El Supremo de EE.UU. rechaza por unanimidad limitar el acceso a la píldora abortiva
- La decisión se produce dos años después de que la Corte Suprema pusiera fin al reconocimiento constitucional del aborto
- La píldora, llamada mifepristona, se utiliza en más del 60% de los abortos en EE.UU.
La Corte Suprema de Estados Unidos ha rechazado por unanimidad una reclamación procedente de grupos antiaborto y médicos para restringir el acceso a la píldora abortiva, lo que otorga una victoria a la Administración de Joe Biden tras sus esfuerzos por preservar el acceso al medicamento.
Dos años después de poner fin al reconocimiento constitucional del aborto, la decisión del tribunal de revertir las medidas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) en 2016 y 2021 facilitó la forma en que el medicamento, llamado mifepristona, se prescribe y distribuye. La píldora, que en su momento obtuvo la aprobación regulatoria de la FDA en 2000, se utiliza en más del 60% de los abortos en Estados Unidos.
La mifepristona se toma con otro medicamento llamado misoprostol. La FDA ha dicho que después de décadas de uso por millones de mujeres en los Estados Unidos y en todo el mundo, la mifepristona ha demostrado ser "extremadamente segura" y los estudios han demostrado que "los eventos adversos graves son extremadamente raros."
El tribunal ha dictaminado así que los demandantes carecían de la capacidad legal necesaria para continuar con el caso, pues requería demostrar que el medicamento había sido dañino de tal forma que pudiera ser rastreado por la FDA. Un fallo a favor podría haber amenazado a la autoridad reguladora de la FDA sobre la seguridad de los medicamentos.
El caso representa así otro frente en la batalla cada vez más intensa sobre el derecho al aborto en Estados Unidos. La Corte Suprema, que tiene una mayoría conservadora de seis a tres magistrados, anuló en 2022 el caso Roe contra Wade de 1973 que había legalizado el aborto en todo el país, lo que llevó a numerosos estados republicanos a promulgar leyes que prohibían o restringían drásticamente el procedimiento.
Biden, que busca un segundo mandato en las elecciones estadounidenses del 5 de noviembre, es un firme defensor del derecho al aborto, por lo que tanto su administración como los demócratas han tratado de hacer del derecho al aborto un tema central contra los republicanos antes de los comicios. De hecho, el presidente ha advertido este jueves de que la decisión del Supremo de mantener el acceso a la píldora abortiva no cambia el hecho de que hay que seguir peleando por los derechos reproductivos, amenazados por los republicanos.
Primer caso que cuestiona el criterio de la FDA
El caso de la mifepristona ha marcado la primera vez que un tribunal cuestiona la experiencia y el criterio de la FDA para restringir el acceso a un medicamento aprobado, según la administración de Biden.
Los demandantes habían argumentado que tenían los derechos legales adecuados para llevar a cabo la demanda debido a que "muchas veces son llamados a tratar complicaciones a causa del fármaco". Como respuesta, el Departamento de Justicia ha indicado que estas acusaciones se basaban en una cadena de acontecimientos inadmisiblemente especulativos.
El fiscal general estadounidense, Merrick Garland, se ha alegrado de que su acceso en el mercado no haya sido modificado: "Pero nuestro trabajo no acaba hoy. El Departamento [de Justicia] seguirá trabajando sin descanso para proteger y avanzar las libertades reproductivas bajo la ley federal", ha indicado.
A la oleada de reacciones se sumó el Centro Nacional de Derechos de la Mujer, cuya presidenta, Fatima Goss, ha admitido estar aliviada pero es consciente también de que los sistemas democráticos "están en peligro cuando los extremistas pueden impulsar casos sin fundamento y llenos de imprecisiones".
La disputa por la mifepristona no es el único caso de aborto que la Corte Suprema debe decidir durante estas elecciones presidenciales. También se espera que a finales de junio se pronuncie sobre la legalidad de la estricta prohibición del aborto en Idaho, respaldada por los republicanos, y que prohíbe interrumpir un embarazo incluso si es necesario para proteger la salud de una mujer embarazada que enfrenta una emergencia médica.