Cultura abre la puerta a reclamar más de 5.000 bienes incautados en la Guerra Civil y la dictadura
- Los herederos, que puedan documentar la propiedad, podrán reclamar la devolución al Estado
- Cultura es el primer ministerio que publica el inventario y cumple con la Ley de Memoria Democrática
La República incautó bienes de interés artístico para salvaguardarlos temporalmente ante el avance del frente en la Guerra Civil. Acabada la contienda, la dictadura no tuvo ningún interés en devolvérselos a sus legítimos propietarios. Ahora el Ministerio de Cultura ha publicado un inventario en internet de 5.126 piezas, que permite reclamar a los herederos.
Como curiosidad, la cartera que dirige Ernest Urtasun no ha tenido que irse muy lejos, un cuadro incautado se conservaba en su propia sede, en la Casa de las Chimeneas.
"A partir de mañana, las personas que localicen un bien de su propiedad, lo podrán reclamar y lo estudiaremos caso por caso", ha explicado el ministro, que se ha mostrado "muy orgulloso" de ser el primer Ministerio que cumple con este requerimiento de la Ley 20/2022 del 19 de octubre, de Memoria Democrática.
Entre las obras, destacan un cartón al óleo de Sorolla (ver imagen), un relieve del Museo de Escultura de Valladolid o hermosas miniaturas del Museo del Romanticismo, además de joyas, vajillas, cerámicas, piezas textiles y ornamentos litúrgicos, así como algunos cuadros, esculturas y mobiliario, cuyo origen ha sido documentado como procedente de las incautaciones.
Devolución a los propietarios
Urtasun ha justificado el tiempo transcurrido por la necesidad de contar con un informe de la abogacía del Estado que diera luz verde a la posibilidad de hacer las devoluciones. No se han dado detalles concretos, pero los herederos deberán aportar pruebas de su propiedad.
Las piezas inventariadas proceden de nueve museos estatales. En concreto, el Museo del Traje-Centro de Investigación del Patrimonio Etnológico, el Museo Arqueológico Nacional, el Museo Nacional del Romanticismo y el Museo Nacional de Artes Decorativas, el Museo Nacional de Antropología, el Museo de América y el Museo Sorolla, en Madrid; el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí, en Valencia; y el Museo Nacional de Escultura, en Valladolid.
La investigación ha sido realizada por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes en las colecciones de los museos gestionados directamente por el Ministerio de Cultura.
La colección Weissberger
También se han identificado piezas de la colección Weissberger en el Museo de Artes Decorativas que fueron incautadas a este marchante de arte por el Tribunal de Responsabilidades Políticas. Aunque las obras le fueron devueltas una vez fue absuelto de los cargos, aún se conservan piezas que quedaron depositadas en el museo. Son los únicos fondos identificados que proceden de embargos realizados por la dictadura franquista.
Dentro del portal del Ministerio de Cultura, además del listado de bienes, se pueden encontrar las fichas de la mayoría de las piezas, un trabajo que continúa y está previsto que se complete en las próximas semanas.
Asimismo, también se ha procedido a la digitalización de los libros de inventario de la Junta del Tesoro Artístico que se pueden descargar en la web y a la descripción de la documentación custodiada en los Archivos Estatales, también accesible.
Además, el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) ha digitalizado la documentación de la Junta Delegada de Madrid republicana y del Servicio de Recuperación Artística, institución franquista encargada de devolver las incautaciones al finalizar la guerra. Libros de firmas, de actas o de inventario de la Junta pueden descargarse en la web creada para la ocasión, así como tener acceso a más documentación a través del catálogo digital del conocido como Archivo de la Guerra.
Legislación sobre las incautaciones
En la web se recoge, como complemento, una exhaustiva recopilación de la normativa relacionada con la incautación de bienes durante la Guerra Civil y la dictadura franquista.
Durante los primeros días de la sublevación militar, el gobierno de la República creó la Junta del Tesoro Artístico (JTA) para proteger de los saqueos y bombardeos los bienes culturales y almacenarlos en lugares seguros. A medida que las tropas de Franco fueron ganando terreno, crearon el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (SDPAN) que, al finalizar la guerra, debería haber devuelto las obras. Aquellos bienes que no volvieron a sus dueños acabaron depositados en distintas instituciones.
La investigación en las colecciones de los museos y los diferentes archivos que custodian documentación relativa al proceso de incautación durante la Guerra Civil, permite trazar el recorrido de las piezas desde su incautación hasta la actualidad, lo que facilitará la restitución a sus propietarios.