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'El anillo de la serpiente', un cómic sobre la culpa que arrastran los alemanes por el nazismo

  • La alemana Anna-Lina Mattar nos cuenta la historia de su familia en esta premiada novela gráfica
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Detalle de la portada de 'El anillo de la serpiente'
Detalle de la portada de 'El anillo de la serpiente'

Anna-Lina Mattar (Colonia 1990) es una dibujante que vive en España desde los cuatro años. Ahora ha indagado en la historia de su familia a través de los recuerdos de su padre, que, por ser alemán, todavía se siente culpable del nazismo y sus terribles consecuencias. Una historia familiar que ha recreado en El anillo de la serpiente (Garbuix Books), con la que ha conseguido el Premio Valencia de Novela Gráfica 2023 de la Fundació Alfons el Magnànim.

“Con mi padre no puedo sacar el tema de la Segunda Guerra Mundial sin que se eche a llorar –nos confiesa la autora-. Aunque nació en 1946, después de la Segunda Guerra Mundial, su infancia transcurrió entre ruinas y creo que eso le marcó muchísimo”.

“Además –añade Anna-Lina-, creo que, tras la guerra, Alemania hizo un trabajo muy importante para que exista esa cultura de que algo como el Holocausto no puede volver a pasar. Creo que lo grabaron en la mente de todos los alemanes”.

“Pero –continúa-, una de las preguntas a las que intento responder con el cómic es qué pasa con los jóvenes alemanes actuales o los que no vivimos allí. Creo que, en mi caso, el hecho de criarme fuera, me ha hecho reflexionar más sobre qué significa ser alemán. Mi padre siente esa culpa por ser alemán y creo que, de alguna manera, nos la ha transmitido”.

Página de 'El anillo de la serpiente'

Página de 'El anillo de la serpiente'

La historia del anillo de su abuela

El cómic comienza con la muerte, en 2011, de la abuela de Anna-Lina. Cuando su padre descubre que no la enterraron con un anillo (con forma de serpiente) que se encontró al final de la II Guerra Mundial y que nunca se quitó, se lleva un gran disgusto. Y eso les hará rememorar la historia familiar.

“Al principio no quería hablar sobre ese sentimiento de vergüenza por ser alemán –nos confiesa la dibujante-. Eso surgió a mitad del proyecto. Mi primera idea fue contar la historia de ese anillo que encontró mi abuela y que para ella fue siempre un símbolo de esperanza. Por eso no se lo quitó nunca”.

“Por eso fue tan duro para mi padre –continúa-, que alguien, al que no voy a acusar aquí, se quedara ese anillo. Mi padre intentó hablar con esa persona para explicarle de donde venía el anillo y lo importante que era para mi abuela, pero le dio igual. Y eso para mi padre fue un gran disgusto, porque además es joyero”.

“Es un anillo valioso –nos explica Ana-Lina-, no solo por la antigüedad, sino también porque era de oro y tenía un pequeñísimo diamante en la cabeza. Pero, más allá del valor monetario, para mi padre era imprescindible que a mi abuela la enterrasen con ese anillo que fue tan importante para ella”.

Página de 'El anillo de la serpiente'

Página de 'El anillo de la serpiente'

La vida en un pequeño pueblo alejado de las batallas

El cómic transcurre en un escenario poco habitual en las historias sobre la Segunda Guerra Mundial. “Quería contar cómo había vivido mi abuela esa guerra –nos cuenta la dibujante-, ya que residía en un pueblo muy pequeño en el que casi ni se enteraron, porque tenían todo lo que necesitaban: gallinas, un huerto… Quería hablar de esa experiencia tan alejada de los bombardeos de las grandes ciudades y de todo lo que supuso el nazismo y la guerra”.

“Porque en el pueblo no murió nadie –añade-, solo vivían la guerra a través de los hombres que se iban y no volvían. O cuando veían pasar los aviones. También renunciarían a cosas y alimentos de fuera, pero su vida no cambió demasiado”.

Lo que si notaron sutilmente en el pueblo fue ese auge del nazismo: “Sobre todo lo notaron porque a la salida del pueblo estaba uno de los campos militares de entrenamiento más grandes se Alemania –nos explica Anna-Lina-. Y aumentó mucho el ir y venir de soldados a la zona. Incluso en la casa de mi abuela alojaron a soldados”.

Página de 'El anillo de la serpiente'

Página de 'El anillo de la serpiente'

Una numerosa familia

Como comentábamos, el cómic también es la historia de su familia, desde sus bisabuelos. “Mi abuela tenía nueve hermanos. En aquella época era más normal que ahora porque mis bisabuelos tuvieron otros matrimonios e hijos fuera del matrimonio antes de juntarse. De hecho, mi abuela solo tenía una hermana de sangre, los otros ocho venían de otros sitios”.

Pero… ¿Cómo acabaron los padres de Anna-Lina en Mallorca? “Yo nací en Colonia y ellos emigraron a Mallorca cuando yo tenía cuatro años. Y fue completamente en contra de mi voluntad (ríe). Los dos trabajaban un poco en todas partes y les daba igual donde tuvieran el campamento base, solo querían una vida más tranquila”.

“En cuanto a mi abuela –añade-, confieso que nunca tuve mucha relación con ella. Venía a visitarnos a Mallorca, nosotros íbamos a Alemania, pero para mí solo era una señora que se pasaba el día tejiendo. Solo ha sido a raíz de este libro, cuando he tenido que investigar sobre ella, cuando he descubierto a una mujer espectacular y que tenía esta gran historia para contarnos”.

Lo que si notaba Anna-Lina, cuando era una niña, es que en su casa “no se cantaban villancicos ni se hacía nada que por un segundo pudiese parecer una exaltación de la cultura alemana”. “He sido consciente de eso cuando he sido más mayor –nos cuenta-. Cuando iba a casa de mis amigos en Navidad me daba cuenta de que ellos se sabían cincuenta villancicos y yo no ninguno. Tampoco celebrábamos mucho la navidad y esas fiestas”.

Página de 'El anillo de la serpiente'

Página de 'El anillo de la serpiente'

“Si no hay memoria no puede haber reparación”

Este cómic llega en medio del debate sobre la Memoria Histórica y la Guerra Civil que seguimos teniendo en España. “En Alemania nunca ha habido este debate porque creemos que esas cosas que pasaron no pueden olvidarse. Se tienen que recordar, resignificar y mostrar de distintas formas, pero nunca borrarse. Para mí es fundamental que después de un conflicto haya una reparación y si no hay memoria, para mí no puede haber reparación”.

Por eso a Anna-Lina Mattar le preocupa el auge de los extremismos en Europa: “Es muy decepcionante, sobre todo porque está pasando en todas partes, desde España a Alemania, donde después de la Segunda Guerra Mundial se hizo un trabajo muy exhaustivo sobre esa memoria histórica. Lo peor es que 90 años después tengamos los mismos problemas”.

Página de 'El anillo de la serpiente'

Página de 'El anillo de la serpiente'

“Mi padre todavía está procesando lo de aparecer en el cómic”

Preguntamos a Anna-Lina qué opina su padre de haberse convertido en un personaje de cómic: “Creo que todavía lo está procesando. Tampoco sé si entiende del todo la importancia de esta historia, porque es su historia. Así que creo que le gusta, pero no me lo ha terminado de decir, porque también le da como un poco de vergüenza”.

Destacar que, gráficamente, este cómic es muy diferente de los anteriores, como Almíbar (2018) o En el ombligo: diarios de guerra y paz en Colombia (2021).

Me encanta el blanco y negro puro, muy contrastado –nos confiesa-. Yo vengo del mundo del grabado y me sale de una manera muy natura. Aunque, en algunas partes, he querido dar unos toques de color, porque me recuerda un poco a esas cartas de menú, como desteñidas, lo que me parece un toque como muy nostálgico”.

“He usado esos toques de color azules, amarillos y rojos, como desteñidos por el sol, en las escenas más amables del cómic. Lo demás lo he trabajado en blanco y negro puro”.

Además, también se ha encargado de la rotulación del cómic: “No me lo imagino de otra manera, porque para mí es fundamental que los dibujos y los textos tengan un equilibrio. Si lo rotula otra persona no sé si me va a gustar o no. Además, así puedo ir modificando los textos hasta el último momento, porque suelo cambiar mucho de idea”.

En cuanto a sus proyectos, Anna-Lina Mattar nos avanza: “Tengo varias cosas en mente, pero todas en fases muy primarias, así que no puedo contaros nada”. 

Portada de 'El anillo de la serpiente'

Portada de 'El anillo de la serpiente'