Claves de la sentencia contra Trump: podrá presentarse a las elecciones, pero pagará un coste político
- Es poco probable que entre en la cárcel, pero puede pasarle factura entre los votantes moderados
- Trump ha sido declarado culpable de 34 delitos en el caso Stormy Daniels
La condena contra Donald Trump por 34 delitos en el caso Stormy Daniels no le impedirá presentarse a las elecciones presidenciales, y probablemente tampoco le lleve a la cárcel, pero puede costarle un precio político por la deserción de votantes republicanos moderados.
"Constitucionalmente, no hay nada que impida que se presente, cumple los tres requisitos", ha explicado a RTVE.es José Antonio Gurpegui, catedrático de Estudios Norteamericanos y director del Instituto Franklin de la Universidad de Alcalá de Henares. Sin embargo, "al votante medio, el republicano moderado, que no está en ninguno de los dos extremos, seguramente le cueste votar a un presidente convicto, y haga que se incline por Joe Biden".
José María Peredo, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Madrid, cree que la sentencia le abre "un nuevo frente" al republicano. "Tendrá que cambiar su estrategia. Es un caso muy significativo, tiene implicaciones morales y de compra de voluntades, una corrupción del sistema democrático. Habrá quien pida su inhabilitación".
Trump se enfrenta a otros tres casos (sobre la presunta injerencia electoral en Georgia, el asalto al Capitolio y los documentos clasificados encontrados en su residencia de Mar-a-Lago), pero su resolución no se espera para antes del 5 de noviembre, día de las elecciones.
Las consecuencias jurídicas: Trump puede continuar en campaña
La sentencia aún no es firme, cabe recurso, que podría tardar años en resolverse, y el juez aún no ha dictado la condena. Pero en todo caso, es claro que Trump puede seguir siendo el candidato republicano a las presidenciales de noviembre.
La Constitución de Estados Unidos establece tres condiciones para presentarse: ser ciudadano nacido en el país; tener al menos 35 años y haber residido en EE.UU. al menos durante 14 años. Trump cumple las tres.
La Decimocuarta Enmienda prohíbe ocupar un cargo público a quien haya participado en una "insurrección o rebelión", pero Trump no ha sido juzgado por eso.
Los medios estadounidenses citan el antecedente de Eugene Debs, un político socialista que se presentó a las elecciones en 1920 desde la cárcel.
Sin embargo, tampoco es probable que Trump entre en prisión. En primer lugar, está por ver la condena que decide el juez, que ha fijado la vista para el 11 de julio. La acusación ha pedido cinco años por cada delito, y recordemos que son 34, pero el máximo que podría cumplir serían 20.
En segundo lugar, el magistrado puede aplicar eximentes. "No tiene antecedentes, es la primera vez que es condenado, tiene una edad avanzada y perspectiva de trabajo. Y el tipo de delito es de categoría E, la más baja de todas", explica José Antonio Gurpegui. "Las posibilidades de que entre en la cárcel son muy remotas", concluye.
Otra cuestión es si Trump podrá votar en las elecciones. El expresidente está registrado como votante en Florida, y allí existe una ley que impide el ejercicio de ese derecho a quienes hayan sido condenados por un crimen. Trump podría, no obstante, alegar que la sentencia se ha dictado en otro Estado, el de Nueva York, donde además esa norma no existe.
Por último, Trump no podría autoindultarse en el caso de volver a ser presidente, porque, como recuerdan los medios de EE.UU., se trata de una sentencia de nivel estatal, no federal. Un presidente solo puede perdonar delitos federales. Solo el gobernador del Estado de Nueva York podría indultarle en el caso Stormy Daniels.
Consecuencias políticas: peligro para Trump en los swing states
A Trump le resultará más difícil eludir el daño político. La condena es la primera de las causas que le persiguen, y puede dar lugar a nuevas peticiones de inhabilitación por parte de sus adversarios, además de costarle votos. Una perspectiva que puede hacer dudar a alguna facción del Partido Republicano sobre si sigue siendo la mejor opción.
"El Partido Republicano está muy dirigido por el trumpismo - subraya Peredo - Influye en la determinación de candidatos, en el Congreso, en la captación de fondos. Pero pueden temer que la debilidad de Trump favorezca a los demócratas". Peredo recuerda que Trump fue abucheado en un acto del Partido Libertario cuando buscaba su apoyo para las elecciones.
Los representantes y dirigentes republicanos, de momento, han mostrado su apoyo al expresidente.
"Sus fieles le van a seguir votando", concede Gurpegui, que sin embargo señala las posibles repercusiones en los swinging states o "estados péndulo", aquellos en los que la mayoría del voto oscila entre republicanos y demócratas. El director del Instituto Franklin señala seis estados en los "se van a dirimir las elecciones": Nevada, Arizona, Michigan, Wisconsin, Pensilvania y Georgia.
"Hay dos variables que van a marcar el resultado final: la guerra de Gaza y esta sentencia", abunda Gurpegui. La guerra puede perjudicar a Biden, privándole de votos entre el ala más izquierdista de los demócratas, los jóvenes, los universitarios o la población musulmana, muy importante en Michigan.
"La sentencia probablemente va a influir en el votante medio, el republicano moderado, que no está en ninguno de los dos extremos, a quien le cueste votar a un presidente convicto, y haga que se incline por Biden", concluye.
En un sondeo de Reuters/Ipsos a principios de año, el 57% de los encuestados aseguraban que votarían por Trump incluso si era condenado. Un 13% de sus partidarios aseguraban que no votarían por él en ese caso, y el 29% no estaban seguros. Los sondeos muestran que las mujeres son más proclives que los hombres a cambiar su voto por este caso.