Rishi Sunak convoca elecciones anticipadas en Reino Unido el próximo 4 de julio por sorpresa
- "Es el momento para Reino Unido de decidir su futuro", ha indicado el mandatario desde Downing Street
- Los laboristas parten como favoritos para retomar el poder tras 14 años de gobierno conservador
El primer ministro británico, Rishi Sunak, ha convocado este miércoles elecciones anticipadas en Reino Unido el 4 de julio. Se trata de una esperada decisión que ha despertado rumores durante toda la jornada, pero que ha cobrado fuerza después de que el ministro de Exteriores, David Cameron, haya adelantado su vuelta de un viaje a Albania. En su anuncio, el mandatario se ha aferrado a una reciente bajada de la inflación para defender su política económica de cara a unos comicios en los que los laboristas parten como favoritos para arrebatarle el poder.
"Es el momento para Reino Unido de decidir su futuro", ha indicado Sunak en una comparecencia bajo la lluvia desde la puerta de su residencia oficial en Downing Street, justo antes de anunciar que ya había solicitado al rey Carlos III la disolución de las cortes y la convocatoria de elecciones para el 4 de julio. El Parlamento se suspenderá el viernes, tal y como ha informado la oficina del primer ministro tras su comparecencia.
Sunak ya había adelantado que los comicios se celebrarían en la segunda mitad del año, algo en lo que también ha insistido este miércoles desde el Congreso. "Alerta de spoiler: va a haber elecciones generales en el segundo semestre de este año", ha dicho el mandatario ante los parlamentarios, sin dar pistas sobre una fecha que ha sido anunciada horas después.
"Estos son tiempos inciertos que requieren de un plan claro y una acción fuerte para un futuro seguro [...] y tendréis que elegir en estas elecciones quién tiene ese plan, quién está preparado para liderar esa acción y asegurar un mejor futuro para nuestro país y nuestros niños", ha dicho el mandatario antes de añadir que, aunque no puede afirmar que lo han hecho "todo bien", su partido tiene un plan y está dispuesto a "tomar las medidas audaces necesarias para que nuestro país prospere".
El primer ministro ha defendido estar dispuesto a hacer lo que es necesario para el país y "no lo que es fácil", añadiendo que no puede "decir lo mismo de los laboristas" porque "no sé lo que ofrecen y creo que vosotros tampoco".
El líder laborista ve una "oportunidad para el cambio"
El líder del opositor Partido Laborista ha asegurado que las elecciones de julio darán al país la oportunidad de poner fin al "caos" del Ejecutivo de Sunak y que suponen "una oportunidad para el cambio". "Un voto por los laboristas es un voto por la estabilidad económica y política [...], un voto para detener el caos", ha añadido Starmer.
Los laboristas llevan unos 20 puntos de ventaja en las encuestas y se espera que vuelvan al poder tras 14 años de liderazgo conservador en Reino Unido. El partido de la oposición cuenta con un 44% de intención de voto, según los sondeos, frente al 23% de los conservadores.
"Tenemos una campaña totalmente organizada y operativa lista para salir y creemos que el país pide a gritos unas elecciones generales", ha declarado antes del anuncio el portavoz del líder laborista, en declaraciones recogidas por Reuters.
Sunak estaba obligado a convocar comicios antes del 28 de enero, día en que finaliza la legislatura, aunque podía hacerlo cuando quisiera. Por ello, con la caída de la inflación al 2,3% en abril, el líder conservador ha podido argumentar que ha enderezado la economía británica, una de sus prioridades de gobierno.
"La inflación ha vuelto a donde debería estar", ha dicho el primer ministro este mismo miércoles, antes de su anuncio, en una publicación en X acompañada de un gráfico con los últimos datos. Después, desde Downing Street, ha insistido en que la economía británica "crece ahora más rápido de lo que nadie predijo, superando a Alemania, Francia y Estados Unidos" y ha repetido que "esta mañana se ha confirmado que la inflación ha vuelto a la normalidad".
Sunak llegó al poder el pasado octubre, tras semanas de inestabilidad que acabaron con la dimisión de Lizz Truss, menos de 44 días después de que asumiera el cargo, el 9 de septiembre. A su llegada, situó la economía como su principal prioridad y advirtió de los "errores" del proyecto económico de su predecesora, que provocó un notable caos en los mercados financieros del país.