Los partidos afrontan unas elecciones europeas con lectura nacional y pendientes de la movilización
- PSOE y PP han convertido estos comicios en una batalla nacional entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo
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No ha pasado ni un año desde que los españoles votaron por última vez en las elecciones generales del 23 de julio de 2023. Ahora están llamados de nuevo a las urnas para elegir la composición del Parlamento Europeo. Son, por tanto, unas elecciones diferentes, que se celebran cada cinco años, y en las que se deciden las mayorías que controlan ese Parlamento, pero en la campaña electoral el aire que se ha respirado muy poco ha tenido que ver con Europa y los difíciles retos que afronta y mucho con la política española, que lo ha impregnado todo. El líder socialista, Pedro Sánchez, acabó la campaña gritando sus "ganas" de darse "el gustazo de ganar a Feijóo y Abascal", mientras el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, llamaba a votar para que el 9J "fuese el principio del fin del Gobierno de Sánchez". Lo cierto es que ni uno ni otro son los candidatos en estas urnas, pero los dos principales partidos de España pugnan como si de unas generales se tratase.
Así las cosas, las formaciones se enfrentan en unos comicios en toda Europa en los que, entre el día 6 y este 9 de junio, más de 370 millones de ciudadanos europeos están llamados a las urnas para renovar los 720 escaños en el Parlamento Europeo. En España, los ciudadanos con derecho a voto renovarán a los 61 eurodiputados que le corresponden, siendo el cuarto país con más asientos en el hemiciclo por el tamaño de su población.
España afronta este domingo sus novenas elecciones europeas desde que se hizo oficial su entrada en la Unión Europea en 1985 y a partir de ahí, el PSOE y PP se han repartido las victorias, cosechando ambos partidos cuatro triunfos cada uno, aunque en varias ocasiones la diferencia entre los dos ha sido de uno o dos escaños, lo que se conoce como empate técnico.
A diferencia de los comicios generales, España en estas elecciones tiene una circunscripción única y no hay un umbral mínimo. Cada voto cuenta. Esto hace que un madrileño pueda votar a Ahora Repúblicas (ERC, EH Bildu, BNG y Ara Mès) o un andaluz a CEUS (PNV y Coalición Canaria) y un vasco a Junts UE.
Las últimas elecciones europeas se celebraron en 2019 en un 'superdomingo electoral' junto con elecciones municipales y autonómicas, y eso hizo que la participación subiese más de 18 puntos, hasta el 64,3%, un porcentaje nada habitual en unas europeas en solitario, cuya última referencia lleva a 2014, con una participación de algo más del 45%. Las comparaciones en esta noche electoral deberán hacerse, por tanto, con respecto a hace diez años y, en esta década, la vida política española ha dado un giro copernicano.
Los partidos, que solo han coincidido para llamar a una movilización masiva, se lanzan a esta última cita del año, si no hay sorpresas y si en Cataluña hay investidura fructífera, pensando más en clave nacional que en los asientos que lleven al Parlamento Europeo.
El PSOE huele a "remontada"
"Tengo muy buenas vibraciones". Son palabras de Pedro Sánchez de este mismo viernes. "Remontada" ha sido la sensación que más repiten los socialistas en la última semana de campaña, con un partido que se ha fijado un único objetivo, repetido durante 15 jornadas, cada día y en cada lugar: "frenar a la derecha y a la ultraderecha". Sánchez y su candidata, Teresa Ribera, han cargado contra el PP y sus pactos con Vox con el objetivo de que esa estrategia que les sirvió en las generales, en las que ganó el PP pero sin sumar con la ultraderecha, vuelva a funcionar ahora en las europeas.
El PSOE tiene la esperanza de dar la vuelta al ataque de estos partidos tras la imputación de la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, que ha sido citada a declarar el 5 de julio por tráfico de influencias y corrupción en plena campaña electoral y lo ha usado, en la recta final de la campaña, como causa común para aglutinar el voto. Los socialistas lo ven un intento de "intervenir" en el resultado electoral y han tratado de convertirlo en un revulsivo con la presencia de la propia mujer del presidente en la campaña. De nuevo, hacer de la necesidad, virtud.
Sánchez, en una nueva carta a la ciudadanía criticada por la totalidad de los partidos del arco parlamentario, acusó a Alberto Núñez Feijóo (PP) y a Santiago Abascal (Vox) de interferir en las elecciones con este tipo de "bulos". Cabe recordar que el presidente lanzó otra misiva a los españoles casi a horas de que arrancase la campaña catalana para pensar si seguía o no en el cargo.
En las últimas elecciones europeas de 2019 el partido vencedor fue el PSOE con 20 escaños, que se convirtieron en 21 por el nuevo reparto tras la salida del Reino Unido de la UE. Ahora el PP parte favorito para el triunfo en todas las encuestas, menos el CIS, que da la victoria a los socialistas.
El PSOE es consciente de que el resultado de este domingo se analizará como un examen a su breve mandato en esta legislatura, completamente marcada, de momento, por la ley de amnistía, condición de los independentistas que le permitió gobernar y que se ha aprobado en plena campaña electoral. Y, más allá de quedar impregnada por asuntos de política nacional, también ha sido clave el reconocimiento del Estado de Palestina por parte del Gobierno pocos días antes de acudir a las urnas.
El PP buscar ganar "para echar a Sánchez de La Moncloa"
Y si el PSOE lo plantea como un plebiscito contra la ultraderecha, el PP lo hace como uno al presidente en una llamada constante a votar "para echarle de La Moncloa". En los mítines del PSOE no se ha pronunciado prácticamente el nombre de la candidata del PP, Dolors Monserrat, y en los del PP, tampoco el de Teresa Ribera, la candidata socialista. La lucha y el duelo ha sido entre Sánchez y Feijóo, nacionalizando al máximo estos comicios europeos.
Así, el líder 'popular' llama a votar contra Sánchez y el "peor Gobierno de la democracia" y en el último mitin Feijóo trató de espolear a los suyos para lanzar una advertencia: "El domingo no bastará, pero sin el domingo no vamos a conseguir el cambio político en España". Y pide votar para que "no gané la corrupción", en referencia al caso de Begoña Gómez.
El PP, que repite con su candidata, parte de los 13 eurodiputados actuales que tiene y, aunque también ha usado la amnistía, incluso saliendo a la calle de nuevo en plena campaña en su contra, ha centrado los últimos zarpazos en Sánchez por la investigación a su mujer ―para afearle que se crea "impune"― y sus "ataques a la justicia, la prensa y a todo aquel que alce la voz contra él".
Desde Génova han clamado en esta campaña por el voto útil al PP alertando constantemente de lo que pasó en las generales y Feijóo ha pasado al cuerpo a cuerpo con Vox, que ha cargado en campaña por igual contra Sánchez y Feijóo. El PP contiene la respiración ante un resultado que puede ser más ajustado que el que esperaban hace meses.
Vox pelea por subirse a la ola de la extrema derecha en toda Europa
El promedio de sondeos de DatosRTVE apunta a una victoria del PP, que pasaría de 13 a 24 escaños; seguido del PSOE, que bajaría levemente de 21 a 20; con el ascenso de Vox de quinta a tercera posición, pasando de cuatro a seis representantes. Obtendrían escaño en el Parlamento europeo Sumar, con 4; Ahora Repúblicas (3), Podemos (2) y un diputado para Junts UE, CEUS y Se acabó la fiesta, respectivamente.
El partido que más posiciones escalaría sería Vox, con un breve incremento de escaños, ya que los sondeos le dan tan solo dos diputados más hasta llegar a seis. Su objetivo es subirse a la ola del ascenso de la extrema derecha en todo el continente europeo para zafarse del mazazo electoral de las últimas generales, en las que perdió 19 escaños hasta los 33.
Abascal y su candidato, Jorge Buxadé, han basado su campaña en decir que en Europa PP y PSOE "son un matrimonio que vota lo mismo" con el fin de diferenciarse de los 'populares' por ese flanco más en clave europea. Los de Abascal afean al PP que busque "matar" a Vox y creen que se "equivoca de enemigo" y, al igual que el resto, quieren mejorar resultados en estas elecciones para mejorar su posición en la política nacional.
A ello esperan llegar subidos a la ola de los primeros ministros de Italia, Giorgia Meloni, y Hungría, Viktor Orbán, principales líderes de la ultraderecha europea, junto a la francesa Marine Le Pen, que podría ganarle por primera vez unos comicios a Emmanuel Macron.
Vox solo ve dos opciones en estas urnas: los socialistas "que reciben el aplauso de Hamás y de los talibanes de Irán" o los "patriotas, conservadores e identitarios" de su partido que han elevado su discurso contra de la inmigración ilegal ―"menos moros que violan y más muros", clama Abascal en sus mítines―.
Pero también a Vox le ha salido un nuevo competidor por la ultraderecha, el agitador Alvise Pérez, que con su 'Se acabó la fiesta' puede obtener representación en el Parlamento Europeo, según el promedio de DatosRTVE.
PP y Vox han obviado esta propuesta durante la campaña, no así el presidente del Gobierno, que ha dicho: "¿Conocéis a las matrioskas? Esas muñecas rusas que las abres y contienen otra dentro. En la muñeca de Feijóo aparece el Vox de Abascal y ahora, según las encuestas, en la muñeca de Abascal aparece el inframundo de Alvise".
Podemos vuelve donde empezó y pelea por primera vez con Sumar
No corren buenos tiempos electorales ni para Podemos ni para Sumar que, en estas elecciones europeas, buscan despegar desde posiciones y trayectorias diferentes. En el caso de Podemos vuelven a las urnas que hace justo diez años les colocaron en el mapa político español con cinco eurodiputados entre los que se encontraba Pablo Iglesias. Una década después y tras pasar de 71 diputados en el Congreso a tan solo cuatro en el Grupo Mixto, cayendo a la irrelevancia política en prácticamente todo el país, la formación 'morada' se agarra ahora a quien considera su "mayor activo político", la exministra de Igualdad, Irene Montero, que busca relanzar al partido "peleando" desde el Parlamento Europeo. Erigiéndose como la "verdadera izquierda transformadora", Montero acude a las urnas al grito de "sí, se puede" y "no a la guerra". Podemos tiene actualmente seis representantes en la Eurocámara.
Sumar, por su parte, acude a las elecciones europeas por primera vez y espera cambiar su tendencia bajista, confirmada en sus primeras elecciones autonómicas de este año ―Galicia, País Vasco y Cataluña― y en las pasadas generales que confirmaron el espacio menguante a la izquierda del PSOE. Tal y como antes hacía Podemos, han basado su campaña en venderse como la "parte necesaria" que arranca los mayores avances sociales dentro del Gobierno de coalición.
Por primera vez Podemos y Sumar se enfrentan en toda España ya que en las pasadas elecciones generales fueron juntos, aunque no bien avenidos, para posteriormente firman un divorcio que no sorprendió a nadie.
Mientras Podemos ha apostado por una de las candidatas más conocidas de estas elecciones, Sumar ha elegido a Estrella Galán, una candidata prácticamente desconocida, que ha estado al frente de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) hasta que fue fichada por Yolanda Díaz.
La fragmentación del voto en la izquierda seguirá siendo, por tanto, una de las dificultades con las que tienen que lidiar estas formaciones con un electorado muy similar y que puja por ver quien se lleva el gato al agua en forma de sufragios.
Ambos partidos han insistido en el contexto específico de las europeas que hace que todo el voto cuente y no sea necesario el voto útil, que en este espacio, suele llevárselo el PSOE, pero la campaña se ha desarrollado en un ambiente de completa polarización como un pulso entre Sánchez y Feijóo que está por ver si perjudica a Podemos y a Sumar.
La de Cs contra sí mismo y otras batallas
Ciudadanos parte en estas elecciones desde la tercera posición con ocho eurodiputados y se asoma al abismo de la muerte definitiva tras su debacle en todas y cada de las citas electorales de los últimos tiempos. Su candidato, Jordi Cañas, pide la confianza a los fieles para que las europeas sean el revulsivo para el "renacimiento" del partido, pero las encuestas le auguran el peor de los resultados.
Aún quedan más batallas en estas elecciones. Aún sin resolver la gobernabilidad en Cataluña ―cuestión que volverá a ocupar todo el protagonismo en la vida política española cuando pasen estos comicios― Junts y ERC se vuelven a medir, pero de forma diferente, ya que los republicanos, en medio de una crisis interna por los malos resultados el 12M, concurren ahora dentro de la coalición Ahora Repúblicas junto a EH Bildu, BNG y Ahora Mès.
Aunque esa unión de partidos hace que los resultados no se puedan comparar, en Cataluña se mirará quién gana esta vez la contienda: si los republicanos, con la eurodiputada Ana Riba, o Junts UE, que concurre con Toni Comín, la mano derecha de Carles Puigdemont, que ha pedido un "voto táctico" para seguir dando "dolor de barriga" en Europa.
Y, mirando al País Vasco, si EH Bildu compite dentro de Ahora Repúblicas, el PNV lidera Coalición por una Europa Solidaria (CEUS), en la que tiene como socio principal, al igual que en 2019 y desde que Junts decidió ir en solitario, a Coalición Canaria, además de Geroa Bai (la coalición navarra en la que está integrada el PNV) y el minoritario PI de Baleares. El objetivo es mantener el escaño con Oihane Agirregoitia.
¿A qué grupo europeo va cada partido español?
Dentro del Parlamento europeo, los eurodiputados se agrupan según su ideología.
Actualmente existen siete grupos (ordenados de mayor a menor según número de eurodiputados) y dónde se encuadran los partidos españoles:
- Grupo del Partido Popular Europeo (demócrata-cristiano). A este grupo pertenece el PP.
- Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo (socialdemócrata). En este grupo se enmarca el PSOE.
- Renew Europe Group (liberales, centro). A él pertenecen los eurodiputados de Ciudadanos.
- Grupo de los Verdes/Alianza Libre Europea (ecologista). Aquí se encuadran actualmente los representantes de BNG y ERC.
- Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (derecha y extrema derecha, y contrarios a profundizar la Unión). A él pertenecen los representantes de Vox.
- Grupo Identidad y Democracia (extrema derecha, eurófobos).
- Grupo de La Izquierda en el Parlamento Europeo (izquierda). Aquí se integran los actuales eurodiputados de Podemos, Anticapitalistas e Izquierda Unida. Aquí se han encuadrado también en años anteriores los eurodiputados de EH Bildu.
- Los eurodiputados de Junts no están inscritos en ningún grupo.
A partir de las 23:00 de esta noche se conocerá el resultado del escrutinio y a partir de ahí con cuántos eurodiputados contarán los partidos españoles. Ese será el dato objetivo, el más subjetivo vendrá con las lecturas de las urnas.
Con el cierre de estas urnas se pondrá punto y final a un periodo el electoral de casi cuatro meses ininterrumpidos y se verá quién sale reforzado, quien debilitado y los movimientos en un tablero político cambiante en el que la estabilidad parece haberse esfumado para siempre.