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Puigdemont gana la batalla a ERC y recupera el liderazgo del independentismo, que pierde la mayoría en Cataluña

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Puigdemont reivindica a Junts como primera fuerza del independentismo y cree que el tripartito "es una mala opción"

Junts+ ha logrado imponerse como primera fuerza dentro del independentismo en las elecciones catalanas de este domingo. El partido de Carles Puigdemont ha mejorado sus resultados en los últimos comicios de 2021, pasando de 32 a 35 diputados, un 21% del voto, y escalando a la segunda posición, por detrás del ganador de las elecciones, el PSC de Salvador Illa. Se impone así en su particular lucha a ERC, que sufre un descalabro al perder 13 escaños.

Con estos resultados, el independentismo pierde la mayoría absoluta por primera vez en la última década. La suma de Junts+, ERC y la CUP se queda en 62 diputados, lejos de la horquilla de 68 diputados. No llegarían tampoco contando con los votos de Aliança Catalana, formación independentista y de ultraderecha que ha irrumpido en el Parlament por primera vez, aunque ha sido vetada de los pactos por el resto de partidos.

Puigdemont achaca los resultados a la "desunión" del independentismo

El candidato de la formación ha celebrado unos resultados "muy meritorios" de Junts+, que según ha señalado, es la "única fuerza independentista que ha crecido tanto en votos como en diputados", ganando en 30 de las 42 comarcas y situándose como "primera fuerza en la mayoría de municipios, 700 en un total de 900".

Sin embargo, en una rueda de prensa tras el escrutinio, ha lamentado que "no ha sido suficiente para ganar las elecciones ni para compensar la caída de votos y escaños que han sufrido las otras dos fuerzas independentistas", ERC y la CUP, que se ha dejado cinco diputados de los nueve que tenía.

Por ello, ha pedido una "reflexión" sobre "la desunión y los efectos de la falta de estrategia compartida" del independentismo, que continúa "sin movilizarse y en la abstención". Tras señalar que un "tripartito" de PSC, ERC y Comuns -lo que alcanzaría la mayoría absoluta- sería una "mala noticia" para los catalanes, ha tendido la mano a ERC para "rehacer puentes", y ha defendido que están en "condiciones de construir un Govern sólido de obediencia netamente catalana".

El expresident volverá para la investidura

El partido nacionalista ha llevado a cabo una campaña centrada por completo en la figura del expresident catalán, huido en 2017 a Bélgica para evitar ser juzgado por su papel en el 'procés', tras el referéndum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia. Puigdemont ha dado mítines diarios en Argelès-sur-Mer, una localidad del sur de Francia a la que Junts ha trasladado por completo la campaña, y a donde llegaban cada día autobuses con simpatizantes de la formación desde las distintas comarcas catalanas.

En su segunda campaña sin pasar suelo español por la orden de detención que pesa sobre él, el dirigente independentista ha asegurado que volverá para la sesión de investidura en el Parlament, que se prevé para junio, y contempla incluso su detención si todavía no está en vigor la amnistía, que permitirá su vuelta a España sin repercusiones legales. También ha lanzado un órdago: o es investido president o se retira de la política, ya que ha señalado en varias ocasiones que no se ve “en absoluto como jefe de la oposición”.

Este resultado es el peor para el independentismo en cuatro décadas, al lograr 62 diputados, el mínimo desde 1980. También es el peor en intención de voto -alrededor de un 40% del contando a los cuatro partidos con representación tras este domingo-, en todo el periodo autonómico.

Junts retiene su feudo de Girona y gana también en Lleida

El partido posconvergente ha logrado una holgada victoria en Girona, su tradicional feudo, donde ha sumado siete de los 17 escaños en liza en esta provincia y ha cosechado un 35% del voto. También se ha impuesto en Lleida, con cinco de los 15 escaños que reparte la provincia, en ambos casos por delante del PSC. Los socialistas se han impuesto, por el contrario, en Barcelona y en Tarragona. En la provincia de la capital catalana, la más poblada y la que más escaños reparte -85-, el partido ha alcanzado un 19% y ha arrebatado la segunda plaza a ERC.