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Carlo Acutis, el primer 'santo milenial' de la Iglesia Católica por su apostolado en internet

  • El papa ha aprobado el milagro que permite canonizar al joven angloitaliano fallecido por un cáncer en 2006

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Una niña visita el templo donde se encuentra el cuerpo de Carlo Acutis, fallecido a los 15 años por una leucemia en 2006.
Una niña visita el templo donde se encuentra el cuerpo de Carlo Acutis, fallecido a los 15 años por una leucemia en 2006. REUTERS / Matteo Berlenga

El papa Francisco ha aprobado —18 años después de la muerte de Carlo Acutis— el milagro necesario para que se convierta en el primer santo milenial de la Iglesia Católica y, con toda probabilidad, el patrón de Internet.

El jueves pasado, 23 de mayo, el papa recibía al prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos —el cardenal Marcello Semeraro— y le autorizaba a promulgar el decreto relativo al milagro atribuido al beato Carlo Acutis. O lo que es lo mismo, aprobaba el hecho sobrenatural atribuido a la intercesión de Carlo Acutis para elevarlo definitivamente a los altares como santo.

El siguiente paso será fijar la fecha para la ceremonia de canonización. Carlo Acutis falleció en 2006 por una leucemia fulminante cuando tenía 15 años. Su cuerpo se venera casi incorrupto en un templo de Asís.

El milagro: accidente de una niña en bicicleta

Entre los numerosos peregrinos que acuden a la tumba de Carlo Acutis, el 8 de julio de 2022, un viernes, había también una mujer, Liliana, de Costa Rica. Se arrodilla, reza y deja una carta con palabras de esperanza que envuelven la peor angustia de una madre. Aquí comienza la extraordinaria historia del milagro que conducirá a la canonización de Carlo.

Seis días antes, el 2 de julio, su hija se cayó de la bicicleta por la noche cuando volvía a casa, en el centro de Florencia, donde la niña estudia desde 2018. Las noticias que llegan del hospital Careggi son de las que te rompen por dentro. Traumatismo craneoencefálico muy grave, operación de craneotomía, extirpación del hueso occipital derecho para aliviar la presión, esperanza de supervivencia casi nula. Ese 2 de julio, la secretaria de Liliana comienza a rezar al Beato Carlo Acutis.

El santo milenial se ha convertido en un ejemplo para muchos jóvenes católicos.

El santo milenial se ha convertido en un ejemplo para muchos jóvenes católicos. REUTERS / Matteo Berlenga

El 8 de julio la propia Liliana se dirige a Asís. Ese mismo día, el hospital informa: Valeria ha reanudado espontáneamente la respiración, al día siguiente empieza a moverse de nuevo y habla parcialmente. A partir de entonces es uno de esos casos en los que los protocolos médicos pasan a un segundo plano.

El 18 de julio la tomografía computarizada muestra que la hemorragia ha desaparecido, y el 11 de agosto la niña es trasladada a terapia de rehabilitación, pero después de sólo una semana. Está claro que la recuperación completa está a un paso. El 2 de septiembre madre e hija vuelven a Asís, a la tumba de Carlos, para dar las gracias infinitas por el milagro de su recuperación.

Quién era Carlo Acutis

Carlo Acutis nació en Londres el 3 de mayo de 1991. Cuatro meses después, en septiembre de ese mismo año, sus padres dejan la capital inglesa, en la que se encontraban por trabajo, y se trasladan con su bebé a Milán. En 1997 comienza sus estudios en el Instituto Tommaseo de las religiosas Marcelinas, donde cursa los estudios de primaria y secundaria. Con sólo 7 años, recibe la primera comunión porque parece que es un niño muy precoz y maduro en asuntos religiosos. Al cumplir los 12, en 2003, es confirmado. El año 2005 comienza el bachillerato en el instituto León XIII de los jesuitas.

El 2 de octubre de 2006, Carlo enferma. En un primer momento, se piensa que es una simple gripe. El domingo, 8 de octubre. Las condiciones de Carlo empeoran dramáticamente y lo trasladan a la clínica De Marchi de Milán, donde le diagnostican una leucemia fulminante. El 9 de octubre es transferido al hospital San Gerardo de Monza y el martes 10 pide recibir la unción de los enfermos y la comunión. Carlo tiene la certeza de que se va a morir. El miércoles 11 de octubre entra en coma por una hemorragia cerebral y los médicos lo declaran clínicamente muerto a las 17:00 horas, tras haber cesado todas las funciones cerebrales. La familia quiere donar los órganos a un joven que esperaba un trasplante, pero no pudo ser porque estaban afectados por la leucemia.

Carlo Acutis, primer santo católico de la generación milenial.

Carlo Acutis, primer santo católico de la generación milenial. REUTERS / Matteo Berlenga

El jueves 12 de octubre, a las 6:45 horas, el corazón de Carlo deja de latir y certifican la hora legal de su muerte. Tenía solo 15 años. El sábado 14 de octubre se celebra el funeral en la parroquia Santa Maria Segreta y la iglesia se queda pequeña, por lo que muchos se vieron obligados a permanecer fuera.

Un santo con vaqueros y zapatillas

Desde entonces, la vida ejemplarizante de este adolescente “de andar por casa”, entusiasta del saxofón, los videojuegos y la informática, se ha difundido con una fuerza imparable entre los jóvenes, hasta el punto de que su nombre sigue siendo hoy trending topic en Google y en las redes sociales.

Carlo era un niño absolutamente normal, como la mayoría de sus compañeros, "pero con una armonía absolutamente especial, gracias a su gran amistad con Jesús", se puede leer en la web oficial de Carlo Acutis.

Además de sus principales deberes como alumno y como hijo, Carlo logra encontrar tiempo para dar catequesis a los niños que se preparan para la Primera Comunión y la Confirmación; es voluntario en el comedor social de los Capuchinos y las Hermanas de la Madre Teresa; ayuda a los pobres que viven en su barrio; ayuda a los niños con dificultades con sus deberes; realiza obras apostólicas con internet a través de una página web en la que recoge milagros; toca el saxofón; juega al fútbol; diseña programas con el ordenador; se divierte con videojuegos; ve películas de detectives y graba películas caseras con sus perros y gatos.

Cuerpo embalsamado de Carlo Acutis, ciberapóstol de la Eucaristía, expuesto para su veneración en Asís.

Cuerpo embalsamado de Carlo Acutis, ciberapóstol de la Eucaristía, expuesto para su veneración en Asís. REUTERS / Matteo Berlenga

“Estar siempre unido a Jesús, este es mi proyecto de vida”, escribió cuando solo tenía siete años. Aunque su frase más conocida es: “Todo el mundo nace original, pero muchos mueren como fotocopias”.

Sabiendo que iba a morir, Carlo Acutis ofreció a Dios sus sufrimientos con la convicción de que servirían para que los demás tuviesen una vida mejor. La Iglesia ha reconocido su intercesión para curar al niño brasileño Matheus de una mortal malformación congénita en el páncreas, cuyo milagro sirvió para que lo beatificasen el 10 de octubre de 2020 en Asís. Su cuerpo, parcialmente incorrupto, se encuentra en la Basílica de San Francisco de Asís, en Umbría, y es conocido por su atuendo (va vestido con vaqueros y zapatillas de deporte). Su tumba se ha convertido en destino de interminables peregrinaciones.

Una película española sobre su vida

La película El Cielo no puede esperar, dirigida por el cineasta español José María Zavala, narra la vida del joven santo. En ella se pueden ver una decena de testimonios de enorme impacto de jóvenes y no tan jóvenes que han dado un vuelco a sus vidas por intercesión de Carlo Acutis. La película recorre también los hitos biográficos del santo milenial recreados mediante escenas de ficción.

El documental, estrenado el pasado 16 de mayo en EE.UU., está disponible en preventa en España en formato DVD y se ha posicionado en pocos días como la película con mayor preventa en Amazon. Este éxito refleja el gran interés que ha despertado la historia del "influencer de Dios" y "el primer santo milenial".

La obra, distribuida por European Dreams Factory, combina testimonios impactantes y recreaciones de momentos clave de la vida del futuro santo. Está producida por Inés y Borja Zavala, hijos del director. La producción ejecutiva corre a cargo de Paloma Fernández Gasset y la fotografía es de Miguel Gilaberte. La banda sonora ha sido compuesta por Luis Mas.

La madre del beato, Antonia Salzano, ha apoyado activamente la difusión del documental convencida de que "la película sobre mi hijo ayudará a muchos jóvenes como él", según las declaraciones recogidas por Religión en Libertad el pasado 24 de mayo.