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La campaña en México, empañada por el asesinato de un candidato en el estado de Guerrero

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La campaña en México se ve empañada por la muerte de un candidato en el estado de Guerrero

La campaña presidencial en México, que se ha caracterizado por un nivel altísimo de violencia, vive tres jornadas de reflexión antes de las elecciones del domingo. Su cierre, el miércoles, se vio manchado por la muerte de un candidato a alcalde en un municipio del estado de Guerrero, Alfredo Barrera, que se suma a los más de 30 asesinados por sicarios durante la campaña.

Esta violencia hacia los aspirantes a las presidencias ha supuesto un gran riesgo a la hora de hacer campaña electoral. Por ejemplo, a Alejandro Arcos, que postula también para alcalde en el estado de Guerrero, no ha sido fácil a pesar de que le gusta el contacto con el pueblo.

La seguridad, el tema clave de la campaña

Arcos quiere ser alcalde de Chilpancingo, la capital del Estado, y se presenta por una coalición de derecha. "Invertir en más cámaras de vigilancia y alarmas vecinales", es una de las varias promesas propuestas para transformar la ciudad. La seguridad ha sido el gran tema de la campaña.

Chilpancingo es una zona de paso, en la que transita mucha mercancía y por eso las bandas de crimen organizado pelean por su control. Por lo que a la posibilidad de gobernar sin llegar a acuerdos con los grupos criminales, Arcos afirma que es posible "si no les tocas sus intereses" y "si no les confrontas". "Están muy empoderados y son más que los policías municipales, tienen armas más poderosas", explica el candidato.

Al igual que a Alejandro Arcos, a Gisela Gaytán también le gustaba hacer campaña llamando a puertas y cruzando esquinas, pero seis disparos terminaron con su vida. Y, el miércoles, en su último mitin, un sicario asesinó con un tiro en la sien a Alfredo Barrera, otro candidato a alcalde en Guerrero. 

Y, como ellos, en México, han sido asesinados más de 30 candidatos y a otros 100 los han intentado matar.