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El PNV y el Partido Socialista de Euskadi cierran un preacuerdo de Gobierno de coalición

  • Según el acuerdo, las formaciones pretenden la consecución de las bases para elaborar un nuevo Pacto Estatutario
  • Los contenidos del preacuerdo programático han sido comunicados este lunes a las Ejecutivas de los dos partidos

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Vista general del Parlamento Vasco
Vista general del Parlamento Vasco

El PNV y el PSE han anunciado este lunes un "preacuerdo programático para la constitución de un Gobierno Vasco de coalición", reeditando así tras las recientes elecciones autonómicas la fórmula de gobernabilidad de la anterior legislatura. Entre los objetivos señalan un "nuevo pacto estatutario". 

Según han anunciado en un comunicado conjunto, las delegaciones negociadoras de ambas formaciones han alcanzado un preacuerdo sobre las 'Bases para el Acuerdo para avanzar en bienestar, progreso, autogobierno y la transformación de una Euskadi global'. 

Los contenidos de ese preacuerdo han sido comunicados este lunes a las ejecutivas de ambos partidos, como paso previo a la ratificación del Gobierno de coalición por parte de la Asamblea Nacional de EAJ-PNV y a la aprobación en consulta a la militancia por parte del PSE-EE.

Esas bases fijan cinco ejes de actuación: "Las personas en el centro"; "Modelo de crecimiento y bienestar"; "Transformación energética y sostenibilidad"; "Convivencia, Memoria y Derechos Humanos"; y "Crecer el autogobierno". 

Cinco ejes de actuación

En el primer eje, los objetivos fijados son, entre otros, garantizar la igualdad de oportunidades, impulsar un nuevo modelo de cuidados, analizar medidas de conciliación, aumentar las tasas de emancipación de la juventud, desarrollar la cohesión entre generaciones. También se busca promover la inclusión y respeto a todas las personas, independientemente de su origen, género, orientación sexual, discapacidad o cualquier "otra característica", y la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. 

El segundo eje fija como grandes metas reindustrializar Euskadi, impulsar un modelo de crecimiento económico que genere riqueza equitativa y empleos de calidad, promover la sostenibilidad como elemento de diferenciación y competitividad para las empresas, y proteger el primer sector como elemento clave de la economía vasca y factor de equilibrio territorial. 

En cuanto al tercer eje, fijan como objetivos convertir a Euskadi en agente fundamental en la lucha contra el cambio climático, liderar procesos de transición energética, mejorar los principales indicadores ambientales, impulsar la economía circular, y evitar nuevas expansiones urbanas que aumenten la "artificialización del territorio", entre otros. 

El cuarto eje pasa por "erradicar la aceptación social de la violencia como medio para resolver conflictos o imponer ideas", luchar contra la violencia machista, y defender la igualdad y la diversidad Lgtbiq+. 

En el último eje, hablan de "cumplimentar la transferencia a Euskadi del Autogobierno reconocido" y de "negociar y aprobar, tanto en Euskadi como con el Estado, el Autogobierno futuro". Para ello, trazan como prioridad un "nuevo pacto estatutario", su "compromiso de alcanzar un acuerdo lo más amplio posible, tanto en el seno de las instituciones vascas como en las Cortes Generales, para ser posteriormente ratificado por el pueblo vasco".

El PSOE tiene la llave de la gobernabilidad

El PNV ganó las elecciones en Euskadi el pasado 20 de abril, aunque ha empatado en escaños (27) con EH Bildu, que ha obtenido sus mejores resultados. El PSE-EE se quedó como tercera fuerza política con 12 escaños, lo que le da a los socialistas vascos la llave de la gobernabilidad.

Entre el PNV y el PSE-EE suman 39 escaños, uno más que la mayoría absoluta. El candidato jeltzale a lehendakari, Imanol Pradales, ya dijo tras la valoración de los resultados que esta era su opción prioritaria. 

El PP ganó un escaño, quedándose con siete y se convirtió en cuarta fuerza. Vox mantuvo su escaño por Álava y Sumar, por su parte, entró en el Parlamento con un escaño por la misma provincia. Elkarrekin-Podemos fue el gran perdedor: perdió sus seis escaños, desapareciendo así de la cámara vasca.