Coronel Santayana, sobre el rumbo de la guerra: "Incluso ganando, Ucrania enfrenta graves problemas demográficos"
- El coronel José Pardo de Santayana, director interino del Instituto de Estudios Estratégicos, analiza el rumbo de la guerra
- Sigue en directo la actualidad de la guerra en Ucrania
Ucrania dispara con muchas armas occidentales, pero quienes combaten son sus hombres, y le faltan. Por eso el Gobierno ha aprobado una nueva ley de movilización. El reclutamiento es impopular porque rebaja la edad de alistamiento de los 27 a los 25 años y no prevé la vuelta a casa de los hombres movilizados desde la invasión. Según sondeos, solo el 30% de los civiles están dispuestos a ir al frente.
El Gobierno intenta preservar a los más jóvenes, justo los más aptos para los esfuerzos de la guerra, pero también, el bien más escaso de un país con la población gravemente mermada. De todo ello hablamos con el coronel José Pardo Santayana, director interino del Instituto de Estudios Estratégicos.
PREGUNTA: ¿En qué situación se encuentra la guerra de Ucrania?
RESPUESTA: Ha degenerado en una guerra de desgaste. Esto es muy evidente y es una mala noticia para todos. Pero, además, favorece a Rusia frente a Ucrania, porque es un país que tiene mucha más población, más recursos, una industria militar más poderosa y mucha más capacidad, en principio, según parece, de aguantar una guerra que se pueda alargar.
P: ¿Cómo analiza lo que está ocurriendo en el campo de batalla?
R: Hay varios frentes. Por un lado, está la campaña a distancia, en la que por medio de misiles y de drones, ambas partes, pero sobre todo Rusia, está haciendo mucho daño a la infraestructura energética, militar e industrial de Ucrania. En tierra, estamos viendo cómo desde finales de otoño, cambiaron las tornas. Hemos pasado de una ofensiva ucraniana que, poco a poco, se iba frenando. Ahora son los rusos quienes han empezado poco a poco también a una fase ofensiva. Y en esa ofensiva vemos cómo muy despacio, día a día, ganan muy poco terreno. Pero también vemos cómo esa ganancia territorial va siendo progresivamente mayor. En principio no es la ofensiva de la que se ha estado hablando de cara al verano, sino una ofensiva preparatoria que pretende conseguir unas posiciones ventajosas para cuando se lance la ofensiva que se espera pueda ocurrir de aquí a dos o tres semanas.
P: ¿Cómo cree que va a ser esa ofensiva?
R: Yo creo, y lógicamente puedo equivocarme, que esta ofensiva va a tener más éxito que la que lanzaron los ucranianos el año pasado. Lo que es muy difícil de evaluar es el grado de ese éxito. Pero vemos que Rusia tiene unas condiciones militares más favorables, en este momento, que las que en la fecha equivalente tenía Ucrania el año pasado, donde básicamente lo que jugaba más en contra de Ucrania era el que no contaba con superioridad aérea, que sí posee Rusia en esta ofensiva.
P: ¿Dónde cree que se lanzaría? ¿En el nuevo frente de Járkov, en el Donbás?
R: En principio, los rusos parece que donde están concentrando sus tropas para lanzar una ofensiva es precisamente en el Donbás. Y la zona que parece más favorable es Avdivka. Pero como están atacando en muchos puntos a la vez, dependerá también del lugar donde consigan ventajas tácticas para al final intentar lanzar esa operación. Cabe la posibilidad de que sea una doble ofensiva lanzada, una parte, desde el Donbás, y otra desde la frontera a la altura de Járkov. Aunque eso podría ser, yo creo, más adelante. Ahora mismo parece que el centro de gravedad de la ofensiva está todavía centrado en el Donbás desde Avdivka.
P: ¿Qué movimiento podría intentar Rusia? ¿Avanzar hacia Konstantinovka y Kramatorsk?
R: Bueno, depende del éxito que tengan. Podrían romper el frente e intentar marchar en dirección hacia el noroeste, pero, según las dificultades que encuentren, también podrían maniobrar a ambos flancos y combinar, por ejemplo, una ofensiva con otra que viniese desde Chasiv Yar. Eso sería otra posibilidad. Pero eso yo creo que es demasiado aventurado intentar adelantar qué va a ocurrir, porque eso lo irán diciendo las operaciones militares en el día a día o en semana a semana.
P: ¿Es también aventurado predecir dónde podría detenerse el empuje ruso en caso de que consiga romper las líneas ucranianas?
R: Un mínimo objetivo que se estarán planteando el alto mando ruso será incorporar todos los territorios de las provincias que fueron declaradas rusas dentro de la parte dominada militarmente por ellos, excepto la parte de esas provincias que está al otro lado del río Dniéper. Eso ya se podría vender desde el punto de vista ruso como un primer objetivo. Si pudieran, lógicamente querrían avanzar aún más e incorporar incluso la ciudad de Járkov, apoyando la línea de avance entre el río y la frontera, y buscando también acortar todo lo posible la parte de frente que no es fluvial, para evitar que el número de tropas empeñadas tenga que ser muy importante. Llegar hasta Kiev, que algunos todavía lo mencionan, yo creo que son palabras mayores. Pienso que si llegasen a Poltava, donde además se podrían apoyar en un río, eso sería ya un éxito para Rusia. Lo que sí que sabemos es que la obsesión del alto mando ruso es Odesa. Pero eso queda para otro momento.
P: ¿Cuáles son los mayores desafíos para Ucrania?
R: Ucrania tiene serios problemas porque le falta munición y Rusia está combatiendo con una ventaja clara de munición de artillería. Escasea también la defensa antiaérea, y están con dificultades de personal para hacer las rotaciones y para completar las unidades. Son conscientes de que, en este momento, si se lanza una ofensiva, podrían sufrir una derrota. El tiempo dirá si esto ocurre o no.
P: ¿El mayor problema de Ucrania es de armas y municiones, o de efectivos?
R: En este momento, si la tropa que Ucrania tiene desplegada estuviese bien armada y dispusieses de todos los recursos, yo creo que Ucrania estaría en condiciones de poder pensar en contener esta ofensiva. Claro, si además tuviese más personal movilizado y mejores condiciones, podría incluso pensar en una posible ofensiva más adelante. Pero adolece de ambas cosas, no tanto de personal como de equipo militar.
P: ¿En qué situación demográfica se encuentra Ucrania?
R: A largo plazo, si la guerra se alarga mucho, Ucrania tendrá problemas demográficos muy serios, porque es un país que tiene una distribución demográfica muy extraña. La generación de poco más de veinte años es la menos populosa de todas, incluso es casi tres veces menor que la de hombres de 40 y pocos años. Esto quiere decir que, si pierde esa población en la parte masculina como consecuencia de la guerra, y la parte femenina como consecuencia de la emigración (que luego no vuelvan, como los niños, que se dice que incluso el 50% de los niños ucranianos por debajo los diez años ya está fuera de su país), pues después de la guerra tendría serias dificultades para poder afrontar el futuro sin una generación joven. Y además ocurre una circunstancia, y es que no conocemos ningún caso en que, después de la guerra, la nación que ha tenido que enfrentarse a la reconstrucción del país tuviera una falta de generaciones jóvenes. No sabemos cómo se comportará una población que no tiene jóvenes y que no tiene descendientes, hijos y nietos para luchar después de una guerra, para salir adelante. Porque una de las grandes razones por las que una nación lucha después de una guerra es precisamente porque está pensando en sus hijos, en las nuevas generaciones.
P: ¿No es eso lo que está haciendo Ucrania ahora, luchar por su futuro?
R: Sí, y precisamente por eso, estamos viendo estas extrañas políticas de movilización en Ucrania, que hasta ahora reclutaba a personal desde los 27 años y, ahora, ya desde los 25, cuando lo normal es movilizar para la guerra a los hombres más jóvenes.
P: ¿Cómo sería una movilización en un país con otra curva demográfica?
R: Normalmente, a la guerra se moviliza a personas con edades entre los 18 años hasta los 30 y tantos años. La razón es que las personas más jóvenes son normalmente las generaciones de las que hay más población y, además, son las personas mejor capacitadas para soportar los esfuerzos militares. Al mismo tiempo, tiene que haber una parte de la población que siga trabajando en las fábricas y manteniendo el Estado en funcionamiento, y eso lo hacen hombres de mayor edad. Esto en Ucrania no está ocurriendo precisamente por esa circunstancia extraña de que hay una generación muy escasa y muy limitada, en términos numéricos, de hombres de poco más de veinte años. Si perdiera a esa población, perdería también el futuro.
P: ¿Ucrania se está jugando la existencia?
R: Ucrania está en una guerra existencial. Si pierde la guerra, el país quedará muy afectado. Puede perder una parte significativa del territorio y, al mismo tiempo, si se alarga mucho la guerra, por razones demográficas, también se puede enfrentar a la incapacidad de afrontar el futuro.
P: ¿Incluso ganándola?
R: Incluso ganando, sí.