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Entrevista en RTVE

Mustafá Barghouti: "El reconocimiento del Estado de Palestina no es suficiente, hay que detener la ocupación"

  • Mustafá Barghouti fue miembro de la delegación jordano-palestina en la Conferencia de Paz de Madrid
  • Además, en las elecciones de 2005 quedó en segundo lugar en las elecciones para presidir la ANP

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Mustafá Barghouti: "No vamos a parar hasta que se impongan sanciones a Israel y un embargo militar"

Es una las personalidades políticas más relevantes e influyentes de los últimos 40 años en Palestina. Mustafá Barghouti fue miembro de la delegación jordano-palestina en la Conferencia de Paz de Madrid y en 2005 quedó en segundo lugar en las elecciones para presidir la Autoridad Nacional Palestina y suceder a Arafat. Representa a la llamada "tercera vía" de la política palestina, entre Al Fatah y Hamás, desde su partido Iniciativa Nacional Palestina, una formación que aboga por la resistencia no armada a la ocupación israelí y la solución de un único Estado. No podía faltar estos días en Madrid, y nos recibe en La Casa Árabe.

PREGUNTA: ¿Cómo valora el reconocimiento español del Estado Palestino? ¿Cree usted que puede servir para ayudar a solucionar o detener el actual conflicto?

RESPUESTA: Apreciamos mucho el reconocimiento español, irlandés y noruego del Estado Palestino. Me he reunido con la vicepresidenta española y con muchos grupos políticos para darles las gracias por esta decisión. Creo que este reconocimiento tiene un alto valor porque confirma y afirma que Palestina está aún bajo ocupación y proporciona apoyo al derecho de autodeterminación de los palestinos.

Y también confirma que todas aquellas medidas que Israel tome en violación de la ley internacional, como los asentamientos, o las anexiones de Jerusalén, están todas hechas sin que la comunidad internacional las vaya aceptar y no cambiarán los derechos del pueblo palestino. Pero además también creo que el reconocimiento influirá en otros países. Sabemos que Eslovenia y Malta reconocerán el Estado Palestino, sabemos que Bélgica está pensando en ello, quizás Francia se pueda llegar a mover en la misma dirección… 146 países han reconocido el Estado Palestino, eso son más países que los que han reconocido a Israel. Y eso significa mucho.

Pero también creo que este movimiento es uno de los factores que contribuirán a detener la terrible masacre que está teniendo lugar en Gaza. Pero tenemos que entender que el reconocimiento no es suficiente. Sabemos que hay tres crímenes de guerra que Netanyahu está cometiendo en Gaza: el crimen de guerra del castigo colectivo por hambre es genocidio, y no vamos a parar hasta que se le impongan sanciones a Israel, y en particular un embargo militar y sanciones a las inversiones. Es el único instrumento que puede forzar a Netanyahu a detener esta terrible agresión y guerra en Gaza.

P: Hay quien compara el espíritu de estos días con los finales de los 80, principios de los 90… El comienzo del proceso de paz, que dio lugar a la Conferencia de Paz de Madrid de 1991 y luego los Acuerdos de Oslo. ¿Qué opina usted? ¿Cree que algo así puede pasar hoy?

R: Espero que no ocurra lo de Oslo. Espero que no siga el mismo camino que ocurrió tras Oslo. Porque el acuerdo de Oslo estaba lleno de errores. Incluido el hecho de que firmamos un sistema que daba completa y total libertad para las actividades de construcción de asentamientos.

Fue injusto que Palestina reconociera a Israel, pero que Israel nunca reconociera a Palestina. Y después, sólo hubo negociaciones por hacer negociaciones. El proceso de paz llegó a ser el sustituto de la paz, y ese no es el camino que debemos tomar ahora. Tenemos que imponer inmediatamente a Israel que termine con la ocupación y reconozca los derechos del pueblo palestino. No necesitamos perder otros 30 años de nuestra vida de nuevo y después tener otra terrible guerra.

Por eso creo que lo primero que tenemos que hacer es cambiar el equilibrio de poder y después podremos hablar de un proceso de paz. Porque si no cambiamos el equilibrio de poder, no cambiaremos nada. Y eso requiere sanciones a las inversiones sobre Israel. No estamos en una situación de nosotros frente ellos similar a la de los años 90, es similar a la de Sudáfrica durante el sistema del Apartheid. Esa es la situación en la que estamos. Y tenemos que hacer presión sobre Israel para que detenga, no sólo la guerra, sino también la ocupación.

P: La comunidad internacional sigue apostando por la solución de dos Estados. ¿Cree que es viable esa solución en estos momentos? Usted no defiende eso…

R: Yo escribí un artículo en el que explicaba por qué Israel ha destruido la opción de los dos Estados y que la única alternativa es un único Estado democrático para todo el mundo. Pero eso no significa que no esté de acuerdo con que el Estado Palestino sea viable. El problema es que Israel continúa construyendo asentamientos. Y Estados Unidos continúa apoyándolo. Muchos países han hablado de la solución de dos Estados, sin reconocer a Palestina y sin cambiar el hecho de que Israel continúe ocupando y sin detenerlo. Eso es un gesto de hipocresía. Es darle a Israel más tiempo para que termine su objetivo de anexionarse Cisjordania. Ese es el plan declarado por el Gobierno israelí. El ministro de finanzas israelí y el gobernador en la práctica de Cisjordania habló de unas fases y dijo que construirían asentamientos hasta que los palestinos perdieran cualquier esperanza y sólo tuvieran que elegir entre marcharse, aceptar una vida de subyugación en un sistema de apartheid o morir, que es exactamente lo que están haciendo en Gaza, el genocidio.

Por eso digo que no es posible un Estado Palestino sin un total desmantelamiento de los asentamientos en todo el territorio ocupado y revertir la decisión de anexionarse Jerusalén. Y ese es el único camino para la solución de dos Estados. Suponga que sucede un milagro y Bernie Sanders se convierte en el primer presidente judío. O Trump fuerza a Israel a acabar con la ocupación y desmantelar los asentamientos. Nosotros no diríamos que no, pero eso no está sucediendo.

Desafortunadamente, Trump puede volver. O habrá una continuación del señor Biden, completamente debilitado y cómplice de los crímenes israelíes. Esa es la razón por la que sólo tenemos una opción alternativa. Y si ellos (Israel) no quieren dos Estados, si ellos no quieren un único estado democrático, entonces... ¿Qué es lo quieren lo que quieren? Una limpieza étnica.

P: En diciembre hay elecciones en Estados Unidos y Trump puede volver a ganar. ¿Qué puede implicar para la situación actual en Palestina?

R: Eso es con lo que está soñando Netanyahu, que Trump vuelva y le salve. Yo creo que si Trump vuelve todo puede ser incluso peor para la solución de dos Estados. Y quizá destruya la muy escasa y última oportunidad para la solución de dos Rstados. Pero eso no significa que debamos perder la esperanza. Como he dicho, la alternativa si se destruye esa opción es un único Estado democrático.

Y, además, yo creo que el pueblo americano está cambiando. Y creo que el enfado de la generación americana de ahora se mueve en muchas direcciones. Incluso mucha población judía se está separando del sionismo y apoyando los derechos de los palestinos. Y muchos de ellos también defienden la idea de un único Estado democrático. 

Así que, cuando miro hacia el futuro, veo esperanza. Esperanza en esa generación joven, esperanza en los cambios que se están produciendo, esperanza porque Netanayahu no ha logrado la aniquilación del pueblo palestino. Porque hemos vuelto al centro del escenario mundial hoy.

P: Usted formó parte, hace más de tres décadas, de la delegación palestina que vino a Madrid en 1991. Era un tiempo de esperanza y de negociaciones políticas. ¿Qué recuerda de aquellos días?

R: Recuerdo que fueron momentos de grandes esperanzas y decepciones. Un gran momento de esperanza cuando vi que aquella gran conferencia internacional de paz de Madrid se producía y que finalmente reconocían a los palestinos como un pueblo que tenía que ser libre. Y luego eso fue sustituido por una gran decepción cuando el liderazgo de la OLP fue en la dirección de conversaciones secretas, a nuestras espaldas, a las espaldas de la delegación oficial de la propia OLP. Y todo concluyó en unos terribles acuerdos, los acuerdos de Oslo, a los que yo me opuse completamente como otros líderes palestinos, por ejemplo, Haidar Abdel Shafi, el líder de la delegación palestina, o el intelectual Edward Said.

Esa fue la razón por la que fundé un movimiento alternativo (la Iniciativa Nacional Palestina). Fue un momento en el que sentí una gran decepción porque mucha gente en Palestina se sentía confundida, se sentían desilusionada con Oslo. En cuestión de un solo año, de 1993 a 1994. Fueron los tiempos más difíciles para mí, porque la gente no entendía de qué estabas hablando. Luego, rápidamente cambió y ahora la mayoría de la gente opina como yo. Me prometía a mí mismo que haría todo lo que pudiera hacer en mi vida para no permitir que esa decepción ocurriera de nuevo.

P: Desde el atentado de Hamás y del inicio de los ataques de Israel sobre Gaza, el apoyo a Hamás entre la población palestina ha crecido mucho... ¿A qué se debe?

R: A que el pueblo apoya la resistencia. Yo creo que hay gente que confunde el apoyo de los palestinos a resistir y luchar por sus derechos con el apoyo a Hamás. No es exactamente compatible. Esa es la razón por la que nuestra formación no realiza acciones militares pero nuestro apoyo ha crecido tan alto. Porque nosotros hacemos llamamientos a resistir en la justicia. Así que el pueblo está con la resistencia, con nuestro derecho a ser libres de ocupación.

Si tuvieran elecciones democráticas hoy, ningún único partido tendría mayoría absoluta. Por supuesto, Hamás es fuerte hoy y, por supuesto, Fatah ha bajado mucho. Pero ningún único partido tendría mayoría absoluta. Si hubiéramos tenido unas elecciones en 2021 habríamos tenido un sistema democrático y pluralista, y yo creo que no habríamos tenido esta guerra.  Porque un sistema democrático y pluralista habría dado lugar un único gobierno en Cisjordania y Gaza, que probablemente habría derribado el bloqueo de Gaza y también podría haber derrotado los esfuerzos de Natanyahu para recrudecer la cuestión palestina.

Pero, desafortunadamente, en 2021 Israel fue quien obstaculizó las elecciones. Estados Unidos no las respaldó, pese a que habla de democracia en todos los lugares menos cuando se trata de Palestina. Y la Autoridad Palestina, en lugar de enfrentarse a la decisión de Israel y celebrar las elecciones sin permiso, la aceptó. El futuro pasa por tener unas elecciones libres, algo que no ocurre desde 2006.