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El BCE inicia la desescalada y baja los tipos de interés en 0,25 puntos, el primer recorte en ocho años

  • Pasan del 4,5% al 4,25% y se trata del primer descenso tras dos años de endurecimiento
  • La entidad eleva al 2,2% la inflación para 2025 y retrasa la estabilidad de precios a 2026

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El BCE inicia la desescalada y baja los tipos de interés en 0,25 puntos, el primer recorte en ocho años

Después de dos años de subidas de tipos de interés, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido cambiar de rumbo. Tras la reunión de su Consejo de Gobierno este jueves, ha anunciado que baja los tipos de interés en 0,25 puntos, de modo que pasan del 4,5% al 4,25%. Asimismo, reduce la tasa de depósito al 3,75% y la de facilidad de préstamo al 4,5%. En todo caso, se trata de un paso relevante en su política económica, ya que es el primer recorte de tipos que lleva a cabo desde marzo de 2016, es decir, hace más de ocho años. Además, el BCE se convierte así en el primer gran banco mundial en bajar los tipos, ya que se ha adelantado a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).

Teniendo en cuenta las perspectivas de la inflación, tanto al general como la subyacente, "es ahora apropiado moderar el grado de restricción de la política monetaria tras nueve meses en los que los tipos de interés se han mantenido sin variación", ha explicado este jueves la presidenta del BCE, Christine Lagarde.

El BCE toma esta decisión en un contexto en el que la inflación se va acercando, poco a poco, al objetivo del 2%. En mayo alcanzó el 2,6% en la zona euro, dos décimas más que en abril y, pese a este leve repunte, la entidad ha optado por recortar los tipos en junio después de dos años de endurecimiento, un paso que ya dejó entrever Lagarde en la última reunión de abril. Cabe recordar que el BCE empezó a elevarlos en julio de 2022 y, desde entonces, llevó a cabo diez alzas consecutivas con el objetivo de contener la inflación acrecentada por la invasión rusa de Ucrania.

La próxima reunión del BCE será el 18 de julio y, de cara a entonces, todavía hay incógnitas sobre si repetirá la decisión de este jueves, si habrá otro recorte de tipos o no. En todo caso, la institución recalca que seguirá manteniendo prudencia en los próximos meses.

Eleva su previsión de inflación al 2,5% en 2024 y al 2,2% en 2025

Lagarde ha indicado que las presiones inflacionistas internas seguirían siendo "intensas" por el crecimiento de los salarios, de modo que la entidad ve "probable" que la inflación continúe por encima del objetivo del 2% hasta buena parte de 2025.

Así, el BCE eleva sus previsiones de inflación para la eurozona al 2,5% en 2024 y al 2,2% en 2025, lo que supone dos décimas más en ambos casos con respecto a su anterior pronóstico. Así, vuelve a retrasar a 2026, con una inflación del 1,9%, la consecución del objetivo de estabilidad de precios que guía la política de la entidad.

"Nuestra determinación es garantizar que la inflación vuelva al 2% a medio plazo y mantendremos los tipos en niveles suficientemente restrictivos para conseguirlo", ha indicado Lagarde este jueves. Asimismo, ha remarcado que la entidad seguirá con su estrategia de ir tomando decisiones "reunión a reunión" y teniendo en cuenta los datos económicos y el avance de la inflación.

Los expertos vislumbran dos bajadas más en lo que queda de año

Para Francisco Uría, socio responsable global de Banca de KPMG, este recorte de tipos es una "buena noticia" porque "indica que el BCE considera que tiene la inflación bajo control". "También es una buena noticia para todos aquellos que estén endeudados con contratos referenciados al euríbor, algo que vale para las entidades públicas, las empresas y las familias", señala el experto. No obstante, recuerda que el ajuste entre tipos de intervención del BCE y euríbor no es automático y desde hace días ya se veía cómo el euríbor se estaba relajando. "En cualquier caso, es el inicio de un camino y lo normal es que los tipos del BCE tiendan a descender", remata.

En este escenario, ¿qué se espera que haga el BCE en los próximos meses? Algunos analistas creen que podría llevar a cabo dos bajadas más hasta finalizar este año, aunque todo dependerá de la evolución de los precios. “A día de hoy, lo que el mercado está descontando es que habría dos bajadas adicionales: tendríamos una primera bajada para septiembre y una segunda para diciembre”, explica a Economía en 24 horas Cristina Gavin, jefa de renta fija de Ibercaja Gestión.

No obstante, la experta señala que el BCE se mantendrá “muy cauto” y las decisiones que tome en los próximos meses van a estar muy marcadas por los datos de crecimiento y los precios. Además, recuerda que la reunión de la Fed podría influir en el discurso del BCE: “Una Fed mucho más cauta puede condicionar el ánimo de los miembros del consejo del BCE a la hora de ser más agresivos en sus bajada de tipos”. Con todo, incide en que la institución lo hará con precaución para no retroceder en los avances conseguidos hasta ahora: "Estamos en el tramo más complicado, que es volver al objetivo del 2%, que sigue siendo un objetivo", remata la experta.

Cabe recordar que el otro gran banco mundial, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), mantuvo los tipos en la franja del 5,25% al 5,5% en su última reunión de mayo y, al contrario que el BCE, no abrió la puerta a posibles bajadas en los próximos meses. Así, queda por ver qué hará en su próxima reunión el 12 de junio.

Por otro lado, hay analistas que van un paso más allá. "Nuestra previsión de dos recortes de 25 puntos básicos de aquí a finales de 2024 nos parece muy razonable, pero no descartamos tres recortes", señala el director de inversiones global a renta fija de Allianz Global Investors, Franck Dixmier. Además, Tomasz Wieladek, economista jefe en T. Rowe Price, cree que el proceso de desinflación en el segundo semestre "permitirá al BCE recortar un total de tres veces este año”. No obstante, reconoce que esto no está totalmente asegurado y que podría quedarse en dos bajadas.

Así, todos coinciden en que las decisiones del BCE dependerán de la evolución de los datos económicos, principalmente la inflación y la evolución de los salarios.