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Dormir durante un vuelo después de beber alcohol podría ser perjudicial para el corazón

  • Una investigación alemana señala que ingerir alcohol reduce el oxígeno en sangre y aumenta la frecuencia cardíaca en un vuelo
  • La muestra se realizó a un total de 40 personas de entre 18 y 40 años de edad

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Dormir después de beber alcohol durante un vuelo podría ser perjudicial para el corazón
Dormir después de beber alcohol durante un vuelo podría ser perjudicial para el corazón GETTY

Los aviones y el alcohol no son buenos amigos. El consumo de este tipo de bebidas durante un vuelo podría suponer un riesgo para salud cardíaca de los pasajeros que duermen, sobre todo en los trayectos de largo recorrido. La indigesta, incluso, puede afectar a la calidad de sueño, según apunta una investigación publicada en la revista médica Thorax.

Esta indagación realizada por investigadores alemanes señala que esta combinación reduce el oxígeno en sangre y aumenta la frecuencia cardíaca, incluso en personas jóvenes y sanas. Cuanto mayor es el consumo, mayores son los efectos, sobre todo entre los pasajeros de más edad y los que padecen enfermedades preexistentes, han confirmado los investigadores.

Este estudio se llevó a cabo dentro de un laboratorio donde utilizaron una cámara de altitud para semejar el ambiente en la cabina presurizada de un avión y un laboratorio de sueño.

40 personas participaron en la investigación

Un total de 40 personas de entre 18 y 40 años de edad participaron en este estudio. 23 de esas personas se les asignó el laboratorio de sueño en condiciones normales de presión atmosférica ambiente, y las 17 restantes en la cámara de altitud, que imitaba a la presión de cabina a altitud de crucero, siendo de 2.438 metros sobre el nivel del mar.

Doce participantes realizaron la prueba de dormir durante 4 horas sin beber una gota de alcohol. Por otro lado, descansaron las mismas horas habiendo bebido durante una noche, seguida de dos noches de recuperación y otra en la que se invirtió el proceso. Estos participantes digirieron una cantidad de vodka puro equivalente a dos latas de cerveza o dos copas de vino. Se motorizaron durante esas horas señaladas el ciclo de sueño, la saturación y la frecuencia cardíaca.

88 latidos por minuto si bebes y duermes en un avión

La combinación de alcohol y presión de cabina simulada provocaba una caída de la saturación de oxígeno en sangre a una media de algo más de 85% —para la mayoría de personas el nivel normal es de 95% superior—. También existe un aumento compensatorio de la frecuencia cardíaca a una media de casi 88 latidos por minuto durante el sueño.

Aquellas personas que durmieron en cámara de altitud sin beber, su saturación media fue de 88% y algo menos de 73 latidos. Los que permanecieron en el laboratorio del sueño registraron 95 % de saturación y un poco menos de 64 pulsaciones entre los que no habían bebido alcohol. En cuanto al sueño, el de tipo más profundo se redujo a 46,5 minutos bajo la exposición combinada de alcohol y presión de cabina simulada. En el laboratorio del sueño esa fase duró 84 minutos para los que habían bebido y 67,5 minutos para los que no.

Los investigadores reconocen el pequeño tamaño de la muestra de su estudio y que los participantes eran jóvenes y sanos, por lo que no reflejan a la población general. Asimismo, el sueño se realizó decúbito supino, una postura imposible para quienes viajan en la clase turista. En todo caso, consideraron que, en conjunto, estos resultados indican que, incluso en individuos jóvenes y sanos, "la combinación de la ingesta de alcohol con dormir en condiciones hipobáricas supone una carga considerable para el sistema cardiaco" y podría provocar una "exacerbación de los síntomas en pacientes con enfermedades cardiacas o pulmonares".