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Cataluña afronta sus elecciones más inciertas pendiente de los pactos y con la mayoría independentista en peligro

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Elecciones Cataluña 2024
Papeletas para las elecciones catalanas del 12M Lorena Sopêna / Europa Press

Los catalanes acuden este domingo a votar en unas elecciones tan inciertas como decisivas y con la sensación de que al cierre del escrutinio se habrá resuelto una parte, no menor- con el resultado en votos y su traducción en escaños- pero quedará otra de gran alcance y con múltiples derivadas, que no es otra que la negociación de los pactos para gobernar. Todo ello en medio de un abigarrado escenario de vetos entre partidos con muy pocas manos tendidas y con una mayoría independentista que, por primera vez desde hace más de una década, está verdaderamente en peligro. 

No es novedad en Cataluña que una cosa sea ganar y otra bien distinta, gobernar. Los datos hablan solos: en 2017 ganó Ciudadanos con Inés Arrimadas y el president fue Quim Torra (Junts); y en 2021, en la última cita con las urnas, el vencedor fue Salvador Illa (PSC) y fue investido Pere Aragonès, de ERC. 

Desde 2012 la mayoría absoluta independentista ha ido bloqueando cualquier otra opción de gobierno en la Generalitat, pero en esta cita con las urnas algunas cosas han cambiado y a ese bloque soberanista- que se presenta menos unido que nunca y con una fractura entre ERC y Junts indisimulada- puede no darle los números, según arrojan los sondeos electorales

Cataluña es tierra de legislaturas inacabadas. Desde hace más de una década no se cierra un solo mandato completo con elecciones autonómicas en 2010, 2012, 2015, 2017, 2021 y este 2024, con los años más convulsos vividos tras la celebración del referéndum de autodeterminación ilegal y la declaración unilateral de independencia del año 2017. Siete años después de aquella fractura que marcó la política española, ahora está a punto de concluir la tramitación parlamentaria de la ley de amnistía, que se cerrará en plena negociación para la investidura y con el regreso confirmado del expresident Carles Puigdemont para el pleno de investidura (con fecha tope el 25 de junio). Así, tras esta cita con las urnas, las próximas semanas se esperan más que intensas en Cataluña.

Aquí, las claves de estas elecciones:

Illa lidera todas las encuestas y quiere gobernar 

El PSC de Salvador Illa aparece como el vencedor en todas las encuestas y esta vez el socialista lo tiene claro: quiere gobernar. El promedio de DatosRTVE apunta a una victoria de Illa con 40 escaños, seguido de Junts+, con 33, y ERC, con 26. De confirmarse este escenario, sería de los triunfos más claros en los últimos años en esta comunidad ya que en la anterior cita esa terna se resolvió de manera más que ajustada y casi un triple empate con 33 escaños para el PSC y ERC (los primeros ganaron en votos) y 32 para Junts. 

Illa, que ha repetido durante la campaña el mantra de "abrir un tiempo nuevo tras una década perdida con el independentismo", ya ha avanzado en esta campaña que si gana, irá a una sesión de investidura y ha lanzado al resto de fuerzas la pregunta: ¿van a bloquearme? Junts ya le ha contestado- "Illa no será presidente con nuestros votos"- y ERC pone una condición que los socialistas rechazan: un referéndum de autodeterminación. "También dijeron que no a los indultos y a la amnistía", recalcan los republicanos.

Así las cosas, la opción del tripartito de izquierda es una opción muy real en cuanto a números- PSC, ERC y Comuns Sumar superarían holgadamente la mayoría absoluta de 68 escaños, según las encuestas- pero difícil por la petición de los republicanos del referéndum como condición 'sine qua non'.

Los 'comunes', por su parte, con Jessica Albiach a la cabeza, llaman al entendimiento de las fuerzas de la izquierda para priorizar la agenda progresista y dejar de lado la independentista, tratando de marcar un nuevo eje en la política catalana para elegir más entre izquierda o derecha que entre soberanismo o constitucionalismo.

Illa solo veta para llegar acuerdos a la ultraderecha de Vox y la independentista de Aliança Catalana, aunque reconoce que el pacto con Junts+ es más que difícil porque "Puigdemont es bloqueo". 

La pelea entre ERC y Junts+ por liderar el espacio soberanista

El independentismo ha gobernado en Cataluña de forma histórica y mayoritaria durante la actual democracia con una fuerza hegemónica, CiU, y un president, Jordi Pujol, que gobernó durante dos décadas. Esta comunidad solo ha conocido dos etapas de gobiernos socialistas, entre 2003 y 2010, con dos legislaturas comandadas por Pasqual Maragall, primero, y José Montilla, con tripartitos junto a ERC e ICV.

Desde 2010 se han ido sucediendo presidentes independentistas- Artur Mas, Carles Puigdemont, Quim Torra (los tres convergentes o posconvergentes) y Pere Aragonès (ERC)- gracias a las mayorías absolutas de este bloque. En 2015 incluso CDC, ERC y otras entidades soberanistas concurrieron juntas a los comicios bajo la marca Junts pel sí y consiguieron ganar las elecciones y gobernar, pero, desde ese año, ya con el apoyo directo o indirecto de la CUP.

En las últimas elecciones de 2021, ERC 'sorpassó' por primera vez a Junts y Aragonès se convirtió en el primer president de la formación republicana de la historia de Cataluña. Junts le dio su apoyo e iniciaron la legislatura con un Gobierno conjunto, pero los desencuentros fueron aumentando más y más hasta la ruptura del Govern en 2022. Desde entonces Aragonès ha gobernado en minoría con el Ejecutivo catalán con menos apoyo de la historia (33 de los 135 diputados) y la quiebra se ha ido ensanchando más y más en el espacio soberanista.

Ambas formaciones han pasado al cuerpo a cuerpo y la campaña electoral ha escenificado una pelea absoluta por el relato de quién arranca más al Gobierno central, quién es artífice de llevar al Ejecutivo a aceptar la amnistía y quién levanta con más fuerza la bandera independentista. Junts acusa a ERC de "rendirse" ante Pedro Sánchez y estos le contestan con ironía: "Bienvenidos a la negociación". Y es que los de Puigdemont, que han optado por posiciones más pragmáticas y posibilistas, fueron claves para facilitar la investidura de Sánchez y lo serán, si así lo deciden, en la gobernabilidad del país.

Puigdemont dice que estas elecciones "deben servir para restituir la presidencia del Govern", mientras que Aragonés le espeta que lo que busca es una "restitución personal" y se niega a ver estos comicios tal y como busca Junts, como un plebiscito entre Sánchez o Puigdemont. "Esto no va de personalismos, va de los catalanes", dice Aragonès.

A pesar de los zarpazos constantes entre ambas formaciones, los de Junts+ no ven más opción tras el 12M de "volver a coser" la unidad independentista ya que no contemplan un acuerdo con el PSC e incluso se abren a un Govern dirigido por Puigdemont en solitario. ERC no se cierra ninguna posibilidad y, en cuanto a pactos, no descarta hablar con el PSC. Puigdemont juega en estos comicios al 'todo o nada' y y ha avanzado que no se quedará en la oposición si no gobierna.

Pero el reparto de la tarta independentista puede ampliarse en estos comicios y es que además del tercer habitual en este espacio, CUP-DT, que en este momento contempla un acuerdo con ERC, pero lo ve "muy difícil" con Junts; aparece un cuarto actor soberanista con posibilidades de entrar en el Parlament. No es otro que Aliança Catalana, el partido de extrema derecha independentista de la alcaldesa de Ripoll, Silvia Orriols. Los cuatro partidos juntos podrían rozar la mayoría absoluta, pero el resto de fuerzas ha dicho que no pactarán con ellos.

PP y Vox, la batalla por la derecha

Pero no solo está la lucha en el espacio independentista, con un PP y Vox batiendo su propio duelo en Cataluña. Parten desde posiciones más que diferentes, con Vox e Ignacio Garriga liderando el espacio de la derecha catalana no nacionalista, con once diputados en el Parlament, y el PP con tan solo tres escaños. La pelea por este espacio ha sido una de las más intensas de esta campaña con un PP que, si los sondeos se cumplen, sería el partido político que más crecería en estos comicios llegando hasta los 13 diputados y quedando por encima de Vox, que bajaría ligeramente. En esta pelea a dos, el PP ha endurecido su discurso en campaña haciendo suyos algunos postulados de la ultraderecha- Alberto Núñez Feijóo ha llegado a vincular la inmigración ilegal con la inseguridad y la ocupación-.

El PP, con Alejandro Fernández como candidato, quiere en estas elecciones recuperar la relevancia perdida en Cataluña- tocó suelo electoral en 2021- con un Ciudadanos que llegó a ganar las elecciones en 2017 comiéndose literalmente a todo el sector 'popular', pero que ahora lucha por no quedarse fuera del Parlament, siendo ya la última oportunidad autonómica de los 'naranjas'. Su candidato, Carlos Carrizosa, no se rinde ante las encuestas y llama a resistir en la comunidad donde nacieron.

Ahora, el PP parece recuperar ese voto perdido, pero compite con fuerza con Vox en una de las comunidades donde los de Santiago Abascal tiene más peso. Ambos se oponen a apoyar a Illa para evitar un gobierno independentista porque consideran al PSC como "un partido separatista más". Los 'populares' exigen que el PSOE rompa toda relación con los partidos secesionistas para sentarse hablar y Vox prefiere repetición electoral antes que ver a Illa de president.

Urnas decisivas para Cataluña y para la gobernabilidad del país

La medida de la importancia de estas urnas para Cataluña, pero también para el resto de España, la marca el hecho de que la caída de los presupuestos catalanes supuso el inmediato adelanto electoral y la renuncia por parte del Gobierno a presentar los Presupuestos Generales del Estado. El resultado de estos comicios supondrá el inicio, de nuevo, de la jugada en el tablero político nacional con nuevas posiciones. No es lo mismo que gobierne Illa a que lo haga Puigdemont para el devenir de la legislatura de Pedro Sánchez.

Los de Junts han sido los que más avisos han dado- "si hay pactos contra natura (como el que se produjo en el Ayuntamiento de Barcelona, por el que el PSC, junto con los 'comunes' y el PP, arrebató la Alcaldía a su formación) habrá "consecuencias".

Junts y ERC forman parte del bloque parlamentario del Congreso que permitió la investidura de Sánchez y ambos han supeditado hasta ahora el mantenimiento de ese apoyo a los pactos rubricados con ambas formaciones y con la amnistía en el centro de todo.

El último mitin de Puigdemont fue toda una declaración de intenciones: "Señores de Madrid, prepárense que venimos".

Las lecturas nacionales serán obligadas: un triunfo del PSC supone un respaldo en Cataluña a las políticas socialistas de distensión y diálogo "para salir de la etapa del 'procés', y cierto alivio socialista tras un PP con total hegemonía en el mapa autonómico de España, mientras el PP mantiene su particular batalla en esta tierra con Vox y pone todo la presión en La Moncloa. "La continuidad de Sánchez depende de las elecciones catalanas", ha dicho Feijóo.

Con Podemos fuera de juego en esta región, Yolanda Díaz mide también la relevancia de su proyecto que, de momento, ha fracasado en las dos citas electorales a las que se ha presentado, quedando fuera del Parlamento gallego y con un solo escaño en el País Vasco.

Todo ello con una posibilidad más que real de repetición de elecciones en Cataluña, si no se resuelve el complicado escenario de pactos, y con otra campaña electoral en ciernes, la de las elecciones europeas, que se celebrarán el próximo 9 de junio. Ahí sí vota toda España y la batalla entre el PSOE y el PP se volverá encarnizada con Sánchez, dispuesto a liderar una 'cruzada' contra la ultraderecha, la "maquina del fango y los bulos"- tras su periodo de reflexión- y Feijóo anunciando una nueva ofensiva en la calle "contra la amnistía y la sospecha de corrupción". España sigue de campaña electoral.

Las elecciones, en cifras: 

  • Un total de 5.754.931 personas están llamadas a ejercer su derecho a voto. 
  • 243.000 jóvenes se incorporan por primera vez como votantes.
  • 2.696 colegios electorales abrirán este domingo con 8.940 mesas
  • 7.300 policías velarán por el normal desarrollo de la jornada electoral