Días de terror en Gaza: el asedio al hospital Nasser, en primera persona
El hospital Nasser, uno de los más importantes de la Franja, ha sido objetivo de ataques israelíes en Jan Yunis. Hakim, estudiante gazatí de 24 años, ha vivido la guerra en Gaza dentro del hospital: “Fui detenido, me desnudaron y me interrogaron”. Su testimonio, junto al cuaderno de bitácora de Médicos Sin Fronteras, al que ha podido acceder RTVE.es, reconstruye los ataques a este centro sanitario con mapas, datos e imágenes.
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Ebbaba Hameida / Paula Guisado | DatosRTVE / Juanma Leralta / Pedro Jiménez | InfografíaRTVE*
El cuaderno de bitácora de MSF es un documento interno en el que se registra la información diaria sobre la gestión de los proyectos de la ONG. El diario incluye las actividades médicas del personal sanitario, pero también recoge incidentes de seguridad, evacuaciones o problemas de suministro.
Las anotaciones a las que ha tenido acceso RTVE.es recogen la historia del hospital, que en la noche del 14 al 15 de febrero de 2024, tras varias semanas de asedio, fue atacado por las fuerzas israelíes. Es un relato que sigue y complementa el testimonio de Hakim, quien ha permanecido en el hospital desde el comienzo del conflicto.
La primera entrada del cuaderno de bitácora de MSF se refiere a Dina, una niña huérfana con dos piernas amputadas tras un ataque aéreo contra su casa en el norte de Gaza.
"Poco a poco nos vemos acorralados en un perímetro muy restrictivo en el sur de Gaza, con cada vez menos opciones de ofrecer asistencia médica crítica, mientras las necesidades crecen desesperadamente", lamentaba Lauvin. "Hemos tenido que evacuar varias instalaciones sanitarias en el norte de Gaza y luego en la zona central. Hoy nos limitamos a trabajar principalmente en el sur porque no podemos hacerlo en otros lugares. En resumen, nos estamos quedando sin hospitales", sentenciaba.
Aunque durante las primeras semanas los bombardeos eran más intensos en el norte, rápidamente se extendieron al centro y sur de la Franja, convirtiendo el enclave palestino en una ratonera sin salida para más de dos millones de personas.
Jan Yunis, conocida como la ciudad moderna de Gaza, albergaba más de 200.000 habitantes. Es una localidad fronteriza con Ráfah, extremo sur y única salida posible -que no probable- de Gaza. Se convirtió en refugio temporal para miles de gazatíes que abandonaron el norte, aunque enseguida fueron expulsados y obligados a seguir su huida hacia el sur.
La decisión del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de invadir Ráfah ha llevado al cierre del cruce, la única vía de Gaza fronteriza con Egipto, que impide el paso de ayuda humanitaria y de combustible, imprescindible para el funcionamiento de los hospitales. Por allí también eran evacuados los enfermos crónicos.
Los datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) permiten ver cómo en Jan Yunis ha ido aumentando el número de desplazados internos en la región: a principios de enero albergaba a 775.000 personas solo en instalaciones de la ONU y del Gobierno de Gaza, una cifra únicamente superada por la propia Ráfah.
El daño total provocado a las infraestructuras de la Franja, entre el 7 de octubre de 2023 y el 26 de enero de 2024, es de 17.025 millones de euros, equivale al 97% del PIB de Palestina, según un informe de daño acumulado publicado por las Naciones Unidas y el Banco Mundial, el pasado 29 de marzo.
La ONU ha constatado la destrucción generalizada en Jan Yunis tras el repliegue israelí. El 11 de abril otra investigación revelaba que la mayoría de las infraestructuras han sufrido daños. Además, las carreteras asfaltadas han mudado en caminos de tierra y se han encontrado bombas de 500 kilogramos sin detonar tiradas en las principales calles y en el interior de las escuelas.
Los ataques se han sucedido en hospitales, colegios y hasta campos de refugiados. Tras más de siete meses de guerra, uno de cada dos edificios en Jan Yunis ha sufrido daños. El siguiente mapa refleja la dimensión de los escombros.
Tras la tregua de siete días que comenzó el 24 de noviembre, los ataques aéreos y los combates terrestres entre el Ejército israelí y Hamás se intensificaron en el sur de la Franja.
A principios de enero, un refugio de Médicos Sin Fronteras sufrió un bombardeo que se cobró la vida de la hija de cinco años de uno de los trabajadores de la organización.
Entre el 21 y el 23 de enero, el Ejército israelí pidió la evacuación del hospital. Según MSF, se hicieron con el control del centro de salud en menos de cuatro horas.
Un trabajador humanitario de la ONG lo describía así:
“El que una vez fue el hospital de referencia más importante del sur de Gaza ha pasado en una semana de estar parcialmente a mínimamente operativo, reflejando un injustificado y permanente desmantelamiento del sistema de salud”, lamentó entonces Tedros Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El diario de Médicos Sin Fronteras registra la llegada puntual de suministros médicos y combustible al hospital, pero el desafío para los equipos humanitarios es cada vez mayor. La ONU se hace eco de ataques que tienen lugar las inmediaciones de los hospitales, de la elevada cifra de civiles asesinados y de la falta de suministros sanitarios vitales, como bombonas de oxígeno.
Las organizaciones sobre el terreno denuncian las dificultades para la entrada y el reparto de la ayuda humanitaria en Gaza. Antes de la guerra entraba una media diaria de 500 camiones; desde entonces, rara vez han sido más de 200.
Un miembro del personal de MSF que trabaja en el hospital de Nasser narra la situación dentro del hospital:
“Nasser: orden de evacuación de los desplazados internos. 402 pacientes, 35 en diálisis, 18 UCI, tres UCI neonatal, de tres a cuatro mujeres postparto y algo menos de 200 son pacientes en camilla. Tres personas murieron y otras 10 resultaron heridas por fuego israelí en el interior del complejo médico Nasser”, consta en el cuaderno de bitácora de MSF, a fecha del 13 de febrero.
Al día siguiente comenzó lo que el Ejército israelí calificó como “una operación precisa y limitada en el interior del Nasser".
El 15 de febrero de 2024, el doctor Ahmed Moghrabi publica un vídeo en Instagram en el que se ven las consecuencias del ataque en el interior del hospital.
Los siguientes vídeos, comprobados por el equipo de VerificaRTVE, muestran el terror vivido dentro del hospital en esos días.
La OCHA publica su 'flash update' nº 119: "En el momento de redactar esta actualización, el 15 de febrero, fuerzas israelíes habían entrado en el hospital Nasser de Jan Yunis, incluido el departamento de maternidad, según el Ministerio de Sanidad de Gaza”.
Un trabajador de MSF habla de "un bombardeo continuo y violento":
El ataque se justificó alegando que en el complejo se escondían combatientes de Hamás y que el grupo terrorista lo utilizaba para preparar sus actividades insurgentes. Las fuerzas israelíes aseguraron haber detenido a “decenas” de sospechosos, una afirmación rechazada por el personal sanitario que se encontraba en el interior del hospital.
La escasez de electricidad no es nueva. Mucho antes de que se reactivara la ofensiva, Gaza demandaba más del doble de electricidad de la que recibía. Cuando comenzó la guerra, Israel cesó de suministrar electricidad. La única planta de energía dejó de funcionar poco después, al quedarse sin combustible. Desde el 11 de octubre, la Franja ha estado en un apagón casi ininterrumpido, como reflejan los informes de la OCHA.
Unos días después del asalto, el director general de la OMS hizo el anuncio oficial: el hospital de Nasser ya no estaba en funcionamiento. Tedros Ghebreyesus denunció que se había denegado el acceso al centro a dos misiones de la organización, y que su personal había perdido el contacto con los trabajadores que estaban dentro.
Lo que relata Hakim coincide con imágenes secretas verificadas por la BBC que muestran a personas detenidas después de una redada de las Fuerzas de Defensa de Israel en el hospital Nasser. "Operaron dentro del Hospital Nasser de manera precisa y enfocada, creando daños mínimos a la actividad en curso del hospital y sin dañar a los pacientes ni al personal médico", alegaron las FDI. Las imágenes fueron grabadas en febrero y la investigación publicada el 12 de marzo.
“Lloraba durante el viaje cuando descubrió la calle y el edificio, lo que quedaba. […] Realmente necesitaba tiempo para darse cuenta de lo que es Nasser ahora”, relataba el pasado 7 de marzo Dorothée Deslandes, coordinadora de MSF. En el siguiente audio describía el estado en el que se encontró el centro de salud y la reacción de los trabajadores de la organización.
Tras el repliegue del Ejército israelí de Jan Yunis la población vuelve a una tierra quemada, llena de artefactos explosivos y de escombros que esconden cadáveres. Las autoridades palestinas han hallado en el hospital Nasser y en sus mediaciones centenares de cadáveres en fosas comunes.
El pasado 23 de abril la oficina de Derechos Humanos de la ONU alertó de la aparición de más de 300 cuerpos. “Entre los fallecidos, todos ellos palestinos, había presuntamente personas mayores, mujeres y heridos, algunos enterrados bajo montones de basura. Mientras que otros cuerpos fueron encontrados atados de manos”, apuntaba el informe.
La cifra ha ido aumentando con el paso de los días y, según la ONU, son hechos que podrían constituir otro nuevo crimen de guerra.
Desde el comienzo de la ofensiva en la Franja al menos 35.091 personas han perdido la vida, la mayoría mujeres y niños, y más de 78.800 han resultado heridas, según el Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás. El ataque del grupo islamista a Israel el 7 de octubre dejó 1.200 muertos y más de 200 secuestrados, de los que más de la mitad fueron liberados durante la tregua del pasado 24 de noviembre.
Más de un centenar de periodistas han sido asesinados, lo que lo convierte en el conflicto armado de la historia contemporánea más peligroso para los profesionales de la información. Además, está siendo el más mortífero para los trabajadores humanitarios: más de 200 han muerto en bombardeos israelíes.
A finales de abril Hakim seguía en el hospital. Las ONG y los vecinos se esfuerzan por restablecer los suministros de luz y agua. El 13 de mayo, MSF pudo reanudar parcialmente sus actividades en el hospital Nasser con servicios ambulatorios y de hospitalización centrados en cirugía ortopédica, atención a quemados y terapia ocupacional. Esperan reabrir la maternidad en los próximos días. Aunque la reciente ofensiva en Ráfah y el cierre de la que ha sido la vía más importante para la entrada humanitaria en Gaza bloquea el paso de suministros médicos y el traslado de heridos graves.
Los gazatíes observan cómo la presión internacional contra Israel ha aumentado en las últimas semanas y las protestas contra la guerra se han extendido en universidades en todo el mundo, mientras los servicios más básicos siguen sin estar garantizados en la Franja. Ni hospitales, ni comida, ni refugio para una población atrapada entre las bombas.
Créditos
Edición y coordinación: Paula Guisado y Estefanía de Antonio
Borja Díaz-Merry (VerificaRTVE), Nacho Díaz (InfografíaRTVE-Evoluciona), José Ángel Carpio (DatosRTVE) y Jorge Rubio han colaborado en la elaboración de esta información.
Agradecimientos a Jebreel Abu Kmail, Guillermo Algar e Irene Cortés del equipo de Médicos Sin Fronteras.
Fuentes: OCHA, UNRWA, análisis de daños a partir de los datos del satélite Copernicus Sentinel-1, por Corey Scher (CUNY) y Jamon Van Den Hoek (Universidad Estatal de Oregón).