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El Congreso aprueba de forma definitiva la ley de amnistía con el rechazo frontal de la derecha

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La ley de amnistía, aprobada de forma definitiva en el Congreso

La ley de amnistía ya es una realidad. El Congreso de los Diputados ha dado su visto bueno definitivo este jueves a la norma con los votos a favor de los partidos que conforman el Gobierno y sus socios, en un tenso Pleno donde el bloque de la investidura ha celebrado lo que a su juicio es "una victoria de la democracia" mientras la oposición de PP y Vox ha hablado de “corrupción política”. Tras un tortuoso camino por el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta y ha intentado retrasar su aprobación al máximo, la amnistía ha superado su trámite parlamentario y, a partir de ahora, la última palabra la tendrán los jueces.

La votación de la llamada ‘Ley Orgánica de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña’, que nació de los pactos que el PSOE selló con ERC y Junts a cambio de su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, ha salido adelante con 177 votos a favor, 172 en contra y ninguna abstención. Se trata de un 'sí' menos de lo esperado debido a la ausencia de la diputada de Podemos Martina Velarde.

Entre aplausos, desde la tribuna del Congreso han sido testigos de la convalidación de la norma parte de los protagonistas del ‘procés’. Entre otros, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, quien ha dicho sentirse “emocionado” en este “gran día”; el secretario general de Junts, Jordi Turull; la exconsellera Dolors Bassa o la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, todo ellos condenados por el Tribunal Supremo y luego indultados.

Ha sido un Pleno muy tenso, en el que se han vivido momentos de bronca y gritos entre las bancadas de Vox y las de Sumar a raíz de las palabras del líder de Vox, Santiago Abascal, sobre el diputado Gerardo Pisarello, lo que ha obligado a paralizar el debate durante algunos minutos. La presidenta de la Cámara, Francina Armengol, ha tenido que llamar al orden en varias ocasiones: “Ser demócrata implica saber escuchar al que piensa diferente”, ha puntualizado.

Posteriormente, los insultos se han repetido a lo largo de la votación. Por ejemplo, cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, o la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, han sido llamados por la Mesa para indicar el sentido de su voto, se han podido escuchar gritos de "traidor" y "traidora".

El de este jueves era el último paso de la tramitación parlamentaria de la ley, que recibió el visto bueno del Congreso en el mes de marzo, si bien ha estado bloqueada en la Cámara Alta dos meses por la mayoría absoluta del PP, primero con una reforma exprés del reglamento para retrasar la tramitación de la norma y después al plantear un conflicto de atribuciones al Congreso para pedir que se retirara la proposición de ley.

Ahora solo queda que la norma se publique oficialmente en el BOE, lo que previsiblemente se hará la próxima semana, según ha podido confirmar RTVE. A partir de ese momento, serán los jueces quienes decidirán su aplicación, pudiendo elevar cuestiones al Tribunal Constitucional o al TJUE. Este mismo jueves, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado que presentará un recurso de inconstitucionalidad contra la norma.

PSOE y Sumar celebran la "victoria de la democracia"

El Gobierno ha tenido un perfil bajo en este Pleno, al que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acudido solo para la votación. "Hoy España es más próspera y está más unida que en 2017. La convivencia se abre camino", ha expresado posteriormente en un mensaje en su cuenta de X (antes Twitter). Ha sido el diputado socialista Artemi Rallo, el encargado de defender la norma: “Europa la ha bendecido, Cataluña la ha agradecido y estas Cortes Generales la avalan hoy por mayoría cualificada, cuantitativa y cualitativa de 15 de los 19 partidos políticos presentes”, ha señalado desde la tribuna.

Rallo también ha cargado contra el PP, a quien ha reprochado que "lo ha intentado todo" para que la norma no saliese adelante: "Desde la pueril exigencia del voto por llamamiento a los diputados, hasta la perversa e inútil apelación al transfuguismo", ha dicho, para después acusar al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, de abrazarse a los nostálgicos del franquismo "para engullirlos", en referencia a Vox, y advertirle de que será él quien acabe "devorado por los suyos" tras las elecciones del 9 de junio.

Cuando el diputado iba a tomar la palabra, la bancada de Vox le ha lanzado gritos de "traidor" y "corrupto", tal como recoge Europa Press, a lo que Rallo ha respondido tachándoles de "filonazis” y reprochándoles que “se reúnen” con Netanyahu “para validar el horror del genocidio palestino en Gaza", en alusión al viaje de Abascal esta semana a Israel para reunirse con el primer ministro, Benjamin Netanyahu

Sumar, por su parte, ha calificado la aprobación de esta medida de gracia como "una victoria de la democracia" y "del pacto sobre el atropello". En palabras del portavoz de los 'comunes', Gerardo Pisarello, la amnistía también permite decir "nunca más a las cloacas y a la guerra sucia judicial, policial o mediática" y es a su vez la "constatación de un fracaso" de la derechas, empeñadas a su juicio "en utilizar la amnistía para derrocar al gobierno y a la mayoría de investidura".

ERC y Junts se felicitan y avisan: "Siguiente parada, referéndum"

“Esta ley no es perdón ni clemencia, es victoria”, ha reivindicado la diputada de Junts Míriam Nogueras. “Es un día de victoria y también de derrota, estamos ante la primera derrota del régimen del 78", ha señalado, por su parte, el republicano Gabriel Rufián. Ambos portavoces han calificado de “histórica” la sesión de este jueves en el Congreso y han advertido de que la "siguiente parada" será "el referéndum".

En un tono crítico, la portavoz independentista ha asegurado que “no se habría llegado a este extremo si el Estado español hubiera hecho una transición democrática real” y “si se hubiera roto con el atado y bien atado del dictador". Por lo que -ha dicho- esta ley no es de pacificación, sino de “reparación” de “una parte de las injusticias en estos años de persecución al independentismo catalán y fruto de la fuerza negociadora que nos han dado”. Y ha reivindicado que lo que defiende su formación es la dignidad y la libertad: "No somos terroristas, no somos delincuentes", ha reiterado. 

Rufián, por su parte, ha celebrado que si hay amnistía hoy es porque el independentismo ha trabajado “unido” por “una causa que trasciende” sus “batallas diarias”. No obstante, ha advertido de que su aprobación este jueves "no es un punto final", y se ha mostrado convencido de que los juicios intentarán retrasar su aplicación: “Todo el mundo sabe lo que votará el partido judicial, interpelo a los demócratas españoles que no lo permitan”, ha expresado.

También han reivindicado la norma el resto de partidos que conforman el bloque de investidura, quienes han coincidido en que la ley de amnistía es "democrática". "Se puede estar en desacuerdo por su misma naturaleza, por considerarla inconveniente o ineficaz al fin pretendido, pero no por poner en riesgo el Estado de Derecho, ni la separación de poderes, ni los derechos fundamentales", ha puntualizado Mikel Legarda (PNV). Para Jon Iñarritu (EH Bildu), aunque la aprobación de la amnistía no supone el fin del conflicto político, sí cree que puede generar un "clima de confianza y respeto" para abordar la cuestión territorial del Estado "mediante el diálogo y la negociación".

Por su parte, el portavoz parlamentario de Podemos, Javier Sánchez Serna, ha dicho que la amnistía demuestra al PSOE que, "cuando hay voluntad política, se pueden aprobar leyes que hace poco se consideraban imposibles" y ha instado a Sánchez a "hacer algo" para renovar un Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que lleva más de 2.000 días con el mandato caducado. Mientras que Néstor Rego, del BNG, ha reivindicado la norma como "toda una lección de firmeza democrática" frente a "una derecha cada vez más ultra que se opone a cualquier avance".

PP y Vox hablan de "corrupción política": "¿Cuánto vale la impunidad?"

En lo que respecta a la oposición, tanto el PP como Vox han relacionado la aprobación de la norma con la "ambición" del presidente del Gobierno por "mantenerse en el poder" a cambio de "siete votos", en alusión al número de diputados de Junts. "El trueque que aquí están perpetrando solo tiene un nombre: corrupción política", ha aseverado Alberto Núñez Feijóo, argumentando que la Cámara Baja ha asistido este jueves "al acta de defunción del PSOE". "Por la corrupción política no merecieron llegar y por la corrupción económica merecen irse", ha incidido, en referencia al llamado 'caso Koldo' y a la investigación judicial a la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, de la que ha dicho no sorprenderse.

Feijóo, que no ha dado por hecho la aplicación de la ley por parte de la justicia, se ha mostrado convencido de que la legislatura no tiene recorrido. "La legislatura empieza y puede acabar aquí, con la amnistía", ha añadido, argumentando que el Gobierno "está paralizado", ya que "no saca nada adelante porque solo tiene apoyo para las exigencias separatistas". En cambio, no ha hecho referencia a las palabras Abascal, que en su turno de palabra le ha interpelado a "seguir tendiendo la mano al PSOE en Europa cinco años más o pedir un cordón sanitario en toda Europa a los que aplaude Hamás y el régimen de Irán".

Mientras que para el presidente de Vox, la aprobación definitiva de la amnistía constituye "el atentado más grave a los españoles honrados que cumplen la ley desde 1978". "Legitima el golpe y la violencia política (...) es un acto de corrupción política", ha insistido, para después avisar de que "lo peor" de Sánchez "está por llegar" mientras los españoles "sufren las consecuencias a nivel internacional" de que "se haya puesto en manos de todo tipo de extremismos para desviar la atención de su corrupción económica". Así, ha augurado que el Ejecutivo de PSOE y Sumar pasará a la historia por haberse aliado con lo "peorcito del globo, en el interior y en el exterior", y con todos los "enemigos de España".