Junts se impone al PSC y Josep Rull presidirá el Parlament catalán tras un acuerdo con ERC y CUP
- El soberanismo se une para desbancar a la candidata socialista, Sílvia Paneque, que solo ha contado con los votos de su partido
- La Mesa del Parlament retiene la mayoría independentista y tendrá representantes de Junts, ERC y PSC
El independentismo se ha apuntado un importante tanto en Cataluña, y lo ha hecho a costa del PSC. Josep Rull, de Junts, ha sido elegido este lunes como nuevo presidente del Parlament de Cataluña tras un acuerdo entre los tres principales partidos soberanistas, Junts, ERC y CUP. Rull, con 59 votos, se ha impuesto a los socialistas, cuya candidata, Sílvia Paneque, ha sido la segunda más votada, con 42 votos.
Las negociaciones por la Presidencia de la cámara influirán previsiblemente en las de la Presidencia de la Generalitat tras las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo. En estos comicios se impuso con claridad el PSC de Salvador Illa con 42 diputados, los mismos que han votado a Paneque, aunque Illa necesitará pactar para poder gobernar, y alcanzaría la mayoría absoluta con ERC y Comuns Sumar.
Rull, conseller durante el 'procés', fue condenado a diez años y medio de prisión por sedición, de los cuales estuvo tres en la cárcel, hasta que fue indultado en 2021. En estos comicios iba como número tres en la lista por Barcelona y sonó como candidato en lugar del expresident Carles Puigdemont, aunque finalmente fue este quien encabezó la candidatura.
En su primera intervención tras asumir el cargo, ha resaltado que "la democracia siempre vence", recordando él siguió la sesión constitutiva del Parlament en 2021 en prisión. "Aún hay hoy tres escaños vacíos, una anomalía que debemos ser capaces de reorientar", ha señalado, en referencia a los de Puigdemont, Lluís Puig (de Junts, y también huido de la Justicia), y Ruben Wagensberg, de ERC, quien se trasladó a Suiza ante la posibilidad de ser imputado en el caso Tsunami Democràtic.
El nuevo presidente de la cámara ha defendido que en el Parlament "se debe poder hablar de todo" y se ha comprometido a "defender los derechos de todos los diputados, sin la presión de cualquier otro poder público y sin la amenaza de ser privados de libertad". También se ha mostrado favorable a "construir puentes de manera infatigable".
La Mesa revalida la mayoría independentista
Junts mantiene así la presidencia del Parlament que ya venía ostentando desde el año pasado, en manos en ese momento de Anna Erra, que no ha optado a repetir. La Mesa tendrá de nuevo mayoría independentista, como viene ocurriendo desde la última década, marcada por el 'procés', ya que en virtud del acuerdo entre los partidos soberanistas estos tendrán cuatro representantes de los siete que integran el órgano de gobierno de la cámara. Son, además de Rull, Raquel Sans (ERC) como vicepresidenta primera y Juli Fernàndez (ERC) y Glòria Freixa (Junts) en dos de las secretarías. El resto de miembros serán David Pérez, de PSC, como vicepresidente segundo, y Judith Alcalá y Rosa Maria Ibarra, del mismo partido, como las otras dos secretarias.
ERC ha votado en blanco en la primera votación, en la que se requería mayoría absoluta, y ha optado por Rull en la segunda, en la que era suficiente con más 'síes' que 'noes'. También ha votado por Rull la CUP en segunda votación, permitiendo su elección. Por su parte, la candidata socialista no ha logrado más apoyos que los de su partido, ya que Comuns Sumar, PP y Vox han votado en blanco también, mientras que los dos diputados del partido soberanista de extrema derecha Aliança Catalana han emitido votos nulos.
Ahora, Rull dispondrá de diez días hábiles para abrir consultas con los líderes parlamentarios y proponer a un candidato a la investidura del próximo presidente de la Generalitat, que deberá celebrarse como muy tarde el 25 de junio y a la que aspiran Salvador Illa y Carles Puigdemont. Al tener ahora la manija, Junts puede dar prioridad a Puigdemont en el debate de investidura, al que también se postula Illa, aunque será a partir de ahora cuando empezarán de veras las negociaciones para la presidencia de la Generalitat, congeladas durante la campaña de las europeas celebradas este domingo.
ERC ha rechazado una oferta del PSC para presidir la cámara
El pacto entre las formaciones soberanistas se ha mantenido bajo llave hasta la misma constitución de la Mesa. En los días previos se había negociado otra opción, una "mesa antirrepresiva" apoyada también por Comuns Sumar y PSC. Estos partidos y la CUP eran partidarios de que la presidiera ERC, y sonaba el nombre de la exvicepresidenta Laura Vilagrà. En una rueda de prensa, la portavoz socialista, Alicia Romero, ha confirmado que su partido había ofrecido la Presidencia de la cámara a los republicanos y les ha reprochado haberse negado: "Ellos tendrán que explicar por qué no han aceptado esta propuesta". Romero ha reconocido que su estrategia "no ha salido bien" y ha cargado contra lo que considera "una mayoría de bloqueo": "No es una mayoría operativa ni con posibilidades de gobernar". En contraposición, "la respuesta es articular una mayoría progresista liderada por el PSC como nos mandató la ciudadanía", ha defendido.
Desde ERC han reconocido que han existido ofertas pero apuntan que han "priorizado" el hecho de "tener una mesa antirrepresiva que garantizara el derecho de todos los diputados exiliados y que en el Parlament se pueda hablar de todo, a que ERC tuviera la Presidencia". Su portavoz, Marta Vilalta, ha puesto el foco en una rueda de prensa en la "generosidad" de los republicanos para alcanzar una Mesa en la que pudieran votar los diputados "exiliados" como Wagensberg. También ha explicado que en la primera votación han votado en blanco para evitar "mostrar todas las cartas" y así evitar "operaciones rocambolescas" como la Manuel Valls en Barcelona, que arrebató la Alcaldía de la ciudad a su candidato en 2019.
Comuns Sumar ha lamentado que "ERC y la CUP hayan preferido que la Presidencia del Parlament la tenga un partido conservador y de derechas como Junts" en una cámara con mayoría de "izquierdas". Su portavoz, David Cid, ha señalado que han votado a la candidata del PSC para los puestos en la secretaría para así evitar que el PP obtuviera un puesto en la Mesa. La CUP, por su parte, ha criticado que "Junts no haya apoyado la Presidencia de ERC", lo que ha impedido "un acuerdo más amplio con Comuns", según han explicado.
Y desde su partido, Puigdemont le ha felicitado y se ha congratulado por un acuerdo conseguido "codo a codo y con discreción" con ERC y CUP. Por su parte, el secretario general del partido, Jordi Turull, quien también estuvo en prisión, ha recordado los "muchos momentos intensos compartidos en libertad y en la celda de la prisión por el amor y el compromiso con Cataluña".
Mientras, el PP ha calificado de "bochorno" que el PSC no se haya hecho con la Presidencia del Parlament a pesar de ser el partido más votado. "Ahora será el independentismo quien marque los tiempos de la investidura, poniendo las posibilidades de Salvador Illa cada vez más en entredicho y acercando las de Puigdemont", han señalado fuentes del partido en Cataluña.
Polémica por el voto telemático
Las negociaciones para la Mesa se han complicado además por la decisión del Tribunal Constitucional de anular el voto telemático del exconseller Lluís Puig (Junts), tras estimar el recurso interpuesto la pasada legislatura por el PSC contra los acuerdos de la Mesa de la Cámara que permitieron el voto telemático del político independentista. Esto ponía la pelota en el tejado de la Mesa de Edad, compuesta por el diputado más longevo —Agustí Colomines, de Junts— y los dos más jóvenes; Júlia Calvet, de Vox, y Mar Besses, de ERC.
Finalmente, la Mesa de Edad ha decidido aceptar, en virtud de su mayoría independentista y en contra del criterio del TC, los votos delegados de Puigdemont, Lluís Puig y Wagensberg —que se encuentra además con una baja médica—, permitiendo que los tres principales partidos independentistas tengan 59 votos. Los dos primeros han delegado su voto en el diputado de Junts Albert Batet y el tercero lo ha hecho en Marta Vilalta, y la decisión ha contado con el voto en contra de Calvet.
La decisión de que pudieran votar Puigdemont y Puig ha contado con protestas de PP y Vox en el pleno. Los segundos han anunciado que presentarán querellas por "desobediencia y prevaricación" a los dos miembros independentistas de la Mesa de Edad, "pasando olímpicamente del Tribunal Constitucional", según su portavoz, Joan Garriga. También el PP ha lamentado que Junts revalide la Presidencia "desafiando al TC y, por tanto, retomando el contexto de desobediencia institucional de hace siete años".
Anticipo de la negociación de la Generalitat
Aunque retiene la mayoría de la Mesa, el independentismo obtuvo el pasado 12M sus peores resultados en décadas, con 61 diputados sumando a Junts, ERC y CUP, lejos de la mayoría absoluta (que se sitúa en los 68), incluso si contaran con los dos diputados de Aliança Catalana. Con estos números no sería posible reeditar en principio un gobierno independentista como el que ha gobernado la comunidad, con distintas combinaciones, durante esta década de 'procés', pese a que sí que han logrado un acuerdo para la Mesa.
Puigdemont presiona a los republicanos para que no invistan a Illa. Estos no cierran la puerta a un pacto con el PSC, pero el precio que exigen pasa, en primer lugar, por acordar un modelo de financiación singular para Cataluña. Este lunes ERC ha incidido en que han "desvinculado" las negociaciones para constituir el Parlament de aquellas "que vengan después", mientras que los socialistas elevan la presión sobre el partido de Oriol Junqueras para que apuesten por "una mayoría progresista".
Las opciones de Puigdemont pasan por una carambola por ahora inverosímil, que consiste en recabar el apoyo de ERC y la CUP y, además, la abstención de los socialistas, un escenario que parece impensable, por lo que en Junts ya especulan con una posible repetición electoral en octubre.