"Invasión" de polillas en Madrid: los expertos apuntan a que están migrando a zonas más frías por las altas temperaturas

• Los ciclos migratorios y las altas temperaturas explican esta gran proliferación
• Los expertos insisten en que podríamos dejar de verlas en unas semanas

Muchas zonas de Madrid se han llenado estos días de polillas gigantes

No son una plaga, pero sí una invasión. Con el calor, las polillas, como se conoce popularmente a estas mariposas nocturnas, hacen acto de presencia todos los años, pero en esta ocasión su tamaño y cantidad han llamado especialmente la atención y en algunas zonas de Madrid los vecinos están asombrados.

Los expertos explican que están migrando hacia tierras más frías e insisten en que no resultan ningún peligro para el ser humano. 

Inofensivas para la salud 

Si bien este insecto es típico de la primavera, el departamento de salud de la capital ha reconocido que hay más de lo habitual, y ha recalcado que son "inofensivos" porque "ni pican ni transmiten enfermedades al ser humano". 

El Consistorio madrileño asegura que las polillas no guardan relación alguna con otras especies que generan daños en textiles o se comportan como plagas de interés alimentario, motivo por el que no se ha llevado a cabo "ningún tratamiento insecticida" al no estar indicado. 

Razones de proliferación 

El director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), Jorge Galván, explica que no se sabe muy bien si la proliferación se debe a un repunte poblacional de aquellas que existen aquí, un efecto migratorio de otros países, o un efecto combinado de ambas.

Sin embargo, los expertos confirman que parecen patrones cíclicos de duración limitada en el tiempo al haber ocurrido también en años anteriores, como en 1962, 1996 o 2013, y subrayan que las causas pueden estar relacionadas con la existencia de ciclos biológicos y las altas temperaturas.

Las polillas suelen salir a finales de mayo y principios de junio y tienden a emigrar buscando zonas más frescas alrredor del planeta.

Basta con abrir las ventanas

Entre las diferentes especies, la que más se puede observar es la Autographa gamma, una polilla migratoria de gran tamaño que puede llegar a medir hasta 5 centímetros. Son oscuras, con pelo y de grandes dimensiones. Sin embargo, pese a su aspecto, no tienen riesgo para la salud pública. Esta especie se alimenta de plantas y no de ropa, y no se pueden considerar como una plaga. 

Así lo explica el biólogo del CSIC Óscar Soriano, quien subraya que una plaga conlleva un daño, por lo que no puede considerarse como tal. 

Fotografía de un ejemplar de la Autographa gamma y que se encuentra en expansión en toda la Península Ibérica, Europa, norte de África y parte de Asia. GETTY

Los expertos recalcan que para combatirlas no hace falta matarlas. Basta con dejar abierta la ventana y esperar a que se vayan. Además, su esperanza de vida es una de las más cortas. Esta cuenta con cuatro fases: huevo, larva/oruga, pupa/crisálida y adulto. Cada una tiene una duración, aunque una polilla adulta vive unas horas o días. 

"No se van a quedar en las ciudades, ya que no son un buen sitio para que estas polillas hagan la puesta de huevos. Hay menos vegetación y menos zonas verdes", afirma a TVE el biólogo de Lokímica Agustín Cordobés. 

Los expertos aseguran que dejaremos de verlas entre nosotros en menos de un mes.