'España oculta', los momentos arrancados a la muerte de Cristina García Rodero, en el Círculo de Bellas Artes
- La exposición España oculta del Círculo de Bellas Artes muestra 152 fotografías de Cristina García Rodero
- Se abre este jueves y podrá verse hasta el 18 de agosto, luego viajará a Málaga, Cuenca, Palma y Valencia
Una joven licenciada en Bellas Artes de 23 años recorre con su cámara de fotos los pueblos de España durante doce meses. Ha conseguido una beca de creación artística de la Fundación Juan March. Con las 180.000 pesetas se ha comprado su primer equipo fotográfico, una Asahi Pentax de 35mm., es 1973, y ella se llama Cristina García Rodero.
Ese recorrido por aldeas, pedanías, ermitas y romerías le permitió atrapar "el alma misteriosa, verdadera y mágica de la España popular, con su pasión, el amor, el humor, la ternura, la rabia, el dolor, con su verdad y (...) su fuerza interior". Fue el primer paso de una trayectoria fulgurante, el de la primera fotógrafa española de la agencia Magnum y premio World Press Photo.
El Círculo de Bellas Artes, en colaboración con la Fundación Juan March, la Diputación de Málaga y el IVAM, acoge las 152 fotografías de España oculta, una exposición comisariada por la propia Cristina García Rodero, cansada de que "mangoneen" su trabajo o propongan "interpretaciones que no son". Se podrán ver desde este jueves hasta el 18 de agosto.
Una kamikaze con determinación
Ahora se define como "una kamikaze" que tuvo la suerte de "creer en sí misma" y seguir adelante pese a los agoreros que le miraban por encima del hombro y pronosticaban que su carrera solo iba a durar "uno o dos años". Superviviente de varios accidentes de tráfico, relata que cada viaje era una aventura y que eligió su coche por los metros cúbicos del maletero, en el que, además de su equipo, metía un colchón de gomaespuma, por si le sorprendía la noche por esos mundos de dios.
Su figura menuda, apenas un metro y medio, encierra una determinación colosal, la que necesitó para recorrer sola España, documentarse, leyendo libros, sin internet ni teléfonos móviles. Recuerda que el primero que se compró con el dinero de la beca fue El Carnaval de Julio Caro Baroja. Su método era preguntar a las telefonistas por las fuerzas vivas de los pueblos, el alcalde, el cura y la Guardia Civil, además de hacer indagaciones por los bares.
García Rodero rememora alguna de las historias detrás de sus obras. En El danzante azul, de 1980, un niño corre ataviado con un traje típico; en El Hito, una foto muy difícil de captar para la que tuvo que correr hacia atrás y "casi se le sale el corazón por la boca". Ese día llovía y tuvieron que meter la imagen de la virgen en un portal, pero al final la alegría de Rafael se contagió a todos. Ese pequeño creció y llegó a ser alcalde de su localidad.
En la imagen que encabeza este texto, En las eras, una adolescente se echa la siesta sobre un trillo, una bella durmiente rural que remite a un pasado ancestral en una fotografía tomada en Escober en 1988.
Un desafío personal
Más allá del valor documental de su trabajo, reflejo de fiestas, ceremonias, ritos, tradiciones y formas de vida, García Rodero intentó captar "los momentos más intensos y plenos en la vida de los personajes, tan simples como irresistibles". "Un desafío personal que me dio fuerza y comprensión y en el que invertí todo mi corazón", además de 15 años de su vida, resume.
Cristina García Rodero está contenta con lo vivido y confiesa que sus instantáneas son "momentos que le arranco a la muerte". Defiende una ética profesional y el respeto por las personas retratadas; si no se puede ser invisible (que sería lo ideal), como un intercambio "yo te doy y tú me das", deja claro que un fotorreportero "no puede ser un ave de rapiña que por dónde pase no vuelva a crecer la hierba".
La fotógrafa ha vivido en carne propia, los usos y costumbres de una época que ahora parece lejana. En Alcalá de la Selva, en 1976, nada más llegar un hombre con sombrero, cascabeles, visiblemente embriagado le tocó el culo, era El Gracioso, que aparece retratado en la sala, un personaje icónico de las fiestas del lugar. Puntualiza que los carnavales estuvieron 40 años prohibidos en España; se denominaban fiestas de primavera. En ocasiones, la Benemérita se retiraba discretamente para "no tener que dar parte" y dejar que la gente se divirtiese con sus disfraces.
En La tarde, un anciano está a la fresca sentado en una silla a la puerta de su casa, mientras una mujer enlutada de cabellos blancos se asoma por una ventana enrejada. Una metáfora visual perfecta de los roles de género, él libre, ella encerrada, fechada en Campillo de Arenas en 1978.
Cristina García Rodero sigue recorriendo incansable miles de kilómetros para tomar el pulso a la vida. Un espíritu joven e indomable, para el que sus 74 años, solo son una cifra en el calendario (Puertollano, 1949).
Las escenas plasmadas en España oculta (1989) se convirtieron en un hito fundamental de la historia de la fotografía en España. Un libro que la editorial Lunwerg reedita 35 años después con imágenes inéditas. García Rodero lamenta la falta de apoyo que sufren muchos jóvenes talentos de la fotografía, pero a la par anima a los artistas a perseverar. Reconoce que algunas fotografías no podrían tomarse ahora porque ella estaba sola y, hoy en día, habría cámaras de televisión, aparatos fotográficos y móviles intentando captar la imagen.
La directora Carlota Nelson estrenó en 2023 el documental Cristina García Rodero. La mirada oculta, en el que la fotógrafa repasa su vida, su trayectoria profesional y las experiencias acumuladas al acercarse a los ritos festivos y religiosos de los seres humanos en todos los rincones del planeta. Una película que se proyecta este viernes en el Cine Estudio del Círculo de Bellas Artes.
Entre las distinciones de la fotógrafa, un doctorado honoris causa por la Universidad de Castilla-La Mancha, un museo con su nombre en su localidad natal, un Premio Nacional de Fotografía, la medalla de oro al mérito en las Bellas Artes y también la del mérito en el Trabajo.
Cristina García Rodero lleva "cincuenta años haciendo realidad un sueño" y reflejando con su mirada cercana la dignidad humana, revelando con sus fotografías los sentimientos y las expresiones comunes a todas las culturas de la Tierra porque "la realidad siempre supera cualquier cosa que puedas imaginar".
Detalles de 'España oculta'
La fotógrafa Cristina García Rodero muestra 145 imágenes tomadas antes de 1989
La Sala Picasso del Círculo de Bellas Artes acoge la exposición
Se puede ver en Madrid del 16 de mayo al 18 de agosto
España oculta también se mostrará en el Centro Cultural La Malagueta de la Diputación de Málaga, el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, el Museu Fundación Juan March de Palma y el IVAM Centre Julio González de Valencia.
El 17 de mayo a las 19h, en el Cine Estudio se proyecta el documental Cristina García Rodero. La mirada oculta, al acabar la cinta habrá un coloquio con la fotógrafa, la directora Carlota Nelson y el escritor Antonio Pradel.