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Problemas de salud mental en los centros educativos de España: crecen la ansiedad, el TDAH y las autolesiones

  • El 53% de los profesores denuncia la falta de protocolos de prevención, detección y formación sobre la salud mental
  • El 024 es el teléfono de atención a la conducta suicida, es gratuito y confidencial

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Problemas de salud mental: aumentan los casos en los colegios de España
Aumentan los problemas de salud mental en los centros educativos de España GETTY

Los problemas de salud mental han aumentado entre el alumnado de los centros educativos de España. Así lo ha asegurado este martes el estudio Diagnóstico de la salud mental en las aulas, una investigación que ha contado con los testimonios de 6.221 profesores, padres y enfermeras escolares. Las principales patologías diagnosticadas son el TDAH, la ansiedad y los intentos autolíticos y/o autolesiones.

Según el informe, realizado por el instituto IOInvestigación, el 93,2% de los profesores afirma que hay un incremento de los problemas de salud mental, mientras que el 85,3% de las enfermeras afirma que tiene algún alumno con diagnóstico relacionado. El 50,79% de las familias, además, dice conocer a algún estudiante con ese tipo de problemas.

El 85% de las enfermeras escolares tiene algún alumno con diagnóstico de salud mental

Ante esa situación, el 95,5% de los docentes considera necesario que algún profesional sanitario –como la enfermera o el enfermero escolar– trate la salud de forma regular e integral (física y mental) en el propio centro educativo.

En el mismo sentido, nueve de cada 10 padres encuestados ven preciso que se reciba algún tipo de atención en el centro educativo y el mismo porcentaje asegura que las necesidades existentes estarían mejor atendidas por una enfermera escolar.

Las patologías más frecuentes entre los jóvenes

Las principales patologías de salud mental que referencian las enfermeras consultadas en los centros educativos son el TDAH –trastorno por déficit de atención e hiperactividad– (81%); la ansiedad (66,4%) y los intentos autolíticos y/o autolesiones (65,9%). Sobre ese último problema, el 62,7% afirma que ha habido algún caso de intento autolítico entre su alumnado.

Otras patologías destacadas son los trastornos del espectro autista (64,7%); los trastornos del comportamiento (56,9%); los trastornos de la conducta alimentaria (47,4%), la depresión (40,1%); las conductas destructivas o desafiantes (34,1%); las adicciones (17,2%) y la psicosis (6%).

En ese tipo de casos y situaciones, al 47,8% de las enfermeras se les asigna algún tipo de participación en su seguimiento y control.

La encuesta también se interesa por la salud mental del profesorado. Según los profesionales encuestados, los factores que más influyen en que esta se vea afectada son el exceso de burocracia (80,2%); el exceso de alumnado (70,9%); los problemas de convivencia en las aulas (70,8%); la escasez de recursos (61,3%); la falta de dignificación social (60,3%); el exceso de responsabilidad (55,9%) y el exceso de horario lectivo (33,8%).

Asimismo, el 90,9% indica que no se contemplan, por parte de la Administración educativa, recursos o programas de apoyo para la salud mental del profesorado en el lugar de trabajo, y el 59,9% señala que no ha realizado cursos de formación sobre bienestar emocional y salud mental.

El 53% de los profesores dice que no existen protocolos

Consultados por las actuaciones emprendidas desde los propios centros educativos, el 53,3% de los docentes afirma que en los documentos de organización y funcionamiento de su centro no se contemplan protocolos de prevención, detección y formación sobre la salud mental del alumnado

Por su parte, el 43,8% de las enfermeras asegura que no dispone de ningún protocolo con estrategias o herramientas de prevención, detección y derivación de posibles casos de trastorno de salud mental entre la población escolar asignada.

Asimismo, el 68,3% de esas profesionales sanitarias señala que no tiene posibilidad de realizar ninguna intervención con las familias en materia de salud mental, mientras que el 56,3% afirma que no tiene articulada ninguna vía para intervenir con el profesorado.

El 51,5% considera que el motivo principal de que haya enfermera/o escolar en el centro es la presencia de algún alumno con necesidades de salud especiales o con patologías crónicas, enfermedades raras y/o discapacitantes, lo que evidencia que no se apuesta por la prevención ni por el papel que en ella pueden desempeñar las enfermeras.

La enfermera escolar, una figura decisiva

En la presentación del estudio, y a raíz de los datos analizados, la presidenta de SATSE, Laura Villaseñor, y el presidente de ANPE, Francisco Venzalá, han coincidido en resaltar la necesidad de que todos los centros educativos cuenten, al menos, con una enfermera escolar que pueda realizar labores de prevención, detección y seguimiento de los problemas de salud mental en el ámbito escolar.

Al respecto, han recordado que la infancia y adolescencia son etapas decisivas en el desarrollo y la formación de las personas, y que son muchos los estudios que advierten de la creciente incidencia de los problemas de salud mental entre los niños y jóvenes. 

Villaseñor y Venzalá han insistido en que la enfermera escolar resulta una figura decisiva en el abordaje de este tipo de problemas, junto al profesorado, las familias, el resto de la comunidad educativa y otros profesionales sanitarios 

En concreto, la enfermera escolar desempeña un papel importante en la prevención de los problemas de salud mental a través de la identificación de factores de riesgo relacionados con el inicio de conductas lesivas, como el consumo de alcohol, tabaco o drogas, y situaciones como el acoso escolar, la baja autoestima o los problemas de socialización. También realiza una labor de detección, y alerta tanto al equipo docente y de orientación como al equipo de salud para la derivación de casos al profesional correspondiente (enfermera de salud mental, psicólogo u otro especialista).

En el caso de que exista un diagnóstico de patología psiquiátrica, la enfermera escolar se encarga de la administración y el seguimiento del tratamiento farmacológico, observando y registrando los efectos terapéuticos y adversos que tiene la medicación en el niño o adolescente.

Los responsables de ANPE y SATSE han lamentado que, pese a la importancia y a la necesidad de la figura de la enfermera escolar, su implantación en España es escasa y desigual, por lo que han reclamado a todas las administraciones competentes que apuesten por su generalización a partir del próximo curso, 2024-2025.