El ministro de Exteriores de Estonia: "Putin no está interesado en una paz en condiciones justas"
- RNE entrevista al ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna
- La cumbre en Suiza por la paz, una conferencia sobre Ucrania que busca resolver un conflicto inagotable
- Directo: guerra en Ucrania
Estonia ha sido desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania uno de los países más decididos en el apoyo a Kiev, junto con Lituania y Letonia, los otros dos Estados bálticos abanderados de aumentar la aportación en defensa de toda Europa.
El gobierno estonio está representado al más alto nivel en la conferencia de paz para Ucrania que se celebra este fin de semana en Burgenstok, Suiza, con el objetivo de establecer un rumbo hacia una paz duradera, un primer paso, dice la parte ucraniana, para encontrar el camino para poner fin a la guerra. Una cumbre en la que no está Rusia, ni uno de sus principales aliados, China. Sobre ese encuentro Radio Nacional ha hablado con el ministro de Exteriores de Estonia, Margus Tshakna.
PREGUNTA: ¿Qué esperan de esta reunión en Suiza?
RESPUESTA: No creo en ningún tipo de conversaciones de paz, en el sentido estricto de encontrar la paz, porque Putin no está interesado en una paz en condiciones justas, es obvio. No debemos caer en esa situación en que no creemos en lo que estamos haciendo, porque debemos entender que la vida como era antes de la agresión de Rusia no regresará inmediatamente, y el precio, si no lidiamos con ello, será muy alto para todos nosotros, no solo para Estonia, Lituania y Letonia, sino para todos en Europa. En cualquier caso, es mejor reunirse y hablar que simplemente no hacer nada, pero no soy muy optimista acerca de que consigamos justicia para los ucranianos en esta conferencia, pero es un paso.
P: La cita en Suiza llega en un momento difícil en el frente, donde el Ejército del Kremlin ha conseguido algunos avances en el este y el noreste de Ucrania, tras meses de pausa en la ayuda militar estadounidense y con retrasos también el envío de sistemas de defensa antiaérea. ¿Es este un buen momento para abordar una cumbre de paz? ¿Cómo interpreta la ausencia de Rusia?
R: Para Rusia este no es el momento de participar, porque no quiere llegar a ningún tipo de paz, no quieren negociaciones... Quizá bajo las condiciones de que Ucrania lo pierda todo, pero eso no es de lo que vamos a hablar. Vamos a hablar de integridad territorial, de derecho internacional, del libre albedrío de los ucranianos para unirse a la OTAN, vamos a hablar de un modo de vida, de los estándares de la democracia, y lo que no estoy esperando es que haya algo diferente. Tenemos que centrarnos en el apoyo a Ucrania, tenemos que entender que Rusia está incumpliendo actualmente todas las leyes internacionales, que está atacando directamente a la carta de Naciones Unidas, que es mucho más amplia que los intereses de la OTAN o la Unión Europea, así que esta idea es la que se debe alcanzar durante la conferencia.
P: A lo largo de la guerra en Ucrania, el presidente Putin ha hablado en varias ocasiones de escalar en el conflicto y del posible uso de armas nucleares tácticas.
R: Por escalada no entiendo qué quiere decir Putin exactamente, si no hay escalada en estos momentos, si pensamos en cómo era la situación hace tres años... No sé qué quiere decir con escalada. Por supuesto hay una escalada nuclear, pero a nivel militar no cambiará nada si Putin utiliza armas nucleares tácticas. Políticamente se quedará fuera de juego, es una línea roja muy, muy grande para todos, así que no hay que temer eso, solo tenemos que actuar.
Una economía de guerra
P: La guerra y las sanciones occidentales están llevando a Rusia a construir una economía de guerra, aunque parece estar resistiendo las consecuencias del conflicto. A pesar de esas sanciones, y tras una primera reducción en 2022 y 2023, Europa ha aumentado las compras de gas ruso en un 23% durante el primer trimestre de este año, vía gasoducto, y un 14% como gas natural licuado. Hay países, como Austria, donde el 98% del gas que recibe viene de Rusia. ¿Cree que, a pesar de todo, las sanciones occidentales a Rusia están consiguiendo el objetivo que se esperaba?
R: En Estonia siempre hemos abogado por aumentar la presión, sobre las sanciones, sobre todos los diferentes niveles para empujar a Rusia de vuelta a Rusia, pero lo que vemos también es que Rusia tiene aliados, en el sentido de apoyarle. Muchos países apoyando militarmente... Irán y Corea del Norte lo hacen públicamente, China económicamente. Lo que vemos es que las sanciones están funcionando y haciendo su trabajo, porque el comercio entre la Unión Europea y Rusia ha caído más del 60%, pero en cualquier caso, Rusia no es una democracia.
P: Estonia es uno de los principales aliados del gobierno ucraniano y un inquebrantable socio militar y financiero para Kiev. A principios de este año, el pequeño Estado báltico, con apenas 1.400.000 habitantes, ha proporcionado a Ucrania ayuda militar por valor de unos 500 millones de euros, lo que supone más del 1,3% de su PIB. ¿Debería la Unión Europea centrarse en el apoyo militar a Kiev en lugar de aumentar unas sanciones económicas que, al final, en el caso de la energía, no terminan de implementarse?
R: Debemos presionar más a Rusia, aunque lo principal es apoyar a Ucrania, porque Ucrania está lista para hacer el trabajo. En lugar de los supuestos seis días del plan de Putin para la operación especial, ahora ya vamos hacia el tercer año de guerra, y hemos llegado al punto en que tenemos que decidir cuál es nuestro objetivo... Y el objetivo es empujar a Rusia de vuelta y ganar la guerra.
Ucrania nos está pidiendo armas, munición, está pidiendo nuestro apoyo político y debemos hacerlo, de momento, pero me gustar pensar de forma creativa. Cualquier cosa que debamos hacer, debemos estar listos para ello. Para todos nosotros es más eficiente y barato apoyar a los ucranianos. No tenemos que ir a Ucrania, no tenemos que enviar a nuestros jóvenes a pelear, porque Ucrania está lista para luchar por sí misma. Solo necesitan nuestro apoyo militar, nuestro dinero y, seamos honestos, Europa tiene dinero.