La inserción laboral de los universitarios mejora en la última década y su ocupación sube un 58%
- En la última década se crearon 437.000 empleos para jóvenes de 22 a 29 años, y el 79% de ellos los ocuparon universitarios
- Las mujeres han ocupado el 55% de los empleos creados de alto nivel de cualificación, según un informe del BBBA y el Ivie
En los últimos diez años se han creado 437.000 empleos netos nuevos para jóvenes entre 22 y 29 años. El 79% de ellos (345.800 puestos de trabajo) han sido ocupados por universitarios de esa misma franja de edad, lo que muestra un crecimiento del empleo de jóvenes universitarios del 58% de 2013 a 2023.
Así lo revela el informe La inserción laboral de los universitarios: 2013-2023: evolución, diferencias entre titulaciones, elaborado por Fundación BBVA y el Ivie (Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas), dentro del proyecto U-Ranking, que analiza la evolución de la inserción laboral de los titulados universitarios y sus características en la última década y revela mejoras sustanciales en la empleabilidad de los jóvenes con este tipo de formación superior.
El estudio revela, además, que el 91% de los 345.800 nuevos puestos de trabajo ocupados por estos jóvenes eran trabajos altamente cualificados, que han crecido un 76% en los últimos diez años.
Esta mejora está relacionada con un impulso de la demanda, ya que en la última década se crearon 3,9 millones de puestos de trabajo, y también en la oferta, puesto que el número de los universitarios de entre 22 y 29 años subió un 27% en ese periodo.
¿Qué profesiones abarcan esos empleos?
La mayor parte de los nuevos puestos ocupados por los universitarios se encuadraron en actividades profesionales, científicas y técnicas (23%), sanitarias (21%), información y comunicaciones (12%), industria manufacturera (11%) y educación (9%).
Estos cinco sectores concentran el 82% de los 315.000 empleos altamente cualificados creados entre 2013 y 2023 para jóvenes universitarios.
A partir del estudio sobre los jóvenes que terminaron sus estudios entre 2013 y 2018, el informe concluye que a medida que pasan los años mejora la tasa de afiliación, el ajuste entre formación y empleo, los salarios, el porcentaje de empleo a tiempo completo y el de contratos indefinidos. Por contrapartida, se reduce el de trabajadores autónomos.
Además, señala que aunque estas mejoras son generalizadas, los titulados en ciencias de la salud, ingenierías y arquitectura muestran mejores indicadores de inserción laboral. Por otro lado, los de artes y humanidades tienen mayores dificultades.
Baja el paro y los trabajos inferiores a su nivel de formación
El estudio pone el foco en cómo ha evolucionado el desempleo de los jóvenes de entre 22 y 29 años en los últimos diez años. Según sus datos, la tasa de paro cayó del 29,2% de 2013 al 12,5% de 2023.
Además, también atiende a la calidad de los trabajos con respecto a la cualificación. En la última década se redujo también el porcentaje de universitarios que ocupan puestos de trabajo inferiores a su formación, que pasó del 30% al 22%.
Inserción laboral por comunidades autónomas
Si se atiende al mapa español, la tasa de inserción también varía en función de la comunidad autónoma en la que se resida. El estudio pone el foco en que las diferencias se aprecian más en la calidad del empleo que en la cantidad.
Como base, parte de la idea de que "solo el 54% de los titulados tiene ingresos superiores a los 1.500 euros mensuales" y "más del 20% de los titulados desempeñan ocupaciones para las que no se requiere estudios universitarios, y casi el 25% trabajan en tareas desajustadas con su especialización formativa".
Por comunidades, entre los ocupados con ingresos de más de 1.500 euros, las diferencias van del 62,8% del País Vasco al 38,5% de Extremadura. En el ajuste de la ocupación al nivel de estudios cursado, el rango va del 82,4% de Asturias al 73,4% de Islas Baleares, mientras que la correspondencia del área del trabajo al área de estudios cursados va del 78,3% de Navarra al 69,5% de Extremadura. En general, la tasa de empleo de los graduados va del 91,6 en Cataluña al 76,4 en Andalucía.
El informe señala, además, que los estudiantes que han emigrado al extranjero para buscar empleo presentan unos salarios y niveles de empleabilidad más altos que la media y que muchas comunidades.
El estudio apunta que hay otras variables que influyen, como la decisión del estudiante, sus características personales, los factores del entorno y las herramientas para la búsqueda de trabajo.
Tener o no un máster y estudiar en un centro privado o público
Otro de los factores que contribuye a la mejoría de algunos aspectos de la inserción laboral es ampliar los estudios con un máster. Estos titulados han duplicado su peso sobre el total de universitarios, al pasar de representar un 22% en 2013 a un 42% en 2022.
El estudio observa ciertas ventajas en el tipo de empleo y los salarios si se cuenta con este tipo de formación. Así, el 77,1% de los titulados con un máster se ha empleado en un puesto en el que se cotiza en el grupo de titulados universitarios, mientras que ese porcentaje es del 61,9% entre los que cuentan solamente con la titulación de grado. Así, la base de cotización media de los másteres es un 11% superior a la de los graduados.
Asimismo, el informe indica que los universitarios de centros privados tienen más ventaja en la inserción laboral a los que estudian en universidades públicas en algunos aspectos. Uno de ellos es el ajuste entre sus estudios y el empleo, ya que el 72,2% de los universitarios graduados en un centro privado han encontrado un empleo acorde a su formación, frente al 59,9% de los egresados de centros públicos.
Además, las bases de cotización de los graduados que proceden de centros privados, de 32.433 euros al año, son un 12% superiores que las de los estudiantes de universidades públicas, de 29.006 euros.
El estudio también analiza las diferencias en las oportunidades de inserción laboral según el sexo de la persona titulada. Las mujeres representan actualmente el 57% de los estudiantes de grado y máster.
Más mujeres universitarias, sobre todo, en ciencias de la salud
Hay una amplia mayoría de mujeres en cuatro de las cinco grandes ramas de estudio. Esto se acentúa más en ciencias de la salud, donde las mujeres abarcan entre el 72% frente al 28% de hombres. Sin embargo, son minoría en ingenierías y en arquitectura, donde hay un 27% de alumnas, frente al 73% de alumnos.
Las mujeres representan el 61% de las personas ocupadas entre 22 y 29 años con estudios universitarios. Si se considera mira a los empleos altamente cualificados, las universitarias jóvenes representan el 59% del total, un porcentaje algo menor que su peso en el empleo total. Esto se debe al menor crecimiento acumulado de las ocupaciones cualificadas de las mujeres entre 2013 y 2023.
Según el estudio, el empleo altamente cualificado para jóvenes universitarios creció un 76% de media en el conjunto del periodo, con un alza del 92,2% en el caso de los hombres, y del 66,3% en el de las mujeres.
A partir de 2020 el crecimiento se acelera en las mujeres, y eso ha favorecido nuevas y sustanciales oportunidades de empleo cualificado para las mujeres. En total, de los 315.000 nuevos empleos altamente cualificados creados en los últimos 10 años para jóvenes universitarios, las mujeres han ocupado 173.000, es decir, el 55%.
Brecha salarial en el 80% de campos de estudios
Sin embargo, las mujeres presentan peores datos en sus bases de cotización, lo que impulsa la brecha salarial. Esto se aprecia en empleos a tiempo parcial y en contratos indefinidos (salvo en las ramas de ciencias y artes y humanidades).
En el análisis por titulaciones, el estudio revela que los hombres cobran más que las mujeres en 74 de los 92 campos de estudios (el 80%) para los que se dispone de información sobre bases medias de cotización para ambos sexos. En 57 de esos campos la diferencia salarial es superior a los 1.000 euros anuales a favor de los hombres.