¿Qué sucede en la República Democrática del Congo? Claves de un golpe frustrado
- El líder del Movimiento Nuevo Zaire, Christian Malanga, fue abatido por los cuerpos de seguridad congoleños durante el ataque
- Entre los rebeldes detenidos hay un ciudadano británico y tres estadounidenses, incluyendo al hijo de Malanga
Los cuerpos de seguridad de la República Democrática del Congo (RDC) frustraron este domingo un ataque armado contra el Palacio de la Nación, donde reside el presidente Felix Tshisekedi, y las viviendas de varios miembros del Ejecutivo, incluyendo al primer ministro y el ministro de Defensa. En lo que las autoridades congoleñas definen como un intento de golpe de Estado, alrededor de medio centenar de hombres lograron ocupar brevemente el Palacio de la Nación vestidos de camuflaje.
Las fuerzas congoleñas abatieron al líder del grupo rebelde Movimiento Nuevo Zaire, Christian Malanga, y a otro rebelde en Kinshasa, la capital congoleña. Entre los 40 hombres detenidos se encuentran un británico y tres ciudadanos de Estados Unidos, según el portavoz del ejército de la RDC, Silvain Ekenge.
El portavoz de Kamerhe, Moto Muhima, detalló en X la muerte de dos guardias de seguridad durante la ofensiva. Según Ekenge, Malanga, cuyo cuerpo ensangrentado aparece con su nombre tejido en su uniforme en un video compartido por el ejército del país, realizó un primer intento de golpe en el 2017.
Del exilio en EE.UU. al ataque al palacio presidencial
Christian Malanga, político exiliado que había obtenido la nacionalidad de EE.UU., se refería a sí mismo como el "presidente de Nueva Zaire", según lo que publicaba en su página web, donde detalla sus planes como futuro mandatario del país, aunque no se menciona la posible toma forzosa del puesto. En una página de Facebook aparentemente administrada por Malanga, aparece el cabecilla del movimiento junto a varios hombres armados en lo que parece la antesala del ataque, explicando en la lengua lingala que los "militantes" estaban "cansados" de la administración de Tshisekedi y Vital Kamerhe, diputado cercano al presidente cuya casa también fue atacada.
Uno de los estadounidenses arrestados es el hijo de Malanga, Marcel, y otro que ha sido identificado como Benjamin Zalman-Polun, según un pasaporte mostrado por los medios de comunicación locales, que describieron al susodicho como un emprendedor en el campo de la marihuana medicinal que además estaba involucrado en iniciativas de minería junto a Malanga.
El Ejército ha publicado un video en el que los supuestos participantes en el asalto, dos de los cuales tienen piel blanca, se encuentran sentados en el suelo, vigilados por los guardias armados. En otro video, uno de los detenidos, identificado como un reclutador de Malanga, explica que el líder del grupo planeaba autodeclararse presidente y que le decía a sus fuerzas que contaban con el apoyo de los norteamericanos, aunque, según el mismo hombre, no lo tenían.
La embajadora estadounidense en la RDC, Lucy Tamlin, expresó en su cuenta de X que se encontraba "en shock" ante las informaciones sobre la participación de ciudadanos de EE.UU. en el golpe, y aseguró que las autoridades de su país cooperarían para investigar los hechos e imputar a los responsables. También la embajadora británica, Alyson King, condenó los ataques.
Un país golpeado por el conflicto
El choque llega en un momento en el que el presidente Tshisekedi sigue enfrentado con rebeldes apoyados por el país vecino de Ruanda, especialmente el grupo conocido como M23, en un conflicto que ya lleva dos años activo y que amenaza con desbordarse por otras fronteras. Los mayores focos de violencia se encuentran en las regiones orientales del país, donde se concentran varios yacimientos ricos en oro, tungsteno y cobalto, necesario para hacer baterías de litio.
A pesar de la gran riqueza mineral del país, la RDC se encuentra entre los cinco países más pobres del mundo, de acuerdo con el Banco Mundial, donde una de cada seis personas vive en una situación de pobreza extrema. La situación de inseguridad en varias regiones y la precariedad económica también ha causado una ola de desplazamientos masivos, tanto internos como hacia otros países, como Angola.
También en el ámbito político se ha sucedido una serie de crisis. Una veintena de personas fueron asesinadas durante la temporada electoral en la que Tshisedeki resultó reelegido, y a seis semanas del nombramiento del primer ministro todavía no se ha alcanzado un acuerdo en el Parlamento para formar Gobierno.