Encendido debate médico en EE.UU: ¿existe la enfermedad crónica de Lyme?
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- En Estados Unidos aparecen cada año alrededor de medio millón de casos de la enfermedad de Lyme
- Se trata del "debate médico más controvertido, divisivo y despiadado de la medicina actual"
La enfermedad de Lyme, originada por la picadura de la garrapata, mantiene abierto un férreo debate en la comunidad médica en Estados Unidos. Mientras unos facultativos opinan que la infección es curable con antibióticos, otra parte de los médicos y los pacientes afectados creen firmemente que existe el Lyme crónico, enfermedad que ha devastado la vida de millones de estadounidenses.
En su fase tardía, los síntomas pueden confundirse con enfermedades como el síndrome de fatiga crónica, la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide o el Alzheimer. La investigación revela que detrás de la controversia se esconden turbios intereses científicos y económicos en los que se apoyan los que niegan la enfermedad.
La Borrelia burgdorferi, la espiroqueta que nos perfora
En 1975, en la localidad de Lyme, en Connecticut, se originó un brote de artritis aguda que puso en guardia a los servicios médicos de la zona. En tres años, se registraron en esa población, situada a orillas del río del mismo nombre, 51 casos de esa misteriosa dolencia, llamada desde entonces, enfermedad de Lyme.
“La bacteria de la enfermedad de Lyme es una de las más inteligentes del planeta“
A todos los afectados les había picado una garrapata que, cuando perforó la piel para alimentarse de sangre, inoculó al torrente sanguíneo la bacteria Borrelia burgdorferi, una espiroqueta con su característica forma de sacacorchos. “La bacteria de la enfermedad de Lyme es una de las más inteligentes del planeta”, asegura el médico internista Richard Horowitz.
La infección cursaba, en un primer momento, con síntomas de erupción cutánea, dolor de cabeza y fiebre. En algunos pacientes, la prescripción de antibióticos durante unas pocas semanas fue suficiente para curarse, pero otros, meses después de recibir el tratamiento, “enfermaban, los tratabas, mejoraban y, poco después, los mismos síntomas empezaban a aparecer de nuevo”, recuerda el internista Kenneth Liegner, quien estudió durante años la evolución de la enfermedad.
Un 20% de los pacientes no se curan
Al principio, toda la comunidad médica buscaba respuestas. La Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos creó una guía con el fin de establecer una única forma de tratamiento para la enfermedad de Lyme.
“El 80 por ciento mejoraba con los antibióticos estándar pero, en un 20 por ciento de los casos, no era así“
“Aproximadamente, el 80% mejoraba con los antibióticos estándar, pero en un 20% de los casos, no era así”, recuerda Horowitz. Dentro de ese porcentaje se encuentra Julia Bruzzese. Cuando tenía 9 años, a Julia le picó una garrapata, pero durante dos años aparecieron más síntomas que le hicieron estar muy enferma y sin diagnosticar.
Ahora sufre una parálisis y tiene serios problemas cardíacos y tanto ella como su familia están muy cansados de ser ignorados por los médicos. “Convencido de que Julia tenía Lyme crónico, su padre decidió luchar y se encontró en medio de una increíble guerra médica”, informaba la televisión, después de que su caso se hiciera mediático.
La periodista de investigación Marybeth Pfeiffer quiso averiguar por qué, en los primeros años de la detección de la enfermedad, las asociaciones médicas reconocían la posibilidad del Lyme crónico y por qué “llegó el momento en que se convirtió en dogma que no existía la enfermedad de Lyme”, explica. Pfeiffer encontró a pacientes que habían visitado hasta a 20 especialistas, pero seguían como Julia con síntomas graves.
Incluso, algunos médicos ya habían visto diagnósticos de síndrome de fatiga crónica, fibromialgia, artritis reumatoide, lupus, esclerosis múltiple, demencia o Alzheimer y, “el Lyme puede imitar todas estas enfermedades diferentes”, afirma Horowitz.
El feroz debate que destroza vidas
La investigación de Pfeiffer revela que, en Estados Unidos, aparecen cada año casi medio millón de pacientes con enfermedad de Lyme y, entre el 10 y el 20% de esos afectados, alrededor de dos millones de personas, sufren secuelas incapacitantes durante toda su vida. Cincuenta años después del descubrimiento de la dolencia, “la enfermedad de Lyme es un término rechazado por la medicina estadounidense”, puntualiza.
“Me encontré ante uno de los debates médicos más controvertidos, divisivos y despiadados de la medicina actual“
La polémica estaba servida. Apoyados por la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos, una parte de los facultativos niega que exista el Lyme crónico. “Me encontré ante uno de los debates médicos más controvertidos, divisivos y despiadados de la medicina actual”, manifiesta la periodista. “Señalan a gente como yo que cuestiona las pruebas y los tratamientos”, denunciaba el médico y científico Neil Spector.
La periodista, junto a expertos y por estudios efectuados desde 2008, evidenciaba por qué los pacientes con Lyme crónico daban negativo en la prueba diagnóstica. “Y, sin embargo, tienes Lyme”, insiste el internista Horowitz.
La bacteria del Lyme “es la bacteria más fuertemente patentada conocida por el hombre”, desvela Liegner. “Lo que había detrás de todo esto era una vacuna”, subraya la investigación de Pfeiffer. Una vacuna que, según los científicos, se ha diluido durante las dos últimas décadas.
Desde entonces, otros grupos de investigación desafían a los negacionistas. “Si tienes tres grandes universidades, como la Johns Hopkins, Tulane y Northeastern, que están diciendo: No podemos matar al Lyme eficazmente en el tubo de ensayo, tienes un gran problema”.
Solo un diagnóstico y un tratamiento adecuados pueden salvar vidas, o al menos, mejorarlas, señalan los expertos. Todo el mundo está en riesgo, sin embargo, el problema se ha minimizado durante mucho tiempo. Pfeiffer declara que, “la enfermedad de Lyme ha sido una epidemia silenciosa desde hace décadas”.