Desconvocan la acampada propalestina en la Autónoma de Barcelona tras no lograr que rompa relaciones con Israel

• En palabras de los estudiantes, las medidas propuestas por el centro "son insuficientes y no suponen cambios reales"
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Los estudiantes se han comprometido a "aprender de los errores y aplicar los cambios necesarios" para conseguir las exigencias ACAMPADA PER PALESTINA UAB / EUROPA PRESS

Los estudiantes propalestinos acampados en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) han desconvocado la concentración sin lograr su objetivo. Los manifestantes reclamaban desde el 28 de mayo que el centro educativo rompiera relaciones con Israel. A pesar de esta decisión, han prometido "más presión" en el futuro.

La decisión llega un día después de que el consejo de gobierno de la UAB se comprometiera a crear una comisión de seguimiento de los compromisos adoptados en la declaración del claustro, que instaba al ejecutivo a revisar y suspender acuerdos con instituciones israelíes "no comprometidas con la paz". 

Pese a que los estudiantes celebraron el acuerdo del claustro para la aprobación de los compromisos, decidieron mantener la movilización hasta que el órgano de gobierno de la universidad emitiera una resolución con la ruptura de relaciones con universidades, empresas y centros de investigación israelíes.

Sin embargo, finalmente han decidido dar por finalizada la acampada al día siguiente, alegando "la incapacidad y falta de voluntad de la Universidad por romper relaciones con un estado genocida como es Israel".

Sus exigencias "han sido ignoradas de forma reiterada"

"Aunque parezca una derrota, solo es el inicio de nuevas formas de luchas que respondan a los objetivos que nos marcamos a partir de ahora. Las nuevas acciones que debemos iniciar deben permitir incrementar nuestra combatividad y el nivel de presión que queremos ejercer sobre la UAB y otras instituciones públicas", han compartido los estudiantes a través de las redes sociales de la asamblea creada para la acampada en el campus de la Universidad.

Los participantes de la acción, que finalmente ha durado nueve días, han criticado que, pese a las distintas reuniones con miembros del equipo de gobierno de la UAB, sus exigencias "han sido ignoradas de forma reiterada" y que las medidas propuestas por el centro "son insuficientes y no suponen cambios reales", ya que no "implican una ruptura con las empresas colaboradoras de este genocidio, las relaciones con instituciones y las universidades israelíes", que se podrán retomar tarde o temprano.

Por otro lado, el colectivo ha denunciado que las tareas de la comisión "no están claramente definidas", existiendo una larga lista de inconvenientes por los que la institución no podría desvincularse de los intereses económicos de empresas privadas, que, de una forma u otra, financian la guerra.

Ante esta situación, se han comprometido a "aprender de los errores y aplicar los cambios necesarios para mejorar y conseguir que las exigencias estudiantiles se efectúen", por lo que continuarán organizándose por la causa.