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El falso cura que habla en nombre de las clarisas de Belorado insiste en que ya no son católicas

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José Ceacero, miembro de la Pía Unión erigido en portavoz de las monjas: "No van a entregar las llaves"

Nuevo capítulo en el cisma de las clarisas de Belorado. Este lunes expiró el plazo dado por la Iglesia Católica para que las 15 religiosas que viven en el monasterio burgalés entregasen las llaves del inmueble al comisario pontificio nombrado por el Vaticano para administrar los bienes de la comunidad y resolver, atendiendo al derecho civil y eclesiástico, la situación de este grupo de mujeres que no hacen declaraciones a los medios informativos y sólo se comunican por su último perfil abierto en Instagram.

Aprovechando este vacío y sin que ninguna de las quince mujeres lo desmienta, el ex barman y falso cura José Ceacero, vinculado a la secta Pía Unión de san Pablo Apóstol, se ha vuelto a erigir como portavoz de las religiosas para confirmar que la comunidad ya no profesa el catolicismo porque "es una secta surgida en el Vaticano II".

Después de que ayer por la noche un programa de televisión nacional diese a conocer la falsedad en documentos notariales y fotografías con las que la Pía Unión se ha servido para embaucar a esta comunidad Ceacero no ha respondido a las preguntas de los periodistas que le rodeaban en las inmediaciones del monasterio. Se ha limitado a repetir el mismo mantra contra la Iglesia Católica a la que acusa de ser "la mayor secta del mundo y el mayor latrocinio de la historia".

El ex barman de Bilbao insiste en que las monjas ya han roto con el Vaticano cuando publicaron el "Manifiesto católico". Lo que no ha explicado es que este documento sólo lleva la firma de la ex abadesa y que no ha sido votado en un capítulo local por todas las monjas con votos solemnes después de haberlo leído. Algo que invalida la excomunión de todas las religiosas, un acto que, desde el arzobispado de Burgos, recuerdan que es individual. Para ello es necesario escuchar a cada una de las quince monjas, por separado, para certificar su situación y proceder a la excomunión.

Preguntado por las consecuencias canónicas y civiles que puede acarrear la excomunión de cada monja, Ceacero asegura que "son conscientes de eso y de muchas cosas más, por eso han dado el paso". El falso sacerdote ha terminado su declaración ante los medios respondiendo sobre la propiedad de los monasterios de Derio, Orduña y Belorado "tendrá que decirlo un juez".

Otra vez la Guardia Civil 

Las monjas clarisas han vuelto a reclamar la presencia de la Guardia Civil este martes. Según fuentes policiales, las religiosas han reclamado la presencia de las fuerzas del orden porque algunos medios han intentado grabar el interior del Monasterio.

Varios agentes se han personado en el convento tras ser reclamados por las monjas que allí habitan ya que, según han relatado, se estaba intentando grabar el interior del Monasterio por parte de algunos medios. 

Los agentes han comprobado que las monjas estaban bien tras mantener una pequeña entrevista con ellas, tras lo que los guardias civiles han abandonado las dependencias monacales. 

La disputa inmobiliaria

La Pía Unión de san Pablo Apóstol también ha acusado al Arzobispado de Burgos de intentar imponer el Derecho Canónico para disolver la comunidad religiosa a través de la excomunión y quedarse con los conventos. Por eso las monjas no han entregado las llaves ni tampoco se presentarán ante el Tribunal Eclesiástico.

Ceacero declaraba el lunes que las clarisas no reconocen la autoridad del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, por lo que no van a atender a ninguno de los requerimientos que formalmente les hizo el pasado 6 de junio con los requerimientos notariales eclesiásticos.

“No van a entregar las llaves y menos con un requerimiento canónico”, ha afirmado, en referencia a la petición de que entreguen una copia de las mismas a Iceta, nombrado comisario pontificio por la Santa Sede, lo que le da plenos poderes administrativos, patrimoniales y religiosos sobre la comunidad, según el Arzobispado.

Para Ceacero, Iceta está intentando imponer el Derecho Canónico por encima del Civil como única forma de quedarse con los monasterios de las monjas, inmuebles que están a nombre de la entidad jurídica que constituye la comunidad de religiosas, ha recordado, y no de la Iglesia católica. “Tiene que hacer valer el derecho canónico y, lo primero, es quitarse de en medio a la abadesa. Lo segundo, interrogar una por una a las monjas para que se ratifiquen en su posición y excomulgarlas una por una” porque no cabe una excomunión en grupo, ha aseverado.