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Miles de personas protestan en Francia contra la extrema derecha mientras la izquierda ofrece una imagen de unidad

  • "Tenemos que evitar esta catástrofe organizada por Macron y Le Pen", ha dicho Sophie Binet, secretaria general de la CGT
  • El Frente Popular está formado por La Francia Insumisa, el Partido Socialista, los Ecologistas y el Partido Comunista

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Decenas de miles de personas se manifiestan en Francia contra la extrema derecha

Miles de personas han salido a las calles de Francia para protestar contra la extrema derecha una vez constituida la coalición de izquierdas bajo el nombre de Frente Popular para las elecciones legislativas del 30 de junio y del 7 de julio.

Según la Policía, las marchas han reunido a 250.000 manifestantes en todo el país, 75.000 en París, mientras que la Confederación General del Trabajo (CGT), uno de los cinco sindicatos convocantes, ha cifrado la asistencia en 640.000 personas en toda Francia y un cuarto de millón en la capital.

Los altercados durante el recorrido en París, entre la plaza de la República y la de la Nación, han sido de poca magnitud, ha destacado el portavoz de la Prefectura de Policía. Fuera de la capital, una de las marchas más nutridas ha sido la de Marsella, donde han acudido 12.000 personas, según la Policía.

"Tenemos que evitar esta catástrofe organizada por Emmanuel Macron y Marine Le Pen", ha subrayado Sophie Binet, secretaria general de la CGT, uno de los cinco sindicatos que han convocado durante el fin de semana más de 200 manifestaciones en todo el país.

Binet, que ha ido en la cabecera de la marcha de París ha mostrado su esperanza porque "desde el lunes observamos una fuerte dinámica de unión", en alusión al Frente Popular formado por La Francia Insumisa (LFI), el Partido Socialista (PS), los Ecologistas y el Partido Comunista (PCF).

Un pulso entre el Frente Popular y la Agrupación Nacional de Le Pen

Los principales responsables políticos han ido por detrás, y entre ellos el primer secretario del PS, Olivier Faure, que ha repetido el argumento de que "sólo hay una fuerza que puede hacer frente a la Agrupación Nacional (RN, el partido de Marine Le Pen), y esa fuerza es el Frente Popular", porque los sondeos preludian el "hundimiento" del bloque 'macronista'.

Macron decidió convocar elecciones legislativas anticipadas el pasado domingo nada más anunciarse los resultados de las europeas en las que su partido, Renacimiento, obtuvo únicamente un 14,6% de los votos y sufrió una derrota humillante frente la RN, que recibió el 31,4% de los sufragios.

Los sondeos que se han realizado después preludian una nueva victoria —con más del 30% de los votos— del partido de Le Pen, que aspira a hacerse con el Gobierno y quiere que el primer ministro sea su presidente, Jordan Bardella, mientras en segunda posición iría el Frente Nacional con entre el 25% y el 28%. Renacimiento quedaría relegado al tercer puesto con menos del 20%.

Esta jornada para intentar movilizar al electorado llega cuando han surgido las primeras fricciones en el seno del recién creado Frente Popular al saberse que LFI ha excluido de la investidura a cinco de sus diputados salientes que se habían significado por sus encontronazos con el líder de este partido de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon.

Al mismo tiempo, esa formación ha investido de nuevo al diputado Adrien Quatennens, uno de los lugartenientes de Mélenchon, que en 2022 fue condenado a cuatro meses de cárcel exentos de cumplimiento por pegar a su mujer. Todo eso ha suscitado críticas de algunos miembros de LFI, pero también de otros responsables de la coalición de izquierdas.

En paralelo, el golpe de efecto del día ha sido el anuncio del antiguo presidente socialista François Hollande (estuvo en el Elíseo de 2012 a 2017) de que va a presentarse a las elecciones en nombre de su partido a un escaño de diputado en el departamento de Corrèze, que fue su feudo electoral. Hollande, que el jueves había dado su respaldo a la constitución del Frente Popular, desde Corrèze ha indicado que lo hace porque considera que "la situación es grave" porque "nunca la extrema derecha ha estado tan cerca" de llegar al poder desde el final de la Segunda Guerra Mundial.