Tereixa Navaza, exportavoz de la familia de Asunta: "No tuvo vacaciones nunca, la sometieron a una presión tremenda"

• Asunta Basterra, de 12 años, fue asesinada por sus padres en septiembre de 2013
• La periodista habla por primera vez de su experiencia en el pódcast Crímenes del siglo XXI de RNE
• Claves del caso: un crimen rodeado de incógnitas

Los padres de Asunta Basterra, Rosario Porto y Alfonso Basterra, en una imagen tomada en 2015 EFE/Lavandeira jr

El 22 de septiembre de 2013, Asunta Basterra, una niña de 12 años, fue hallada muerta en una pista forestal de Teo, A Coruña. Sus padres fueron condenados a 18 años de prisión por su asesinato, pero el móvil del crimen continúa sin conocerse. Diez años después, la que fuera portavoz de la familia, la periodista Tereixa Navaza, habla por primera vez de su experiencia en el caso en una entrevista al pódcast Crímenes del siglo XXI de RNE.

Navaza "no conocía prácticamente" a la familia antes del asesinato de la menor, aunque había coincidido en varias ocasiones tanto con la niña como con sus padres "en algún concierto" y en la casa de unos amigos en común. Reconoce entonces que el contacto era reciente, pero dice que tuvo la oportunidad de observar ciertos detalles en los ratos compartidos con Asunta.

La pequeña "no paraba de trabajar". Clases de piano, de inglés, de chino... "Charo y Alfonso nunca permitieron a esa niña ir a un campamento ni veranear con alguna amiga, nada de nada (...) Nunca tuvo vacaciones, la sometieron a una presión tremenda", cuenta.

En una de las ocasiones en las que Navaza coincidió con la familia, la madre de Asunta, Rosario Porto, celebró que la menor había comenzado a estudiar alemán y disfrutaba en las clases. "No mientas, mamá. Te interesa a ti", dice la periodista, que respondió entonces la niña.

Asunta había ingerido al menos 27 pastillas de Orfidal de un miligramo el día de su muerte, pero, según el sumario del caso, sus padres la intoxicaron hasta en cuatro ocasiones antes del crimen. Una década después, el padre de la niña, Alfonso Basterra, sigue encarcelado en la cárcel de Teixeiro, mientras que Porto ya no vive, murió por suicidio en 2020 en la cárcel de Brieva (Ávila).

"Creo que la niña percibía cosas y los padres se asustaron"

Navaza recuerda que Asunta fue la primera niña nacida en China adoptada en Compostela, una pequeña muy deseada por sus abuelos maternos, que ansiaban tener una nieta, pero no tanto por los propios padres, dice la periodista. "Los abuelos querían una nieta y creo que presionaron", su adopción "no fue porque el matrimonio de Charo y Alfonso quisiera tener un hijo", opina.

Los abuelos maternos de Asunta murieron de forma repentina con solo siete meses de diferencia, un año antes del asesinato de la niña. Asunta, de naturaleza "alegre" y "feliz", "cambió un poco su actitud" tras la pérdida de sus abuelos, con quienes compartía numerosos momentos: "Creo que se dio cuenta de que sus padres no la querían".

La periodista, además, opina que "la niña percibía cosas" respecto a la muerte inesperada de los abuelos y que los padres se asustaron de que empezase "a cantar".

Navaza trató incluso de ir a la cárcel para hablar con Porto e intentar obtener alguna información sobre el porqué del crimen, pero ella nunca llegó a permitir su visita. En cualquier caso, insiste en que el móvil del asesinato "no es fundamental". "Lo que cuentan son los hechos, han matado a una persona, han matado a su hija".