Xi Jinping y Putin aseguran coincidir en "una solución política para Ucrania"
- El presidente ruso visita Pekín en el primer viaje al exterior de su quinto mandato
- Ambos reiteran su "asociación estratégica" y acusan a EE.UU. de amenazar a sus países
El presidente chino, Xi Jinping, ha trasladado este jueves en Pekín a su homólogo ruso, Vladimir Putin, que China es partidaria de una solución política para la guerra de Ucrania. Putin ha asegurado que Rusia está de acuerdo, sin dar detalles adicionales.
Ambos han incidido en la fortaleza de la "asociación estratégica" entre ambos países, y han acusado a Estados Unidos de varios movimientos que consideran amenazadores.
Putin ha elegido al aliado con el que asegura compartir "una amistad sin límites" para su primer viaje al extranjero desde que tomó posesión para su quinto mandato presidencial. El presidente ruso ha aterrizado en Pekín en una visita de dos días a China que coincide con un momento crítico en el frente Ucraniano, en plena ofensiva rusa; una situación que ha obligado al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a cancelar su gira internacional.
Relaciones "fortalecidas"
"Pese a algunos altibajos, nuestras relaciones han ido fortaleciéndose y han resistido la prueba del cambiante panorama internacional. Somos un buen ejemplo para otras potencias en cuanto a respeto y franqueza. El desarrollo de nuestros lazos favorece a la paz, la estabilidad y la prosperidad de la región y del mundo", ha dicho Xi en una reunión a puerta cerrada que han mantenido este jueves.
"La relación entre China y Rusia hoy en día se ha ganado con esfuerzo, y las dos partes deben valorarla y fomentarla", ha agregado.
Asimismo, Xi ha aseverado que China está dispuesta a trabajar con Rusia "para seguir siendo un buen vecino, un buen amigo y un buen socio que confían el uno en el otro".
Por su parte, Putin ha afirmado que "juntos defendemos los principios de un orden mundial justo y democrático que refleje las realidades multipolares y esté basado en la ley internacional".
Acusaciones a EE.UU.
En el comunicado conjunto posterior a la cumbre, ambos países han señalado a Estados Unidos, a quien ha recriminado movimientos amenazantes.
"Las partes reiteran su grave preocupación por los intentos de EE.UU. de perturbar el equilibrio de seguridad estratégica en la región", asegura el comunicado, en su versión rusa traducida por Reuters.
Citan, por ejemplo, el establecimiento de misiles en varias partes del mundo.
Además, ambos gobiernos se comprometen a aumentar la escala de sus maniobras militares conjuntas.
La visita de Putin tiene lugar un día después de que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, anunciara en Kiev una partida adicional de 2.000 millones de dólares (unos 1.837 millones de euros) para ayudar a Ucrania a adquirir armamento de Estados Unidos y de otros países e incrementar la capacidad de producción de su propia industria militar.
"Una amistad sin límites"
Esta es la segunda visita de Putin en menos de un año, tras el viaje que realizó en octubre de 2023 con motivo del III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda, lo cual algunos analistas consideran una nueva indicación del creciente alineamiento entre ambos países para continuar sus negocios y promover un nuevo orden "multipolar".
Para el mandatario chino, la visita es una oportunidad de mostrar que su afinidad con Putin no ha comprometido su capacidad para mantener relaciones con Occidente, especialmente después de que Washington solicitara a Pekín que no suministre componentes que puedan ser utilizados en la guerra.
El gigante asiático, que no ha condenado la invasión, ha negado tener vínculos militares con Rusia, pero ha solicitado la realización de una conferencia "reconocida por todas las partes" para retomar el diálogo. Sin embargo, las bases para la paz presentadas por China suscitaron rechazo por parte de Kiev y de sus aliados occidentales.
En febrero de 2022, poco antes del comienzo de la guerra en Ucrania, Xi y Putin proclamaron en Pekín una "amistad sin límites". Desde entonces, han defendido que su relación "no amenaza a ningún país" y que "hace avanzar la multipolarización del mundo" en contraposición al "hegemonismo" estadounidense.