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La Marcha de las Banderas se salda con 18 detenidos en el Día de Jerusalén

  • A pesar de los más de 3.000 agentes movilizados, se han visto varias escenas de tensión, incluida una paliza a un periodista
  • El ministro israelí de Seguridad Nacional ha lanzado un mensaje provocador: "¡El Monte del Templo es nuestro!"

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La Marcha de las Banderas de Jerusalén se salda con 18 detenidos

La Marcha de las Banderas, la celebración anual que celebra la reunificación de Jerusalén tras la guerra de los seis días en 1967, ha provocado varios enfrentamientos y detenciones entre judíos ultranacionalistas y ciudadanos árabes. La Policía israelí ha detenido al menos a 18 personas por diversos delitos, entre ellos un sospechoso que llevaba un cuchillo. Además de los cinco jóvenes ultranacionalistas detenidos por arrojar objetos contra periodistas en la Ciudad Vieja a primera hora de hoy, 13 personas han sido arrestadas por violencia, conducta amenazante, amenazas contra agentes de policía y alteración del orden público.

Esta convocatoria siempre es tensa, pero más si cabe este año con el contexto de la guerra en Gaza. En ella han participado varios ministros de extrema derecha ultranacionalistas del Gobierno de Benjamín Netanyahu.

A pesar de los más de 3.000 agentes movilizados en el Jerusalén Este ocupado, durante este miércoles se han visto varias escenas de tensión en las calles, incluida una paliza a un periodista. El periódico Haaretz ha denunciado que Nir Hasson ha sido atacado por un grupo de jóvenes israelíes que participaban en el Desfile de la Bandera. Varios agresores tiraron a Hasson al suelo y le dieron patadas, hasta que intervinieron agentes de la policía fronteriza. "Fue la peor agresión a la que he sido sometido durante mi trabajo como periodista", ha dicho Nir Hassoun.

Los jóvenes judíos ultraderechistas pegan una paliza a un periodista en Jerusalén

Los jóvenes judíos ultraderechistas pegan una paliza a un periodista en Jerusalén Hazem Bader/AFP

El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, ha rechazado el ataque perpetrado contra periodistas que cubrían la marcha. "Ataques de esa naturaleza deben ser prevenidos cuando sea posible y cuando no puedan ser prevenidos, deben ser plenamente perseguidos. Las personas deben rendir cuentas ante la ley", ha afirmado Miller tras ser preguntado por los ataques durante una rueda de prensa.

Agresiones contra vecinos palestinos

Como cada año, los manifestantes han cruzado la Puerta de Damasco, principal entrada al barrio musulmán de la Ciudad Vieja de Jerusalén oriental, donde la corresponsal de TVE, Almudena Ariza, ha sido testigo de cómo los manifestantes han presionado a los comerciantes palestinos para imponerles colocar la bandera israelí o, directamente, cerrar sus negocios. "Tengo miedo... ellos destruyen todo", aseguraba un comerciante.

Los grupos de judíos radicales, casi todos muy jóvenes, han coreado consignas y gritos antiárabes y han impedido una y otra vez el trabajo de los periodistas. Los palestinos se han quejado de la inacción de la policía, lo que ha permitido a los extremistas durante horas moverse por la zona agrediendo verbalmente a los árabes. La marcha ha ido creciendo cada vez más y ya por la tarde eran decenas de miles de personas las que han ido llegando a la ciudad vieja para entrar en el barrio musulmán.

El país entero es nuestro

"Queremos demostrar que esta zona nos pertenece", ha apuntado a TVE un joven participante en la marcha, "el país entero es nuestro", ha asegurado. Ha sido una multitudinaria concentración marcada, quizás más que nunca, por el odio y las tensiones.

"¡El Monte del Templo es nuestro!"

Tras finalizar la Marcha de las Banderas, el ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista y colono Itamar Ben Gvir, ha lanzado un mensaje provocador al grupo islamista palestino Hamás y al mundo islámico: "¡El Monte del Templo (Explanada de las Mezquitas) es nuestro!", según ha exclamado ante la prensa.

Ben Gvir, que aboga por mantener la guerra en Gaza a toda costa y volver a colonizar el enclave, ha defendido que los judíos puedan entrar a rezar en la Explanada, lo que viola el statu quo acordado con Jordania y los países árabes tras la Guerra de los Seis Días, de 1967.

El ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista y colono Itamar Ben Gvir, en la Marcha de las Banderas

El ministro israelí de Seguridad Nacional, el ultraderechista y colono Itamar Ben Gvir, en la Marcha de las Banderas EFE/EPA/ATEF SAFADI

Según ese entendimiento informal, vigente desde 1967 (cuando Israel ocupó la parte este de Jerusalén, donde se ubica la Explanada, a cuyos pies se encuentra el Muro de las Lamentaciones, el lugar más sagrado del judaísmo), el recinto está reservado exclusivamente al culto de musulmanes, mientras que los judíos solo pueden entrar como visitantes, ya que las leyes judías prohíben a sus fieles orar allí, salvo a algunos rabinos.

Unos 800 extremistas judíos han irrumpido en la Explanada de las Mezquitas con banderas israelíes y entonando cánticos provocativos, bajo una fuerte protección policial. Hamás ha condenado el incidente, que ha calificado como "una confirmación de la arrogancia de este gobierno fascista" y una "agresión contra los sentimientos de cientos de millones de musulmanes en todo el mundo".

El líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, ha insistido en que el pueblo palestino no descansará "hasta que termine la ocupación y se establezca un Estado palestino independiente con Jerusalén como su capital".