'El invasor', un cómic sobre los MENAS y los JENAS que estudian de día y mendigan por la noche
- José Antonio Pérez Ledo y Alex Orbe narran el encuentro de una joven y un inmigrante durante el confinamiento
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En 2020 nos confinamos en nuestras casas por la pandemia de Coronavirus. Pero... ¿Qué pasó con la gente que no tenía casa? ¿Con los jóvenes inmigrantes sin papeles y sin hogar? Esta es la pregunta que se plantean el guionista José Antonio Pérez Ledo y el dibujante Alex Orbe en el cómic El invasor (Astiberri), uno de los primeros en analizar, con la perspectiva temporal, esa época que parecemos haber olvidado o, al menos, evitamos recordar. Y que también llama la atención sobre esos grupos de chavales a los que llamamos MENAS y JENAS, que no parecen tener muchas perspectivas de futuro.
José Antonio nos explica cómo conoció a este colectivo de jóvenes sin papeles que le inspiró el cómic: "La historia nace cuando mi mujer visita el Centro de Formación Profesional de Otxarkoaga, un barrio de Bilbao, y sale impactada. Me cuenta que, de cuando en cuando, los profesores se encuentran con alumnos que estudian por el día y mendigan por la noche. Son inmigrantes sin una red de protección que, al cumplir los 18 años, han sido expulsados de los pisos de acogida donde han permanecido desde su llegada a España. Obviamente, no es fácil estudiar por el día mientras duermes en la calle y buscas la manera de echarte algo al estómago, así que muchos acaban tirando la toalla. Pero otros resisten".
"Me fascinó la fuerza de esos chicos que, con todo en contra, se mantienen firmes en su búsqueda de un futuro mejor -continúa el guionista-. Esa fuerza de voluntad creo que es inimaginable para quienes hemos tenido la suerte de nacer en un territorio próspero. El personaje de Omar, el protagonista, no está basado en ningún chico en concreto, pero, en el proceso de documentación, alguno me dijo: “vuestro personaje soy yo”.
Alex Orbe reconoce que no era consciente de como vivieron el confinamiento estos jóvenes: "Durante el confinamiento, aunque sí había pensado en cómo lo estaría pasando otra gente, otras familias con otras circunstancias -sí tuve en cuenta lo duro que debía ser para quienes viven solos y especialmente para la gente mayor, por ejemplo- no fui consciente hasta leer el guion de Jose de que en ningún momento me planteé una situación como la de Omar. Para compensar esta visión tan sesgada hubiese necesitado tener a mi alcance herramientas para ponerme en el lugar de los invisibilizados. Sacar adelante este cómic me permitía compensar (un poquito) esa culpa".
Un inmigrante sin papeles y una joven que están solos
El cómic nos cuenta el encuentro de Omar con Carol, dos personajes que están solos en medio de ese confinamiento por el coronavirus: "Ella tiene treinta y tantos años y trabaja como mystery guest de hoteles de lujo. -nos comenta José Antonio´. Él nació en Marruecos y llegó a España a los 14, escondido en un contenedor. Acaba de cumplir 18, estudia electrónica en un centro de FP y duerme en la calle. Aunque ambos viven en Bilbao, habitan en universos distintos, y las posibilidades de que sus caminos se crucen son casi inexistentes. Pero la pandemia va a hacer que se encuentren de la manera más inesperada. Los dos están solos, pero por motivos distintos. Carol tiene a su padre (Vicente) a unas paradas de metro de distancia y, sin embargo, no va a visitarle. Es una soledad voluntaria, buscada. Omar, sin embargo, tiene a familia en Marruecos. Su soledad es fruto de sus circunstancias vitales".
Tres personajes a los que unirá el destino y a los que Alex ha dado vida en las viñetas: "Para Omar tomé referencias de un reportaje de EITB de chicos en su misma situación. Carol podría ser cualquier amiga mía y de hecho tiene rasgos de varias de ellas y Vicente es la bondad, es un anciano entrañable de un barrio obrero".
Cuatro años después siguen siendo raras las ficciones sobre esa época del coronavirus, como si quisiéramos dejarla atrás. "En El invasor, la pandemia es parte de la historia -nos comenta José Antonio.. Lo que se cuenta no podría tener lugar sin el confinamiento. De hecho, lo que le pasa a Omar en la historia está tomado directamente de la realidad. En Bilbao, las personas sin hogar fueron alojadas en los polideportivos municipales durante el confinamiento. Se colocaron camas en las canchas de baloncesto y se improvisó la organización casi de la noche a la mañana. El objetivo era que la gente sin hogar no se quedase desprotegida, porque los sitios donde solían comer o ducharse no estaban abiertos. El cómic refleja la manera en que se gestionaron esos polideportivos, con un sistema de etiquetas identificativas. Y también refleja los problemas que tuvieron".
"La gente que salva el mundo"
De hecho, para saber cómo fue esa época del confinamiento para esos chavales (y cómo es su vida ahora), los autores han hablado con diversas asociaciones y con sus cuidadores: "Conocimos a Mouaad -nos explica Alex-, que coordina la asistencia del centro de FP con los alumnos en situación de desamparo y que había pasado por una situación similar. Y a un grupo de gente que educa, ayuda y trata de hacer la vida de estos jóvenes más aceptable con los medios que tienen. Nos costó reunirnos con Mouaad porque la vida parece empeñada en ponerle zancadillas que sortea con un valor, un tesón y una actitud a prueba de bombas. Cada uno de estos chicos tiene toda una historia de la que no somos ni conscientes, algunos consiguen superar un montón de obstáculos y salen adelante, pero les exige un esfuerzo inimaginable".
Una de las asociaciones que les ha ayudado para el cómic es Tendel. "Es una asociación del barrio bilbaíno de Otxarkoaga, formada por educadores, que promueve la integración social de los jóvenes -nos explica José Antonio-. Durante el confinamiento, pusieron en marcha lo que llamaron “cadena de favores”. Chicos inmigrantes, que estaban alojados en pisos de acogida, hacían la compra para los mayores del barrio y se la llevaban a casa (como se ve en el cómic). No cobraban por ello ni podían aceptar propinas. Era una manera de devolverle al barrio lo que el barrio les daba a ellos. Cuando hablé con uno de los educadores de Tendel para que me contase cómo lo hicieron exactamente, me dijo que, para muchos de esos jóvenes, resultó una experiencia importantísima porque fue la primera vez que se sintieron parte del barrio".
Otra de las asociaciones que destaca José Antonio es la ONG Agiantza: "Es una asociación de Bilbao, muy activa, que trabaja en el ámbito de la exclusión social. Da de comer a personas sin hogar, gestiona pisos de acogida, asiste a quien lo necesite en gestiones administrativas… De todo. Nos reunimos con ellos durante la preparación del guion del cómic porque necesitábamos saber cómo era la vida de esos chicos a los que los medios suelen llamar MENAS y JENAS. ¿Qué historias había tras esas siglas? Salimos impactados, y parte de los que nos contaron se refleja en el cómic".
"También quise rendir homenaje a esos voluntarios -concluye el guionista-. Personas que roban tiempo a su descanso, a su ocio y a sus familias para ayudar a personas a las que ni siquiera conocen. Personas que, como todos, tienen sus propios problemas, pero dedican una parte importante de su vida a solucionar los problemas de otros que lo tienen mucho más complicado. Gente que muchas veces trabaja sin el apoyo de las instituciones, sacando el dinero de donde buenamente pueden. Hacen lo que esperamos que haga el Estado de derecho pero que, por falta de voluntad, de interés, de imaginación o de las tres cosas, no consigue hacer. En el epílogo de El invasor me refiero a esas personas como “la gente que salva el mundo”.
Dibujando 'El invasor'
Destacar el trabajo de Alex Orbe, que cambia completamente de estilo respecto a la anterior obra de ambos, el thriller de época, Los enciclopedistas (Astiberri), pasando de un thriller de época a un cómic social y prescindiendo del color. "Veo mi estilo demasiado amable, casi infantil, y el color hubiese subrayado ese aspecto así que desde el principio pensamos en una historia en BN o bitono y finalmente lo que más nos convenció fue dejarlo con los grises -nos confiesa el dibujante-. En el dibujo traté de limitar mi habitual tendencia a la caricaturización y no pasarme con la expresividad. Esta es mi versión más sobria en cierta manera. Cada historia necesita su propio tratamiento y es labor del dibujante adaptarse a ello en lo posible".
Nos encanta la portada en la que contrasta que Omar esté en la calle (porque no tiene casa), mientras que Carol no puede salir por el confinamiento. "Lo hablamos Jose y yo y fuimos lanzando ideas -nos explica Alex-. Omar debía tener más presencia porque es a quien hace referencia el título y Carol, como protagonista principal, tenía que aparecer. También necesitaba representar el espacio, esa casa, en ese barrio, que vincula a los tres protagonistas. Teniendo claros esos elementos la imagen salió con bastante facilidad".
"Que se utilice el término MENA como lo utiliza la extrema derecha me hierve la sangre"
En cuanto a lo que les gustaría que la gente se quedase del cómic, Álex Orbe nos comenta: "El auge de la xenofobia en la calle, en algunos medios de comunicación y en RRSS es terrible. Este es un granito de arena diminuto para intentar vencer algunos prejuicios. Que se utilice el término MENA como lo utiliza la extrema derecha me hierve la sangre. Solo tienen que ver qué hay detrás de esas siglas: Un menor en situación de desamparo".
"Imagino que cada lector se quedará con una cosa -añade José Antonio Pérs Ledo-. Como narrador, espero que sientan que les han contado una buena historia, verdadera y emocionante. Como ciudadano con un cierto compromiso, me gusta pensar que, quien lea El Invasor se replanteará las ideas preconcebidas que tiene sobre los MENAS y los JENAS".
Si vivís en Madrid y queréis conocer a los autores, estarán dedicando el cómic en la Feria del Libro de Madrid el sábado 15 (17:30) y el domingo 16 de junio (13:30), en la caseta de Astiberri (324).