La película 'Mariposas negras' pone rostros femeninos a la migración climática en el Festival de Annecy
- La película de David Baute se presentará en el festival francés este martes, 11 de junio
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Del 9 al 15 de junio se celebra el Festival de Annecy, el más importante de la animación y destacan tres películas españolas: Rock Bottom, de María Trénor, que participa en la sección oficial, El sueño de la sultana, de Isabel Herguera y Mariposas negras, de David Baute, ambas en la sección Contrechamp, donde el año pasado triunfó Robot Dreams.
Hemos entrevistado a David Baute, cineasta canario que ha dirigido los documentales Éxodo climático, La murga, ópera popular y Ella y director artístico de dos festivales de las islas: el FICMEC y el MiradasDoc, sobre esta esperada película que recoge los testimonios reales de tres mujeres obligadas a dejar sus hogares por el cambio climático.
“Entendemos -asegura el director-, que la gente esté un poco cansada de que les bombardeen todo el día con noticias sobre el cambio climático. Pero creo que, cuando se le pone rostro a ese problema, cuando ves que una mujer tiene que dejar todo, tiene que abandonar su cultura, a gran parte de su familia… para acabar perdiéndose en una gran ciudad donde malvive, donde acaba trabajando en la prostitución, donde los niños terminan solos y tirados en calles… creo que eso si conecta con nuestros sentimientos y puede hacer plantearnos nuestro comportamiento diario”.
“Porque -continúa- con nuestro comportamiento, con esa contaminación sin control, estamos generando graves problemas a muchas personas. Problemas que ahora nos parecen muy lejanos, pero que terminarán afectándonos. Y tenemos que empezar a tener conciencia de eso”.
“También nos dirigimos al público más joven -añade el realizador canario-, para que entienda la situación actual del planeta y pueda buscar fórmulas para mejorarla. Yo confío mucho en que la gente joven encuentre soluciones para esta deriva actual. Es normal que nos preocupemos de otros problemas que parecen más urgentes, pero si no tenemos planeta no tendremos futuro”.
En cuanto a estar en Annecy, David nos confiesa que: “Haber sido seleccionados entre más de 3.000 producciones de todo el mundo es increíble. Y creo que es un reconocimiento al trabajo, de más de ocho años, de todo un equipo. Un trabajo que ha tenido varias fases: investigación, desarrollo, diseño artístico, animación. Somos una producción modesta pero hemo logrado estar aquí entre la élite mundial”
Tres mujeres que lo pierden todo y se ven obligadas a emigrar
La película nos muestra como el cambio climático impacta en las vidas de Tanit, Valeria y Shaila, tres mujeres de puntos muy distintos del planeta, pero con algo en común: las tres lo pierden todo por el efecto del calentamiento global y se ven forzadas a migrar. res que lo pierden todo y tienen que emigrar.
Una película que se basa en los testimonios reales que David recogió para su documental Éxodo climático (2020). “Hicimos una investigación sobre lo que estaba originando el cambio climático en diferentes regiones del mundo. Empezando por Ghoramara, una isla de la India que ha quedado bajo la superficie por ese ascenso del nivel del ma. Seguimos por Turkana (Kenia), un pueblo que era un vergel donde había ríos y mucho pasto para los animales y ahora es un desierto donde ya no llueve. Y la tercera historia nos llevó a San Martín (Caribe), una pequeña isla donde los huracanes cada vez son más violentos, lo que ha obligado a muchas familias a irse de allí”.
“Seguimos a tres mujeres de esos lugares -continúa-, que tuvieron que abandonar sus hogares y su cultura, que acaba perdiéndose en las grandes ciudades a donde terminan recalando”.
“El problema es que había gran parte de la historia de esas mujeres que no podíamos contar con imágenes -añade David-, y por eso decidimos recurrir a la animación. Nuestra primera idea era combinar imágenes reales y animación 2D, pero acabamos usando solo animación que, combinada con la estupenda banda sonora, ha hecho de esta película algo muy especial. Pero no deja de ser un documental basado en testimonios reales. Y espero que sirva para que la gente se plantee un poco más la cuestión climática”.
Tanit, Valeria y Shaila
Preguntamos a David por qué, de entre todos los testimonios que recogieron, se quedaron con los de Tanit, Valeria y Shaila. “Hicimos una especie de casting para ver con qué familias iba a ser más fácil convivir y dialogar. Y, sobre todo, que se dejaran grabar, porque en determinadas culturas no es fácil.
“En el caso de Lobuin -añade David-, era una líder dentro del pueblo Turkana, a la que seguían las demás mujeres, y que tenía el poder de decidir cosas en una sociedad machista pero donde se la escuchaba y respetaba. En el caso de Soma, que perdió su cosecha por la subida del nivel del mar, ella y su madre llevaban el peso de la familia y decidían sobre todas las cuestiones que tenían que ver con el día a día, como fue la decisión de abandonar la isla de Ghoramara”.
“Y en el caso Valeria, en San Martín, ella fue también la que nos abrió la puerta de su casa y nos dejó grabar a sus hijos” -añade el cineasta-.
“Muchos países no reconocen las migraciones por el cambio climático”
David Baute asegura que, por ser canario, conoce el tema de las migraciones: “El pueblo canario siempre ha sido un pueblo emigrante, todos tenemos familiares que han emigrado. La mitad de mi familia emigró a Venezuela porque hubo un boom de emigración allí cuando en las Canarias básicamente no había ni comida. Esa gente luego mandaba dinero a Canarias y pudimos salir adelante”.
“Con el boom del turismo ahora nos toca el proceso inverso -continúa-. Porque Canarias ha desarrollado una industria turística que da mucho empleo, aunque un poco precario, pero hay mucha migración que viene aquí. Somos un lugar de idas y venidas”.
“Pero en los casos que recogemos en la película, esas migraciones son más complejas, porque se trata de personas que se van de su casa, de su país y lo pierden todo -añade el cineasta-. No pueden volver. No hay marcha atrás. Es un viaje solo de ida. Con la grave cuestión de que hay muchos países que no reconocen a este tipo de migrantes. Reconocen a los emigrantes por conflictos bélicos, por cuestiones políticas… Pero a los emigrantes climáticos no los reconocen en casi ningún país, por lo que viven un drama aún mayor”.
"Se acabarán perdiendo tradiciones y culturas"
Además, con estas migraciones forzosas, muchas pequeñas culturas corren el riesgo de desaparecer. “Es el caso de esa pequeña isla de Ghoramara, donde vivían 50.000 personas y ahora mismo quedan unas dos o tres mil en el centro de la isla, porque lo demás se ha ido inundando. Y los que quedan también tendrán que abandonarla dentro de cinco o diez años”.
“Y esa gente -continúa-, acabará perdida en medio de grandes ciudades como Calcuta, donde viven millones y millones de personas. Y pasa un poco igual con los Turkana, que es un pueblo más grande, pero la mayoría de su población ya ha emigrado a Kenia o Nairobi. Y su cultura se acaba diluyendo en las grandes ciudades”
“Y se acabarán perdiendo esas culturas, esas lenguas propias, esas tradiciones… lo que demuestra que la cuestión climática no es solo un problema de calentamiento, sino que hay problemas de fondo igual de importantes”.
De hecho, David Baute ya ha perdido el contacto con una de las protagonistas del documental: “A Tanit la hemos perdido la pista. Tratamos de seguirles el rastro a todas, con gente de producción que tenemos allí, pero es muy complicado con eso que comentaba de que acaban perdidas en las grandes ciudades. Pero seguimos intentando localizarla porque nos encantaría que pudiera verla”.
David destaca que, a pesar de que sea un documental, la labor de la guionista, Yaiza Berrocal, ha sido fundamental: “Es verdad que no podíamos aportar mucho desde la ficción, pero Yaiza también es novelista y sabe muy bien como estructurar las historias. Y ha conseguido generar un lenguaje narrativo y una estructura para que se entendieran bien a lo largo de la película. Además, se ha documentado mucho sobre estas tres mujeres y sobre lo que pasa en los lugares en los que vivían. Y luego, nos preocupaba mucho la línea ética, saber qué podíamos contar de todas las cuestiones con las que se sinceraron con nosotros. Y creo que Yaiza ha logrado que seamos un altavoz para los problemas que tienen ellas y otras mujeres en todo el mundo”.
Tras el estreno mundial en Annecy, David nos comenta que: “La idea es poder estrenar la película en España la última semana de octubre, que es la semana sobre el cambio climático. Pero la estrenaremos seguro en octubre o noviembre”.