La 'Yayacleta', un triciclo para pasear a los abuelos, combatir la soledad y conectar generaciones

• "En bici sin edad", un proyecto solidario que comenzó en Copenhague y se ha extendido a 3.050 localizaciones de 39 países
• Los expertos subrayan los efectos positivos a nivel cognitivo de pasear en triciclo a las personas mayores

Actualmente, la iniciativa sin ánimo de lucro se ha hecho realidad en más de 450 ciudades de 37 países. ASOCIACIÓN BICICLISTAS CORELLA

¿Quién no recuerda su primera vez montando en bicicleta o la sensación del viento en el cabello? Revivir estos momentos y fortalecer los lazos comunitarios es uno de los principales objetivos del movimiento internacional "En bici sin edad" (EBSE). Esta iniciativa pretende que cualquier persona, sin importar su edad, pueda disfrutar de algo tan sencillo pero significativo como dar un paseo en bicicleta.

Cuando Mila conoció el proyecto, no dudó en apuntarse como voluntaria. Para ella, unir sus dos pasiones, la bicicleta y aprender de las personas, era un verdadero lujo. Esta trabajadora familiar lleva 30 años yendo en bicicleta al trabajo en su pueblo natal, Corella. Un municipio 8.000 habitantes en el sur de Navarra que se sumó al movimiento en 2018, gracias a una iniciativa de Erasmus, con el objetivo combatir el aislamiento de las personas mayores y con discapacidad y promover las conversaciones intergeneracionales.

Fotografía de Mila llevando a dos personas en la "yayacleta" durante un paseo por Corella.

La "yayacleta", como llaman al triciclo eléctrico que utilizan, se ha convertido en un vehículo más e incluso en un estilo de vida. "Siempre digo que a mí me llevó el egoísmo a hacerme voluntaria. Me aporta más de lo que yo puedo ofrecer, ya que es un cambio de planes y de mirada completamente", comenta a RTVE.es Mila.

Un movimiento cada vez más integrado en España

"En bici sin edad" nació en 2012 en la cuna de las flores y el buen rollismo, Copenhague. Allí, Ole Kassow, un emprendor social, pensó que mfontar en bicicleta no solo tenía que estar restringido para ciertas edades, por lo que fundó el movimiento Cycling Without Age (CWA). Cogió un triciclo y se presentó delante de un señor mayor que veía sentado en un banco todas las mañanas para darle un paseo. A partir de ese momento, su vida cambió por completo y el movimiento acabó extendiéndose por el norte de Europa.

Actualmente, la iniciativa sin ánimo de lucro se ha hecho realidad en 3.050 localizaciones de 39 países, gracias a la colaboración de numerosas asociaciones, especialmente de ciclistas.

En España, después de la pandemia se empezaron a sumar a esta iniciativa más municipios. La coordinadora general de "En bici sin edad" en Cataluña y cofundadora, María Elisa Ojeda, cuenta como no fue hasta que tuvimos que encerrarnos en nuestras casas que nos solidarizamos más con los más mayores. Barcelona es una de las provincias más veteranas del país, junto a San Sebastián y Zaragoza. Allí han adquirido tal visibilidad en los últimos años que existe una lista de espera para poder formar parte del voluntariado.

"El apoyo económico viene de subvenciones públicas y donaciones de particulares, pero el crecimiento es muy lento. Hoy en día tenemos más demanda que oferta, teniendo en cuenta los triciclos que tenemos", añade la coordinadora. Actualmente, el proyecto tiene una campaña en marcha de crowdfunding.

“Fue como una aventura, me hizo mucha ilusión”

Al hacernos mayores, nuestros círculos más cercanos se van volviendo cada vez más pequeños. "Cuando te haces mayor todo se hace muy difícil, andar cuatro pasos me cansa mucho y ya no puedes estar con otras personas", relata Pilar. Y más si se tiene en cuenta que Nalda, un pequeño pueblo riojano de apenas 1.037 habitantes, es conocido por sus cuestas.

Un día, mientras esta vecina riojana de 92 años subía a la ermita con su hija, se encontró con un grupo de jóvenes que llevaban un triciclo. Le preguntaron si quería dar un paseo, y ella aceptó. "Fue como una aventura, me hizo mucha ilusión", recuerda. Nunca ha tenido una bicicleta, por lo que esta es una oportunidad única para disfrutar de esta experiencia.

Esta misma ilusión es la que motiva a Esteban, un voluntario de 69 años, a convertirse en uno de los primeros en sumarse a los paseos. Hoy en día, son 15 voluntarios, aunque a este riojano le queda un año para dejar de serlo y, con suerte, convertirse en usuario de este particular vehículo. "Llegas a una edad en la que no puedes hacer muchas cosas, pero eso no quita que no puedas seguir disfrutando de ellas con ayuda", añade.

En bici sin edad ha llegado a Nalda para quedarse

Ante la llegada de verano, están barajando poder prestar un servicio de subida y bajada a las personas para que puedan disfrutar de las piscinas del pueblo. Algo que Pilar no se quiere perder.

Una forma de mantener un "patrimonio vivo"

Cada uno de los viajes queda reflejados en un libro colectivo, donde cada capítulo narra la experiencia de los diferentes municipios donde han puesto en marcha el proyecto de la 'yayacleta', explica a RTVE.es el cofundador de la iniciativa en Corella y presidente de la Asociación Nacional EBSE España, Toño Peña. Es decir, unas crónicas redactadas por los propios voluntarios que luego además se hacen públicas en redes sociales.

La mayoría de las personas piden volver a sus antiguas casas o visitar sus huertos, con el objetivo de rememorar el pasado. "Nos enteramos de que un vecino, amante de la cetrería, fue invitado a ir a Alaska por Félix Rodríguez de La Fuente en una avioneta. Resulta que también hacía documentales", relata. Pocos vecinos conocían esa faceta de su vida y, de no haber surgido a raíz de la iniciativa, comenta Peña, "podría haber quedado en el olvido". Tras su fallecimiento, se proyectaron sus documentales durante el fin de semana medioambiental del pueblo.

"Todos los días me marcan. Conoces historias de la guerra civil, cómo eran las fiestas en el pueblo, recetas de cocina, un patrimonio vivo. Yo vivo la historia de mi pueblo cuando salgo cada día con ellos", añade Mila. En Corella se ha creado un microcosmos social único en el que las personas mayores ejercen un papel importante dentro de la comunidad. No solo gracias a este proyecto, también a otros como el de las mujeres tejedoras.

Tejedoras1

Así lo cuenta Paloma, una joven de 17 años, voluntaria de "En bici sin edad", quien subraya cómo la juventud ha logrado conectar con las generaciones más mayores gracias a este tipo de iniciativas. "Te enseña, en especial, paciencia y a empatizar. En ocasiones, hemos sacado a personas que no estaban de buen ánimo o no comían bien y era volver del paseo y automáticamente venían de buen humor, además de con apetito".

Lola fue una de esas mujeres tejedoras por más de 50 años y con cerca de 1.000 jerséis y bufandas a su espalda, según explica orgullosa a RTVE.es. Actualmente, ha realizado varios viajes con el triciclo, lo que le ha permitido ver sitios que hacía años que no podía. "Pese a que casi ya no veo, me encanta ir de paseo y observar cuánto ha cambiado el pueblo desde que yo era una chiquilla", comenta. Esta navarra de 86 años asegura que, si no fuera por su vista, aún seguiría cogiendo la motocicleta con la que iba a trabajar.

Mejora de la concentración y de la atención

La psicóloga Patricia Martínez comenta a RTVE.es cómo con la edad y el progresivo aislamiento, el simple hecho de salir a la calle puede empezar a verse como peligroso, o inseguro, para una persona mayor. "Este tipo de iniciativas permiten que vuelvan a sentir ese exterior como familiar y no como algo a lo que hay que renunciar debido a las limitaciones físicas", detalla la experta.

Al mismo tiempo, la actividad "promueve sentimientos de autonomía e independencia y les ayuda a seguir sintiéndose capaces al mantener cierto nivel de actividad", comenta también la psicóloga Laura Gutiérrez Ayuso, quien recalca que la estimulación es vital para frenar el deterioro.

El estar al aire libre les proporciona un abanico de sensaciones y de información que les puede ayudar a salir de preocupaciones y bucles mentales en los que es más fácil caer cuando el día a día se desarrolla siempre en el mismo entorno. "Esto tendría efectos positivos a nivel cognitivo también, ya que podría mejorar la atención y la concentración", añade Martínez.

“Promueve sentimientos de autonomía e independencia y les ayuda a seguir sintiéndose capaces al mantener cierto nivel de actividad“

Ambas psicólogas señalan que vivimos en una sociedad muy competitiva y orientada a la productividad, quedando relegadas aquellos segmentos de la población que son considerados menos productivos. En estos municipios han conseguido volver a ofrecer tiempo de calidad a los más mayores, siendo aquellos que durante tantos años han dado todo por la comunidad.

En este sentido, Miquel Àngel, voluntario en el municipio de Granollers, en Barcelona, desde hace tres años, defiende que "esto va a acabar llegando a todos los pueblos y las ciudades, porque es algo muy necesario y conveniente".

Fotografía de Miquel Àngel junto con dos usuarias del movimiento "En bici sense edat" en Granollers

Este barcelonés considera que es importante dar ejemplo para las generaciones venideras y que, aunque no pueda influir a que las cosas cambien, sí que puede hacerlo de una forma más local.

¿Cómo llevar la iniciativa a la comunidad local? 

Si bien en el norte de España es donde más 'capítulos' de la 'yayacleta' hay, el sur tampoco se quiere quedar atrás. En un mapa publicado en la web del movimiento pueden observarse nuevos brotes. Es el caso de Carmen, quien quiso convertirse en uno de los primeros de Andalucía en el 2018, pero que tuvo que dejarlo dormido hasta ahora cuando dos inversores quieren relanzarlo oficialmente.

Esta malagueña explica a RTVE.es los pasos que hay que seguir para poder montar el proyecto a nivel local. "Primero hay que asegurarse de que esté disponible en el municipio. En mi caso, no había nadie en Andalucía en su día, aunque ahora hay otros en Sevilla". En primera instancia, Carmen se puso en contacto con la fundación a nivel europeo, para luego derivarle a Barcelona, donde gestionan este proyecto en España.

El siguiente paso es búsqueda de fondos para poder adquirir el triciclo, que la propia ONG te proporciona. "Luego tienes que buscar contactos con residencias, centros de día, particulares, etc., que quieran sumarse a la iniciativa", añade.

Aunque los orígenes de los capítulos difieren entre unas comunidades y otras, poco a poco se ha ido estableciendo una red de colaboraciones con administraciones públicas locales, centros de convivencia de personas mayores, residencias públicas y privadas, asociaciones y fundaciones.