El déficit público cierra el primer trimestre en 4.541 millones, un 34,9 % más que hace un año
- El déficit de las administraciones públicas en los tres primeros meses de 2024 equivale a un 0,29% del PIB
- El Estado registró un déficit de 60 millones hasta abril, un 97,2% menos que en 2023, y alcanza el equilibrio presupuestario
El déficit del conjunto de las administraciones públicas, con la excepción de las locales, cerró el primer trimestre en 4.541 millones de euros, 34,9% más que durante el mismo periodo de 2023. Entonces, tenía un peso sobre el PIB del 0,23%, seis puntos porcentuales por debajo del actual, un 0,29%.
De acuerdo a los datos de ejecución presupuestaria presentados este viernes por el Ministerio de Hacienda, los gastos públicos aumentaron un 4,5% en esos tres meses —impulsados principalmente por los intereses de la deuda y las inversiones—. A su vez, los ingresos públicos se incrementaron un 3,7%.
Por administraciones, la central cerró marzo con superávit de 131 millones —un 82,1% inferior al de 2023 debido al repunte del gasto en intereses, remuneración de asalariados y consumos intermedios—. Este saldo positivo se produjo gracias a los organismos de la Administración central, ya que el Estado mantuvo un déficit de 563 millones.
Por su parte, las comunidades autónomas acumularon un déficit de 5.934 millones, el doble que un año antes y un 0,38% del producto interior bruto (PIB). Este aumento de la deuda se debe al incremento de los gastos, sobre todo salariales, como a las menores transferencias recibidas del Estado.
Solo dos comunidades autónomas terminaron el trimestre con superávit, Asturias y Navarra. Al otro lado de la balanza se encuentra Baleares, donde el déficit alcanzó el 0,89% de su PIB.
Por lo que respecta a la Seguridad Social, logró un superávit de 1.455 millones (un 0,09 % del PIB) frente al déficit del pasado año, tras registrar un fuerte aumento de los ingresos.
El Estado logra la estabilidad presupuestaria
Hacienda también ha avanzado los datos de ejecución presupuestaria del Estado hasta abril. Registró un déficit de 60 millones, un 97,2% menos que en 2023. En la práctica, estas cifras suponen que el Estado ha logrado hasta abril la estabilidad presupuestaria.
En los cuatro primeros meses del año, los ingresos del Estado ascendieron a 84.130 millones de euros, un 2,8% más, gracias al empuje de la recaudación tributaria. En total, los ingresos por impuestos crecieron un 6,4%, hasta los 72.182 millones.
La recaudación por IRPF se disparó un 17,9% animada por los mayores rendimientos del trabajo y a pesar del impacto de la reducción para rentas bajas (713 millones) y de las devoluciones a algunos mutualistas (126 millones). Mientras, los ingresos por IVA aumentaron un 2,4 % y la recaudación del impuesto de sociedades aumentó un 5,3%, gracias a los mayores beneficios de las empresas.
Por otro lado, los gastos repuntaron un 0,2%, hasta los 84.190 millones. El descenso de las partidas de subvenciones, cooperación internacional y ayudas a la inversión permitió compensar el fuerte repunte experimentado por otras.
El gasto en intereses de la deuda se disparó un 16,2% en un entorno de subida de tipos. En cuanto al de consumos intermedios, aumentó un 9,9%, debido a los gastos electorales (204 millones). Por último, la remuneración de asalariados creció un 3,8 %, después de que los empleados públicos cobraran atrasos.