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Ni la afonía frena al 'Boss': Bruce Springsteen enciende Madrid con su legendaria trayectoria

  • El cantante y la E Street band han puesto en pie al Metropolitano en la primera de tres noches de concierto en la capital
  • El artista ha dedicado gran parte de las tres horas de concierto a recordar a los que ya se fueron

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Bruce Springsteen en Madrid: ni la afonía frena al 'Boss'
Bruce Springsteen durante su concierto en Madrid

"Hola Madrid, ¿estáis preparados?". Así finalizaban casi 20 minutos de espera en un estadio Metropolitano a rebosar de personas con camisetas que recordaban la cantidad de giras que Bruce Springsteen lleva a sus espaldas. Pintan canas tanto él como parte de su público, y, sin embargo, ambos lucen igual de entregados con el paso de los años. La de este miércoles era una cita especial porque suponía la vuelta al ruedo del Boss, que había cancelado sus últimos bolos en Europa por problemas vocales. El anuncio hizo saltar todas las alarmas para aquellos que llevaban mucho tiempo esperando esta noche (hacía ocho años que no tocaba en la capital) y que han respirado aliviados al verle sobre las tablas, todavía con restos de afonía en una voz que sonaba más ronca que de costumbre, pero convencidos enseguida de que, sin lugar a dudas, el de Nueva Jersey iba a mantener el tipo durante tres horas de un concierto que solo acababa de empezar.

Lonesome Day ha sido el pistoletazo de salida y el 'It's alright' del estribillo el primer canto colectivo (de muchos) de la velada. Y sin tiempo para digerirlo, le ha seguido No surrender, el primer tema de la noche del emblemático 'Born in the USA', el séptimo álbum de estudio del artista y el que le catapultó a la fama en 1984. “No retreat, baby, no surrender”, dice el estribillo de la canción del que fue su disco más vendido (30 millones de copias en todo el mundo). Cuarenta años más tarde, y a sus 74 primaveras, el de Nueva Jersey demuestra sobre el escenario que, al menos por ahora, ni retirada, ni rendición.

"Estoy vivo y estoy aquí solo", entonaba después Springsteen en Ghost, un homenaje a los que ya no están incluido en uno de sus últimos trabajos, 'Letter to you', y que marcaría la tónica de un concierto repleto de melancólicos guiños al pasado. Fue la muerte de George Theiss, miembro de la primera banda a la que perteneció el cantante, la que inspiró este disco, que hace referencia a otros eternos compañeros, como los fallecidos Clarence Clemons y Danni Federici, de la legendaria e impecable E Street Band, que le acompañaba esta noche sobre el escenario, como viene siendo habitual, con la complicidad y la sintonía propia de aquellos que llevan trabajando juntos toda una vida.

Por primera vez de muchas, el artista se ha acercado al público de las primeras filas, y ha animado al resto con un "Come on, Madrid" antes de pasarle el testigo a Jake Clemons, sobrino del saxofonista original de la banda, para su primer solo de saxofón. Después, en Two Hearts, y porque dos son mejor que uno, le ha acompañado al micrófono su guitarrista Steven Van Zandt (lo ha hecho más veces a lo largo de la noche) quizás para ocultar la pérdida de voz que, de vez en cuando, sacaba a relucir el cantante en las notas altas.

Poco después, y como ha venido haciendo en el resto de citas, Springsteen ha traído al escenario algunas rarezas nunca antes escuchadas en su actual gira. Las de este miércoles han sido Frankie fell in love, de su álbum High Hopes, y una versión de Rockin' all over the world; esta última, quizás, por petición de uno de esos fans de primera fila que sujetaba un cártel con ese título y al que ha enfocado la pantalla en mitad de la canción.

Era el primer directo de Sprinsgteen para Rita y Luis, que han ido junto a sus hijas, Alicia y Celia, dos adolescentes de 15 y 17 años "muy roqueras" y con muchas ganas de escuchar al Boss. "Nos da igual cuáles toque, nos gustan todas", aseguraban a RTVE.es. Un poco más exigente ha sido David, acompañado en su tercer concierto de Fernando y Ricardo, "amigos de toda la vida", unidos por la música de su artista favorito (esta noche lucían los tres la misma camiseta de una de sus giras) y por su pueblo, Terzaga (Guadalajara), al lado de Peralejos de las Truchas, la localidad conocida por su insistencia en invitar al cantante, todavía sin éxito. Por eso, mientras tanto, se conforman con verle en los estadios. Querían escuchar cualquiera de 'Born in the U.S.A', el álbum que les "enganchó" (deseo concedido) y Waiting in a Sunny Day (esta no pudo ser, quizás tengan que esperar a Peralejos).

No recomendado para menores de 7 años Los vecinos de Peralejos de las Truchas invitan a Springsteen a que actúe en su pueblo de Guadalajara
Transcripción completa

Mi hijo también ha mamado la música de Bruce

y nos juntamos generaciones distintas.

En 2012 Springsteen se fijó en uno de sus conciertos

en un cartel con el nombre de Peralejos de las Truchas.

A raíz de ahí le nombramos hijo adoptivo en 2014.

Le entregaron personalmente la placa,

se hermanaron con su pueblo natal

y tienen hasta un festival en su honor.

En 2023 impulsaron una campaña que se hizo viral,

a la que incluso se sumó la embajadora de Estados Unidos.

Siempre que Bruce Springsteen está de gira por España

aprovechan la ocasión para invitarle;

quizás estos días lo consigan.

"Bruce, ven a Peralejos".

Han sido los triunfadores

de lo primeros premios de la Academia de la Música.

Arde Bogotá se llevó seis de nueve nominaciones,

incluido el de artista del año.

Le siguió "La Plazuela", con cuatro distinciones.

Otros fueron para "C".

Tangana, que no asistió a la gala,

Iván Ferreiro o Silvia Pérez Cruz.

Israel Fernández consiguió dos galardones,

y uno fue para Maria José Llergo.

Una exposición de PhotoEspaña

explora los límites creativos de la Inteligencia Artificial.

Los vecinos de Peralejos de las Truchas invitan a Springsteen a que actúe en su pueblo de Guadalajara

Conexión con el público

Si algo define al 'Boss' es su sencillez y su cercanía al público, que después de cada paseo de su ídolo entre el escenario y las primeras filas, le espera impaciente sabiendo que habrá una siguiente vez. Muchos habían llegado horas antes del inicio concierto y, como es habitual, se habían enumerado por orden de llegada para evitar problemas a la entrada. Como cuenta a TVE David, uno de esos fans que ha asistido ya a una treintena de conciertos, lo más emocionante siempre llega "cuando él asoma, cuando estás en primera fila y le ves asomar, despacito".

Hungry Heart ha sido una de esas veces en las que Bruce ha vuelto a asomarse, dejando al público cantar los primeros versos, o lo que ha sonado a un 'Everybody's got a hungry heart' repetido muchas veces. En 'Promise land', se ha sumergido de nuevo entre la multitud tocando una armónica que no ha regresado después con él al escenario, ya que se ha quedado en las manos de una afortunada y eufórica fan que la ha recibido al final de la canción, sin saber muy bien cuál era el gesto adecuado para darle las gracias.

Cuando ya se había hecho de noche en Madrid, la inconfundible armónica ha marcado el inicio de The River, a juzgar por la reacción del público, una de las más esperadas de la noche. Quizás porque fue también una de las grandes ausentes en la parte de la gira que recorrió Estados Unidos. Después, tras una larga ovación en respuesta a un falsete sin rastro de ronquez, el artista y su banda han regalado Nightshift, una exquisita versión de The Commodores que forma parte de 'Only the strong survive', un álbum en el que el de Nueva Jersey se sale de su faceta de compositor para versionar a grandes artistas del soul que marcaron su juventud. 

Ni la afonía frena al 'Boss': Springsteen enciende Madrid con su legendaria trayectoria

Bruce Springsteen junto a su guitarrista Steven Van Zandt y su batería Max Weinberg Ricardo Rubio / Europa Press

Un canto a los que se fueron

Para presentar The last man standing, Bruce se ha remontado a su juventud, cuando una tarde de verano su amigo de la escuela George le animó para crear esa primera banda. "Duramos tres años", ha relatado el artista, para repetirlo después en un aplaudido español. "Muy bien", ha dicho después. "Cincuenta años más tarde, otra tarde verano, estaba sentado junto a su lecho de muerte, solo le quedaban unos días de vida", ha continuado, antes de dar comienzo a un canto a la nostalgia y al pasado en el que la leyenda sobre el escenario ha mostrado, de nuevo, su lado más humano. "En algún lugar profundo en el corazón de la multitud, ahora soy el último hombre que queda en pie".

Después de apuntar con su guitarra al cielo y tras haber puesto en pie a todo un estadio, Springsteen ha continuado con su repertorio, una treintena de canciones que apenas constituyen un resumen de su larga discografía y en el que muchos han echado en falta clásicos como el 'Born in the U.S.A' que dio nombre al conocido álbum.

Sí que han estado Backstreets, Wrecking Ball o The rising... y, entre tanto, unas cuantas visitas al público en las que incluso se ha apañado para firmar autógrafos. "Gracias, Madrid", ha dicho antes de marcharse junto a su banda, a sabiendas de que nadie iba a creerse ese falso amago de despedida.

A su regreso, en 'Land of hope and dreams', el cantante se ha dado la vuelta para rendirse a una banda que se ha lucido durante las tres horas de espectáculo. Después, el estadio se ha iluminado dejando ver una pista a rebosar que ha saltado al ritmo de Born to run, uno de los himnos más reconocidos de Springsteen. Después, Bobby Jean y Dancing in the Dark (esta vez sin que ninguna chica subiera al escenario a bailar) han marcado el inicio de una despedida a la que muchos querrían no haber asistido.

Ni la afonía frena al 'Boss': Springsteen enciende Madrid con su legendaria trayectoria

Springsteen junto a su saxofonista Jake Clemons y la violinista Soozie Tyrell

"Es hora de irse a casa", ha dicho Bruce, cuando todos sabíamos que, entonces sí, faltaba poco. '"No quiero irme a casa", ha respondido Van Zandt. "Preguntémosle a Max (Weinberg)", ha propuesto el cantante. "¿Casa? ¿Mi casa? ¡NO!", ha respondido el batería, esta vez en español. Y la E Street band, antes de irse, ha finalizado una ya empezada versión de Twist and Shout que ha puesto a bailar hasta a aquellos que más se resistían.

Ya sin más músicos que él sobre el escenario, un nostálgico Springsteen ha puesto el broche de oro a una noche dedicada a los que se fueron con I'll see you in my dreams. "La muerte no es el final, porque os veré en mis sueños", ha recitado ante un público que se ha ido de allí con la certeza de que el concierto de esta noche se colaría de vez en cuando en los suyos. "Gracias, Madrid. Estaremos de vuelta el viernes", y es que, al 'Boss' aún le quedan dos citas más en la capital para deleitar a los afortunados asistentes.