Las incógnitas tras la solicitud del fiscal de la CPI: ¿podrían ser detenidos Netanyahu y los líderes de Hamás?
- La solicitud del fiscal de la CPI pasa ahora a la Sala de Cuestiones Preliminares para ser examinada por un panel de tres jueces
- Si las órdenes de detención son emitidas, sería la primera vez que un aliado de EE.UU. tendría que rendir cuentas
Si las órdenes de detención solicitadas este lunes por el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Jan, contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el líder de Hamás en Gaza, Yahya Sinwar, son finalmente emitidas será la primera vez en la historia del tribunal que un aliado de Estados Unidos y líder de una democracia al estilo occidental tendrá que rendir cuentas.
El equipo de procesamiento de la CPI también ha pedido emitir órdenes de arresto contra el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, así como para otros dos altos cargos de Hamás: el líder de las Brigadas Al Qassam, Mohammed Diab Ibrahim al Masri, y el jefe político de Hamás, Ismail Haniyeh.
El 7 de octubre Hamás llevó a cabo un ataque en territorio israelí que acabó con la vida de 1.200 personas y en el que tomó a unos 250 rehenes. Desde entonces, más de 35.500 palestinos han muerto y cerca de 80.000 han resultado heridos en la Franja de Gaza en la operación de respuesta del Ejército israelí, según datos del Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás.
El anuncio de la CPI es independiente del caso que lleva la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en el que Sudáfrica acusa a que Israel de estar cometiendo un genocidio en Gaza.
La Corte Penal Internacional se creó en 2002 para procesar a individuos responsables de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, crímenes de agresión y genocidio. Actualmente, cuenta con 124 Estados miembros y, aunque tiene el respaldo de la Asamblea General de Naciones Unidas, funciona de forma independiente.
¿Qué pasos tiene que dar ahora la CPI?
La Corte Penal Internacional ha estado investigando las acciones tanto de Israel en Cisjordania y Gaza durante los últimos tres años, como las de Hamás desde el 7 de octubre.
La solicitud de emitir órdenes de detención de Jan pasan ahora a la Sala de Cuestiones Preliminares de la CPI para ser considerada por un panel de tres jueces.
El plazo de este proceso puede variar, ya que a veces transcurren semanas y otras meses desde el momento en el que el fiscal solicita la orden de arresto y hasta que los jueces se pronuncian sobre ello.
“Hay que esperar a ver qué dice la Sala de Cuestiones Preliminares para ver si estiman que hay fundamento para emitir esas órdenes de arresto”, afirma a RTVE.es el exletrado de la Corte Internacional de Justicia, Carlos Espaliú. “Una vez la sala las emita hay que aprehender a los imputados y eso implicará grandes dificultades”, recalca el catedrático de Derecho Internacional de la Universidad de Nebrija, quien opina que el anuncio de Jan “da credibilidad al tribunal y da esperanza de justicia a las víctimas de todo esto”.
¿Por qué se les acusa de crímenes contra la humanidad y no por genocidio?
En su comunicado, Jan señala a Netanyahu y a su ministro de Defensa como sospechosos de haber cometido crímenes que incluyen hacer morir de hambre a civiles como método de guerra, asesinato, dirigir ataques intencionales contra civiles y exterminio.
El fiscal de la CPI afirma que su oficina tiene pruebas de que Israel ha “privado intencional y sistemáticamente a la población civil en todas partes en Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana”. Además, recalca que el país tiene derecho de defenderse, pero no “causando intencionalmente muerte, hambre, grandes sufrimientos y daños graves al cuerpo o la salud de la población civil”, algo que, según asegura, son actos criminales.
“Les acusa de crímenes contra la humanidad. A los pocos días del ataque de Hamás se veía que había cometido un crimen contra la humanidad. Cuando se ha visto la respuesta desproporcionada de Israel y las declaraciones que hicieron generales, el ministro de Defensa y otros miembros del Gobierno israelí sobre cómo había que comportarse con los gazatíes y, en particular, con la gente de Hamás se veía que podía ser constitutivo de delitos de la misma especie”, explica a RTVE.es la catedrática de Derecho Internacional Araceli Mangas.
“La respuesta de Israel bordea crímenes contra la humanidad y posiblemente genocidio, pero la CPI no ha iniciado las acusaciones por genocidio, sino por crímenes contra la humanidad, que es más claro”, detalla. “El genocidio es un delito muy especial y es una derivación del propio crimen contra la humanidad, que es el crimen más grave. Es la implicación de todo el Estado en el exterminio de otro pueblo y eso es más difícil de probar”, recalca.
Por su parte, la profesora de Derecho Internacional de Comillas ICADE, Susana de Tomás, afirma que “cuando se está refiriendo en la orden de detención de Netanyahu a hacer padecer a la población como método de guerra, implica que puede ir más allá, pero tiene que estar establecido ese plan político y que esa finalidad última sea eliminar a todos los palestinos”. “Habrá que esperar más a la finalización del conflicto para saber si verdaderamente se ocultaba también ese crimen de genocidio”, añade.
El fiscal de la CPI también acusa a los líderes de Hamás de haber cometido crímenes como exterminio, asesinato, toma de rehenes, violación, violencia sexual y tortura. Según el comunicado, Hamás ha infligido “un dolor insondable mediante una crueldad calculada y una insensibilidad extrema”. “Algunos de estos crímenes, en nuestra opinión, continúan hasta el día de hoy”, subraya el comunicado.
¿Podría Netanyahu salir de Israel?
La mayoría de los países del mundo —en total 124— forma parte del Estatuto de Roma por el que fue creada la CPI, que tiene sede en La Haya. Sin embargo, hay algunas excepciones notables, entre ellas Israel, Estados Unidos y Rusia.
En el caso de que el tribunal aceptara la solicitud de Jan y emitiera órdenes de arresto contra Netanyahu, Gallant y los tres jefes de Hamás, cualquier país que fuera miembro del Estatuto de Roma tendría que detenerlos y extraditarlos a La Haya.
Por esa razón, tanto el primer ministro israelí como su ministro de Defensa tendrían difícil y limitado viajar fuera de Israel, incluso a muchos países que están entre sus aliados más cercanos, como Alemania o Reino Unido.
“Las personas que sean objeto de esa orden internacional de detención pueden ser detenidas si salen de esos países. Nadie en su sano juicio piensa que Netanyahu va a ser detenido en Israel y que lo van a entregar a la Corte Penal Internacional”, comenta el profesor de Derecho Penal Internacional en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Manuel Ollé.
“Depende directamente primero de su Estado, que lógicamente los propios estados no los van a entregar, pero en segundo lugar, si tienen una movilidad y salen, depende de si el Estado que visiten quiera colaborar con la CPI. Si no hay una colaboración en este segundo caso, las órdenes serán papel mojado”, detalla el profesor, quien recalca que simbólicamente estas órdenes “tienen un papel muy importante”.
Por su parte, Espaliú también cree que es “prácticamente imposible que en la situación actual Israel entregue a Netanyahu y al ministro de Defensa”. “Netanyahu se lo pensaría mucho a la hora de ir a países que no sean aliados, como Estados Unidos. Eso no se producirá nunca”, asevera.
¿Qué pasaría con los líderes de Hamás?
Aunque Israel no es miembro de la CPI, el tribunal afirma tener jurisdicción sobre la Franja de Gaza, Jerusalén Este y Cisjordania, ya que en 2015 los líderes palestinos acordaron regirse por los principios fundacionales de la corte.
“Palestina es considerada como parte en el estatuto de la CPI. El tribunal tiene jurisdicción en los territorios ocupados, pero no hay una autoridad nacional clara política que pueda llevar a cabo esos arrestos para llevar ante la justicia a los líderes de Hamás que han sido imputados”, afirma Espaliú.
Por su parte, Mangas señala que en el caso de los militantes de Hamás, “el presidente palestino Mahmud Abás sí que estaría obligado a entregar a las personas que aparecieran en la orden de detención con nombres y apellidos”. “Palestina ha sido admitida como Estado parte de la CPI”, subraya.
Además, los tres líderes de la milicia islamista nombrados en el comunicado de al CPI han sido designados oficialmente como terroristas globales por Estados Unidos, lo que supone que no pueden viajar al país, se les congelan activos y se les aplican sanciones.
¿La CPI ha juzgado a otros jefes de Estado y de Gobierno?
En 2023, la CPI emitió una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladímir Putin, a quien acusa de ser responsable del secuestro de niños de Rusia a Ucrania. Un movimiento al que el mandatario respondió emitiendo órdenes de arresto en territorio ruso contra Jan y los jueces de la CPI.
Otros líderes acusados por el tribunal incluyen al derrocado dictador de Sudán Omar al Bashir, por ser responsable de genocidio y quien fue entregado a la CPI por el Consejo de Ministros sudanés.
Por su parte, el exlíder libio Muammar al Gadafi fue capturado y asesinado por rebeldes poco después de que el tribunal emitiera una orden de arresto en su contra por cargos relacionados con la brutal represión de las protestas antigubernamentales.
“Se ha podido ejercer su jurisdicción a través de las correspondientes emisiones de la Fiscalía de las órdenes de detención y puesta a disposición judicial, pero se ha producido siempre en relación con los Estados africanos. Por eso se ha llegado a pensar si estábamos ante una Corte Penal individual para el continente africano y no para el resto”, explica De Tomás.
¿Qué efecto pueden tener en la CPI las amenazas y advertencias desde Israel y EE.UU.?
Tras el anuncio de Jan, Netanyahu ha calificado al fiscal de la CPI como uno de “los grandes antisemitas de los tiempos modernos” y, tan solo horas después, el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, anunció que se establecerá un centro de mando especial para luchar contra la decisión del tribunal que, según él, pretende atar las manos del Estado de Israel y negarle el derecho a la autodefensa.
Desde Estados Unidos, algunos congresistas han amenazado con represalias contra la CPI si emiten las órdenes de detención. El secretario de Estado, Antony Blinken, ha rechazado la decisión de la corte, que asegura que no tiene jurisdicción sobre el asunto.
A pesar de las amenazas y advertencias que han recibido, Ollé asegura que “tanto el fiscal Jan como todos los miembros de su oficina gozan de absoluta independencia e imparcialidad". “Estas amenazas y advertencias no les va a producir ningún efecto”, comenta.
En este sentido, Espaliú explica que la CPI no tiene “ninguna forma de defenderse” de estas amenazas “excepto con el uso de la razón”. “Israel ya había amenazado a la CPI para que no emitiera estas decisiones, pero afortunadamente hemos visto como al fiscal no le ha temblado la mano, ha sido valiente y ha decidido seguir adelante con su investigación hasta el final”, subraya.