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Valentín Fuster: "La mortalidad cardiovascular está aumentando de nuevo desde hace cinco años"

  • En una entrevista concedida a RTVE.es, el prestigioso cardiólogo alerta sobre una mayor obesidad
  • "Si puedes inculcar a los niños que la salud es una prioridad, ellos lo van a captar", asegura

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El cardiólogo español Valentín Fuster.
Imagen de archivo del cardiólogo español Valentín Fuster. EFE / PEDRO PUENTE HOYOS

Valentín Fuster es uno de los cardiólogos más prestigiosos del mundo. Se trata del investigador español más citado de la historia, con más de 380.000 menciones en la literatura científica, además de haber sido nombrado doctor honoris causa por más de 34 universidades. En la actualidad, es presidente del Mount Sinai Heart, en el hospital Monte Sinaí de Nueva York, donde lleva trabajando desde 1994. También dirige el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III.

A sus 81 años, Fuster predica con el ejemplo y mantiene un ritmo de vida envidiablemente activo, a caballo entre Estados Unidos y España, lo que le lleva a cruzar el Atlántico cada pocos días. Esta semana ha participado en la jornada por el Día Mundial de la Seguridad Alimentaria celebrada en el Centro Nacional de Alimentación, en Madrid. Allí ha hablado sobre uno de los aspectos a los que ha dedicado gran parte de su labor investigadora y divulgativa: la prevención de los problemas cardiovasculares. Fuster siempre ha preferido emplear términos como "cuidar" o "prevenir", antes que "curar", y asegura que se había avanzado en este terreno, pero alerta de que en el último lustro la mortalidad asociada a patologías como la hipertensión o la diabetes ha repuntado con fuerza.

Por ello, Valentín Fuster cree que esta labor pedagógica es ahora más importante que nunca, dirigida a "arriba del todo, a los gobiernos y a los ejecutivos", pero "empezando desde abajo, entrando en la familia, en los niños", ya que "si no comienzas por ahí, es una batalla perdida". "Si puedes inculcar a los niños que la salud es una prioridad, lo van a captar", expresa con convencimiento, mientras recuerda que uno de cada cinco menores en España tiene problemas de obesidad y que el 75% de los obesos adultos comenzaron siéndolo en su infancia.

En una entrevista concedida a RTVE.es, el reconocido cardiólogo relaciona la actual sociedad de consumo con esta mayor obesidad, y considera que es un error que en los colegios no haya asignaturas dedicadas a la salud.

PREGUNTA: Una alimentación equilibrada es algo que se trabaja desde la infancia. ¿Crees que hay una nueva generación de madres y padres más concienciados con la alimentación de sus hijos?

RESPUESTA: Sí, aunque también la alimentación está pasando factura. Actualmente, la mortalidad cardiovascular está comenzando a aumentar de nuevo debido sobre todo a la obesidad y a las consecuencias que tiene, como la presión arterial alta o la diabetes. Con lo cual, hoy tenemos una paradoja que es la confrontación entre una tecnología que avanza y un mundo de consumo que tiene más fuerza. Es decir, que no podemos ser optimistas de momento.

P: Una tecnología que avanza y que contribuye a que la esperanza de vida siga aumentando…

R: La esperanza de vida sigue aumentando, pero únicamente en ciertos aspectos. Hay menos cáncer, menos patologías infecciosas... La enfermedad cardiovascular había bajado mucho, pero desde hace cinco años la mortalidad está aumentando de nuevo, y esta es una realidad de la que la gente tiene que ser consciente.

No es la obesidad en sí misma, sino sus consecuencias: la presión arterial alta, los problemas de colesterol, la diabetes…

Hay cada vez más obesidad, y esta es una de las causas principales en estos momentos, aunque no es la obesidad en sí misma, sino las consecuencias de la obesidad: la presión arterial alta, los problemas de colesterol, la diabetes…

P: Aunque también estamos asistiendo a enfermedades asociadas a esta mayor esperanza de vida, como el alzhéimer, y en muchos casos esta longevidad no se traduce en calidad de vida. ¿En qué crees que habría que avanzar para mejorar esos años que le hemos robado a la muerte?

R: Es algo sencillo: usted se dedica a cuidar su salud o no. Es un tema muy personal, porque cuando hablamos de calidad de vida, de lo que hablamos es de prevenir la enfermedad, que es una decisión personal. Es decir, si alguien tiene una buena calidad de vida a los 80 años, se debe a una decisión de haberse cuidado o no. Todos sabemos que la presión arterial alta es mala, que el tabaquismo o la obesidad también, mientras que el ejercicio es bueno… Todos lo sabemos. La cuestión es si lo hemos absorbido en cierta manera para decidir si nos vamos a cuidar. Este es el tema fundamental.

P: Se lleva diciendo muchos años que la dieta mediterránea está en peligro. ¿Consideras que es así, que realmente puede llegar un momento en el que desaparezca esta manera de alimentarse que en realidad es un estilo de vida?

R: Sobre la dieta mediterránea, tenemos un estudio muy bien hecho en 4.000 individuos que han recibido tres tipos de dieta: la mediterránea, la occidental y luego la que podríamos considerar de business, asociada a la vida social, a gente que sale por las noches... Nosotros hemos cuantificado la enfermedad silenciosa arterioesclerótica con nueva tecnología de imágenes para ver las arterias desde fuera, y sin duda la dieta mediterránea es la mejor. Pero el futuro es algo muy complicado, porque se necesita un sistema educativo muy agresivo, empezando en los más jóvenes, en niños, y luego en las familias.

Creo que el sistema educativo tiene que cambiar. Es un error que no haya asignaturas dedicadas a la salud para niños de 5, 6 o 7 años.

El gran problema es educativo. ¿Podemos hacer algo desde el punto de vista educacional para que estos niños y niñas a estas edades tempranas capten la importancia que tiene en la salud el comer bien? Este es para mí el punto fundamental. No sé qué va a ocurrir con la dieta mediterránea, pero sí creo que el sistema educativo tiene que cambiar. Por ejemplo, es un error que no haya asignaturas dedicadas a la salud para niños de 5, 6 o 7 años.

Actualmente, nosotros estamos trabajando con 50.000 niños, y cuando hablamos de la dieta hablamos de tres cosas más: primero, cómo funciona tu cuerpo, que es algo fundamental. También es muy importante el ejercicio físico. Y luego el control de las emociones, porque nosotros enseñamos a saber decir que no, para cuando sean mayores y se les presenten las drogas, el tabaco, el alcohol… La alimentación no es un tema que se puede escoger como simple, sino que está asociado a todo lo demás, al estilo de vida, y aquí es donde creemos que tiene mucha importancia el ambiente en el que uno vive: la familia, la escuela… Lo que estamos viendo en estos estudios es que es algo fundamental.

P: ¿Y a edades más avanzadas, se convierte en una misión imposible?

R: No es imposible, pero básicamente lo veo como padres que se hacen conscientes de la importancia que esto tiene para sus hijos, con lo que se ponen ellos en el mismo motor. Por eso nosotros estamos trabajando en la familia: hijos, padres y abuelos. Y aquí sí que veo yo un futuro esperanzador, en la educación.