Asexualidad: el sexo, ¿deseo o necesidad fisiológica?
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En las últimas semanas circulan en redes sociales mensajes que aseguran que el sexo es una necesidad fisiológica básica y que el ser humano no puede vivir sin realizar esta práctica. En VerificaRTVE hemos analizado con cuatro especialistas en sexología si el sexo es una necesidad física para las personas y qué caracteriza la asexualidad, una orientación en la que ha declarado situarse, de acuerdo con una encuesta del CIS, el 0,4 % de la población española (unas 192.000 personas teniendo en cuenta el censo de 2023). Los expertos consultados concluyen que el ser humano puede sobrevivir sin mantener relaciones sexuales.
"No, las mujeres no podemos vivir sin sexo. Porque literalmente tenemos un sistema hormonal que nos prepara mensualmente para reproducirnos y cuando esa necesidad de copular no está satisfecha, andamos amargadas. Son hechos, no hipótesis", leemos en un mensaje compartido más de 1.300 veces y con más de 1,8 millones de visualizaciones en X desde el 17 de mayo. Otra publicación en la misma red social muestra la pirámide de Maslow para asegurar que "el sexo es una necesidad" al estar recogido en la base del poliedro dentro de la categoría de "necesidad fisiológica básica". Los cuatro especialistas en sexología consultados por VerificaRTVE subrayan que estas afirmaciones son falsas y recalcan que el sexo no es una necesidad fisiológica básica.
El sexo no es una necesidad fisiológica básica
El ser humano es capaz de sobrevivir sin sexo. Lo explican en conversación con VerificaRTVE cuatro especialistas en sexología que aclaran que el sexo no es una necesidad fisiológica de las personas. La periodista especializada en sexualidad Noemí Casquet expone que, aunque los seres humanos somos seres "sexuados", este hecho "no significa que el sexo sea una necesidad fisiológica". Añade que "si no mantenemos relaciones sexuales, no pasa absolutamente nada, el cuerpo sigue igual, seguimos viviendo igual". Concluye que esta práctica no se puede situar al mismo nivel que "el no comer o el no dormir", que sí son necesidades fisiológicas básicas que "si no se resuelven, sí que está en riesgo nuestra vida".
La educadora social y tallerista experta en sexualidad Pitu Aparicio describe la publicación de redes como "un mensaje absolutamente biologicista que no tiene ninguna demostración". En esta idea coincide la psicoterapeuta y educadora sexual Yania Concepción: "Reducir el sexo al encuentro erótico y a lo reproductivo es un error muy grande" porque se ha demostrado que la sexualidad va más allá del "espacio coital". Concepción afirma que la sexualidad aborda aspectos como "el sexo, las identidades, los roles de género, el placer, el erotismo y las orientaciones sexuales".
Inma Martínez y Nacho López, sexólogos y fundadores de la organización Insex, asocian la difusión de estos mensajes falsos que presentan el sexo como una necesidad fisiológica con el hecho de "hacer una lectura de la condición humana como si fuéramos una especie animal más". Los dos especialistas consideran que las publicaciones presentan la sexualidad como algo "irrefrenable" y la limitan a la reproducción sexual. Sobre este punto, Martínez pone como ejemplo el "deseo sexual en las mujeres mayores después de la menopausia" y López agrega que lo que nos mueve a tener un encuentro sexual "no es ese instinto de reproducción de especie".
Este argumento que presenta el sexo como una necesidad vital se basa en la pirámide de Maslow de 1943. Esta teoría psicológica defiende que las acciones que realiza el ser humano persiguen satisfacer una serie de necesidades que el autor jerarquiza y define como básicas. Yania Concepción expone que se trata de un modelo "obsoleto" que alimenta una idea "conservadora y heteropatriarcal". Inma Martínez explica que, a raíz de este argumento, "se han intentado justificar muchas situaciones de desigualdad e incluso violaciones hacia mujeres".
La asexualidad no es sinónimo de celibato ni de abstinencia sexual
De acuerdo con una encuesta publicada por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en marzo de 2023, el 0,4% de los ciudadanos se declaran asexuales en España, un porcentaje que, al contrastarlo con el censo del INE, corresponde a unas 192.000 personas. Esta orientación sexual se caracteriza porque son personas que "no sienten o sienten bajo deseo sexual por otras personas" (Ministerio de Igualdad, pág. 94). La Federación Española LGTBIQ+ realizó en 2023 un sondeo sobre el Estado Socioeconómico del colectivo y concluyó que alrededor del 6,5% de las personas se identifican como asexuales, como puedes comprobar en el gráfico inferior. Desde la Comunidad Asexual de España (ACE) explican en su perfil de Instagram que uno de los mitos y prejuicios que giran en torno a las personas asexuales es la falsa creencia de que son una comunidad que "odia el sexo" en su totalidad.
Para conocer más sobre esta orientación sexual, en VerificaRTVE hemos entrevistado a Eduardo Infante (más conocido como Ude) y Leticia Rey, dos personas que se identifican como asexuales. Ude empezó a "fijarse en que no vivía el sexo como las personas que le rodeaban" y fue cuando contempló desde una edad muy temprana que podía ser una persona asexual. Matiza que "ser asexual es no sentir atracción sexual hacia nadie" pero que eso no quiere decir que este colectivo "no tenga libido". De hecho, destaca que las personas asexuales "sienten deseo y algunas y algunos disfrutan o han aprendido a disfrutar del sexo". Lo que los distinguen de las personas alosexuales (aquellas que sí experimentan atracción sexual hacia otras) o grisexuales (aquellas que sienten dicha atracción cuando se dan unas características concretas), es que el colectivo asexual no siente el deseo sexual por otras personas.
En el caso de Leticia Rey, profesora de Secundaria y secretaria de la asociación LGTBIQ+ de Castilla-La Mancha Bolo-Bolo, fue alrededor de los 15 años cuando observó que ella no compartía el interés sexual que mostraba la gente de su edad por otras personas y empezó a declararse abiertamente asexual. Rey explica que hay una falsa creencia de que las personas son asexuales porque "sienten dolor durante el acto sexual o aversión al sexo", pero aclara que no es así. Sobre este punto, sostiene que también existe el pensamiento contrario y también erróneo de que las personas asexuales "no tendrán ningún problema en mantener sexo" al no sentir dolor durante las relaciones. Aclara que esta decisión dependerá de cada persona y del tipo de relación acordada por los participantes (monógama, abierta, poliamorosa, etc.).
El triángulo de Aven, un modelo "desfasado" del espectro sexual
El siguiente gráfico interactivo, conocido como el triángulo de Aven, trata de reflejar el espectro sexual jerarquizando las distintas orientaciones sexuales de mayor a menor sentimiento de atracción sexual. Leticia Rey asegura que se trata de un modelo actualmente "desfasado", pero que en su día ayudó a que la gente "entendiera el concepto de la asexualidad". La profesora y activista resume el modelo en que "existen personas que tienen atracción física por otras personas (zona blanca), otras que no la tienen por nadie (zona negra) y otras dependiendo de unas características determinadas (zona gris)". En este sentido, concluye que la sexualidad es un aspecto del ser humano en continua evolución y que, por ello, una persona no debe sentirse "culpable" si, habiéndose declarado asexual, descubre a otra con la que al intimar emocionalmente sí que desea mantener relaciones.
Todos los sexólogos consultados por VerificaRTVE coinciden que la asexualidad es una orientación sexual como cualquier otra "a pesar de que a veces se la invisibiliza", como apunta la psicoterapeuta y educadora sexual Yania Concepción. "No es una fase. No viene provocada porque hayas tenido un trauma y te haya provocado una etapa asexual", subraya la educadora social Pitu Aparicio. Nacho López e Inma Martínez también aclaran que "tampoco es verdad que este colectivo haya elegido la abstinencia como forma de vida; de hecho, la comunidad asexual reivindica siempre que asexual no es sinónimo de celibato ni de ausencia de libido". La periodista y divulgadora Noemí Casquet también hace hincapié en que "todas las orientaciones relacionales y sexuales son evolutivas" y recalca que las etiquetas nunca deben "frenarnos o limitarnos". Concluye que, independientemente de la orientación sexual que se tenga, hay que tener en mente que el deseo sexual "puede (o no) evolucionar", y "siempre hay que estar abierto a lo que pueda suceder".