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El FMI eleva cinco décimas, hasta el 2,4%, las previsiones de crecimiento para España de este año

  • Mantiene su pronóstico para 2025, año en el que la economía española avanzará un 2,1%
  • Mejora las previsiones del Gobierno español, que prevé una subida del PIB del 2% en 2024

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El FMI eleva las previsiones de crecimiento para España de este año en cinco décimas, hasta el 2,4%
Imagen de archivo de dos personas trabajando en una obra GETTY IMAGES

El Fondo Monetario Internacional (FMI) vuelve a mejorar las previsiones económicas para España. El organismo internacional eleva su crecimiento en cinco décimas para este año, hasta el 2,4%. Además, mantiene en el 2,1% su pronóstico para 2025 por el fuerte crecimiento del consumo, aunque advierte de los riesgos por la fragmentación política y la baja ejecución de los fondos europeos.

Las previsiones del organismo internacional son mejores que las del Gobierno español, que prevé una subida del PIB del 2% en 2024 y del 1,9% para el 2025. El FMI ha destacado el "sólido y continuado" desempeño de España en 2023, año en el que creció un 2,5%. Asimismo, resalta la "notable resistencia" del país ante la incertidumbre mundial y el endurecimiento de las condiciones financieras.

El organismo dirigido por Kristalina Georgieva ha explicado que el comportamiento de las exportaciones de servicios ha sido "sólido" y que, junto al consumo público, han sido los principales motores del crecimiento reciente. De su lado, el mercado de trabajo ha mantenido sus "buenos resultados", en particular gracias a la importante afluencia de inmigrantes y al aumento de la tasa de actividad.

La institución multilateral también justificó los datos por el "crecimiento de la demanda interna" en España y estimó que "el consumo privado se fortalecerá a medida que la tasa de ahorro de los hogares se normalice gradualmente y los ingresos salariales reales sigan aumentando de manera sostenida".

Sobre los precios, destaca que la inflación general ha caído "considerablemente" desde su máximo de 2022. También la variable subyacente, que ha seguido una tendencia a la baja respaldada por la continua transmisión de la desinflación de la energía a los precios de los alimentos elaborados y los bienes industriales no energéticos. 

Los contras: fragmentación política y la ejecución de los fondos europeos

Según el organismo, se ha moderado la incertidumbre sobre el crecimiento de la economía española, pero todavía persisten riesgos a la baja. Estos son la fragmentación política interna, una posible mala ejecución de los fondos Next Generation y una desaceleración global que no puede descartarse.

Los directivos del FMI hicieron hincapié en que España necesitará en los próximos años un plan de "consolidación fiscal sostenida". El Gobierno se deberá centrar en "reducir las ineficiencias tributarias y ampliar la base impositiva para reconstruir las reservas fiscales y mantener la deuda en una trayectoria descendente", según detalla el comunicado.

Por otro lado, destaca que la inversión, a pesar de su repunte más reciente, sigue por debajo de los niveles de finales de 2019. Esta debilidad ha contribuido al bajo crecimiento de la productividad. Además, indica que pese al "significativo" descenso de la tasa de desempleo, esta sigue siendo la más alta de la eurozona. 

También enfatizaron la necesidad de "garantizar que los impuestos sobre las ganancias inesperadas a los bancos y las empresas de energía, si se hacen permanentes, estén diseñados apropiadamente para minimizar posibles distorsiones". En la relación con los bancos, los directivos internacionales "acogieron con agrado" las intenciones del Banco de España de aumentar el colchón de capital anticíclico.