La vida del primer ministro eslovaco ya no corre "peligro inmediato" pero su estado sigue siendo "grave"
- Robert Fico permanece en "estado estable" tras recibir cuatro impactos de bala y ser operado en dos ocasiones
- El presunto agresor ha sido enviado a prisión provisional y se enfrenta a una pena de entre 25 años y cadena perpetua
El primer ministro eslovaco, el nacionalista de izquierdas Robert Fico —que resultó herido tras ser tiroteado el pasado miércoles—, está fuera de peligro pero su estado sigue siendo "grave" y necesita "cuidados intensivos", ha asegurado el vicepresidente del Gobierno, Robert Kalinak.
"Ya no hay peligro inmediato para su vida, pero su estado sigue siendo grave y necesita cuidados intensivos", ha señalado Kalinak en una comparecencia a las puertas del hospital de Banská Bystrica, donde Fico, de 59 años, se encuentra ingresado después ser alcanzado por cuatro balas en un ataque efectuado por un hombre de 71 años descontento con las políticas del Gobierno. El atentado se produjo cuando el primer ministro eslovaco abandonaba un Consejo de Ministros celebrado en la localidad de Handlová, en el centro del país.
"Podemos considerar que su estado es estable y que el pronóstico es positivo", ha añadido el también ministro de Defensa, quien ha asegurado que "ahora todos nos sentimos un poco más tranquilos".
Kalinak ha dicho a los periodistas que la condición de Fico, operado en dos ocasiones tras el tiroteo, aún era demasiado grave como para considerar trasladarlo a un hospital de la capital, Bratislava, pero que los peores temores habían pasado por ahora. "Cuando decíamos que queríamos acercarnos a un pronóstico positivo, creo que estamos un paso más cerca de eso", ha indicado.
El presunto agresor, enviado a prisión
El agresor, Juraj Cintula, fue enviado el sábado a prisión preventiva tras declarar ante el Tribunal Penal Especializado de Eslovaquia, acusado de intento de asesinato premeditado, por lo que se enfrenta a una condena de entre 25 años y la cadena perpetua.
Cintula, que actuó en solitario, reconoció su autoría en el interrogatorio policial, en el que aseguró haber actuado porque no le gustan las políticas de Fico, pero también que pretendía hacerle daño pero no matarlo. En el pasado tuvo vínculos con una organización paramilitar de extrema derecha y ha manifestado opiniones racistas contra los gitanos, aunque también fundó una organización pacifista.
La polarización política y social ya existente desde antes de la pandemia de la COVID en Eslovaquia —país miembro de la Unión Europea y de la OTAN— ha aumentado desde el regreso al poder de Fico el pasado mes de octubre, al frente de una coalición de nacionalistas de izquierdas y ultraderechistas.
Medidas de Fico como la abolición de la Fiscalía anticorrupción, que investigaba a miembros de su partido; su plan para eliminar la radiotelevisión pública, que considera poco patriótica; o las restricciones a las ONG, siguiendo el modelo ruso, han provocado masivas protestas ciudadanas animadas por la oposición progresista.