cada boca
Desde que pudo rescatar al ternero, Miguel Fuentes ha podido alimentarlo a base de biberones, a veces hasta dos a la vez, uno para cada boca. Inicialmente, todo ha ido bien hasta que el jueves a la tarde mostró signos de debilidad. “Al principio tragaba bastante bien. Ahora lo que chupa por la boca lo echa por la otra”, ha explicado el ganadero. Este atípico ternero procede de una vaca de un cruce de raza Blonda con Limusina preñada de monta natural de un toro Limusín, detalla Fuentes.
“Seguramente se la llevará el camión que retira los cadáveres de las explotaciones, como hace con cualquier otra res muerta”. Sin embargo, Fuentes Garrote ha mostrado su predisposición a donar el ejemplar a la ciencia antes de que se lo lleve el transporte. “Imagino que es un caso digno de estudiar, con esos dos cerebros y cómo se compagina”, apunta.