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El voto a Aliança Catalana, en mapas y gráficos: competidora del independentismo, antagonista de Vox

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Radiografía del voto de Aliança Catalana - Elecciones catalanas 2024
Aliança Catalana ha entrado en el Parlament catalán, con dos escaños por Girona y Lleida. DISEÑO RTVE / EFE

Aliança Catalana, formación independentista de extrema derecha y con un marcado discurso antiinmigración, ha conseguido dos diputados con los que estrenarse en el Parlament de Cataluña tras las elecciones catalanas del 12M. Son insuficientes para formar grupo parlamentario propio, pero espera que le sirvan como altavoz para consolidarse en la política catalana y para “presionar y condicionar al máximo las políticas que se hagan”.

Con un discurso que reivindica el resultado del referéndum ilegal del 1 de octubre y, por otro lado, subraya propuestas xenófobas, en la práctica ha sido más un rival para los partidos independentistas (en especial, para Junts+) que para la derecha radical representada por Vox.

Con 118.000 votos y el 3,8% del total, Aliança Catalana ha sacado dos diputados, uno por Girona y otro por Lleida. Con más del 99% de los votos escrutados, se han quedado a menos de 2.200 votos de conseguir un segundo diputado por Girona. Pese a lograr buenos resultados en poblaciones de Barcelona como Vic, Manresa, Sabadell, Igualada y Vilafranca del Penedès (en algunas de ellas a costa de ERC y la CUP, principalmente), no ha obtenido representación en esta provincia, en la que ha cosechado el 57% de sus votos totales.

Al final, de todas las papeletas que ha sumado el partido, únicamente las 26.857 de Girona y las 12.966 de Lleida le han reportado representación, de modo que, en promedio, ha necesitado 59.000 votos para cada escaño.

Sílvia Orriols, alcaldesa de Ripoll y líder de la formación, ha sido profeta en su tierra y su lista ha sido la más votada en esta localidad de cerca de 11.000 habitantes (1.559 papeletas le han dado el 33,1% de los votos), desbancando del primer puesto a Junts+ (que ha perdido casi 12 puntos respecto a 2021, quedando en el 22,51%). La formación debutante en estas elecciones autonómicas, que tiene su núcleo duro en la comarca del Ripollès, ha sido primera fuerza en otros tres municipios colindantes: Campdevànol (3.217 habitantes), Les Llosses (205) y Gombrèn (200), empatado con el partido de Carles Puigdemont.

Pero, ¿qué es Aliança Catalana y qué representa? Aliança Catalana, creada en 2020, es sobre todo el partido de Sílvia Orriols, que fue concejal del Frente Nacional de Cataluña y es alcaldesa desde las elecciones municipales de 2023 después del fracaso de las negociaciones de ERC, PSC, CUP y JxCat para pactar una mayoría alternativa. Orriols ha confirmado que mantendrá su cargo en el ayuntamiento junto a su nueva condición de diputada en el Parlament para luchar por un "Estado catalán, libre, próspero, seguro y occidental"

Y es que el primer punto de su programa electoral es una declaración unilateral de independencia y la toma de control del territorio para constituir lo que llamarían el Principado de Cataluña, con un planteamiento más osado que las restantes formaciones independentistas. “No queremos, necesitamos ni esperamos la autorización de ningún organismo extranjero para liberarnos. Los catalanes, por el simple hecho de existir como pueblo nacional consciente, hemos de alzarnos en Estado independiente y expulsar a los Estados español y francés de Cataluña. Somos los dueños de nuestra tierra”, proclaman.

Perfil en competencia con Junts y opuesto a Vox

Competidora con partidos tan diferentes como la CUP y Junts+ por el voto de los independentistas más convencidos y con la misma Junts+, Vox e incluso el PP por el electorado de la derecha, el perfil de los votantes de Aliança Catalana no es tan predecible como pueda pensarse. Al comparar sus resultados electorales con diversas variables socioeconómicas, se comprueba que sus electores se mueven en sentido contrario al de Vox, y se asemejan más a los de la CUP y a los de Junts+. Es decir, en el ecosistema catalán esta nueva oferta política parece interpretarse como una opción más a la derecha que Junts+ y más independentista que el resto, lo que en este sentido la convierte en antagónica a Vox. 

Como se puede ver en los gráficos a continuación, la tendencia a votar a Aliança Catalana es mayor en los municipios de mayor renta, en los de menor población, en aquellos donde hay menos paro y, paradójicamente, en aquellos donde hay menor presencia de extranjeros. Su voto también tiende a ser superior en las poblaciones donde vive más proporción de personas mayores y donde hubo más participación en estas elecciones catalanas del 12M. Y este perfil de voto es similar al de Junts+ y contrario en casi todos los casos al de Vox.

La nueva candidatura soberanista ha protagonizado de esta manera una irrupción menor que la de Vox en 2021 (11 escaños) y que les deja en tierra de nadie. Sus escaños, en principio rechazados por el resto del independentismo, tampoco contribuyen a que este alcance la mayoría absoluta, ya que entre Junts+, ERC, CUP-DT y Aliança Catalana no pasan de los 61 diputados.

Su encaje con el resto de formaciones será complicado. Representantes del PSC, ERC, Junts, Comuns y CUP firmaron en campaña un pacto bajo el lema "Unidad contra la extrema derecha" en el que se comprometieron a "no legitimar" ni a Vox ni a Aliança Catalana, a rechazar en cualquier caso sus votos para lograr mayorías en el Parlament y evitar que prosperen sus iniciativas.

Aliança Catalana refuerza el peso del independentismo y de la derecha radical en Cataluña, pero despierta el rechazo de unos y otros. La candidata de la CUP a la presidencia de la Generalitat, Laia Estrada, ha insistido en que supone "un peligro" para la causa soberanista porque "divide" a la sociedad. Vox dice no tener "nada que ver" con una formación que “levanta una frontera con España” mientras ellos afirman defender la nación española, en palabras de Ignacio Garriga.

Beneficiada de una percepción distorsionada de la inmigración

Sin embargo, ambas formaciones comparten discurso contra la inmigración, y en concreto contra la inmigración ilegal, vinculando esta con la delincuencia y con la ocupación de viviendas. Temas recurrentes en Cataluña no solo en esta campaña sino en los últimos años que, a fuerza de repetirse, han calado hasta crear un caldo de cultivo que ha dado espacio a Aliança Catalana sin que por ello se resienta el voto a Vox, al PP o a Junts+, que también han hablado en su programa electoral de la “expulsión de multirreincidentes extranjeros” y de medidas para el control de la inmigración, respectivamente.

Como resultado -y como sustrato para los resultados electorales-, los catalanes creen que en Cataluña hay muchos más inmigrantes de los que viven allí en realidad. Según un informe del CEO publicado a finales de abril, los encuestados estiman que de media hay un 34,2% de extranjeros en Cataluña, cuando la cifra es del 22,5%, según el padrón municipal de habitantes de Idescat con datos a 1 de enero de 2023.

La distorsión es más acusada entre las mujeres (de media, creen que hay un 38,4% de inmigrantes en Cataluña, por el 30,4% que estiman los hombres) y entre los jóvenes de 16 a 24 años, que creen de media que hay un 37,8% de inmigrantes, 15 puntos más que la media real. En el extremo, hasta un 16% de personas cree que más de la mitad de los residentes en Cataluña han nacido fuera de España.

En general, los catalanes puntúan con un 6,5 de media sobre diez lo positivo que es el impacto de la inmigración en la economía catalana. Además, ponen un 6 al impacto de los extranjeros sobre la vida cultural del país. En cuanto a si la inmigración hace de Cataluña un sitio mejor o peor para vivir, la respuesta mayoritaria es neutra (5,5 sobre 10), pero es percibida casi un punto peor por quienes viven en poblaciones pequeñas, de menos de 10.000 habitantes (5,2), precisamente donde Aliança obtiene más apoyos, que por quienes residen en las ciudades de más de 100.000 habitantes (5,5) o en la capital, Barcelona (5,9), donde vive el 20% de toda la población catalana.

Desde Aliança Catalana objetan que "en Cataluña no cabe todo el mundo" y sostienen que la política migratoria está diluyendo la "esencia" de la cultura catalana y perjudicando económicamente a los ciudadanos. Uno de sus temores es que, “con el actual ritmo de flujos migratorios, en pocas décadas llegaremos a ser el 5% de catalanoparlantes en el total de la población”, según recogen en su programa. Por eso, defienden una moratoria en materia de inmigración para cerrar las fronteras hasta que mejoren los datos financieros y de paro de las personas que ya viven en Cataluña.

Orriols ha rechazado este lunes que su partido vaya a apoyar "gratis" a alguna investidura de cara a la presidencia de la Generalitat. Si las negociaciones para formar gobierno fructifican y la legislatura se pone en marcha, ha dicho en declaraciones a TV3 que supedita sus votos al control migratorio, "una serie de medidas encaminadas a ejercer el control fronterizo y a limitar la entrada de inmigrantes en Cataluña".