Las personas refugiadas aumentaron en 2023 hasta alcanzar los 110 millones de desplazados en el mundo
- Sus países de origen son principalmente Palestina, Siria, Afganistán, Ucrania, Venezuela y Sudán del Sur
- España es el tercer país de la UE en peticiones de asilo y el que menos concede, el 12 %
La cifra global de desplazamientos forzados ha continuado aumentando en 2023 hasta alcanzar los 110 millones de personas, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). La organización ha publicado el 22 Informe Anual de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que analiza la situación de las personas refugiadas en el mundo, en la Unión Europea y, principalmente, en España.
A mediados de 2023, existían en el mundo 110 millones de personas desplazadas por conflictos persistentes y emergentes, vulneraciones de derechos humanos, crisis económicas, ambientales y alimentarias, entre otras amenazas, afectando sobre todo a mujeres y menores.
Una cifra récord que, según los datos, probablemente aumentará por los acontecimientos violentos de los últimos meses del año, como la ofensiva militar israelí sobre Gaza, que ya ha desplazado al menos a 1,7 millones de personas, o la creciente inestabilidad sociopolítica que arrasa el Sahel.
En este sentido, Palestina, Siria, Afganistán, Ucrania, Venezuela y Sudán del Sur fueron los principales países de origen de las personas refugiadas en 2023. Y los países que acogieron a la mayoría de refugiados fueron Irán, Turquía, Alemania, Colombia, Pakistán y Uganda.
Otro año más, el 75 % de las personas desplazadas han sido acogidas en países con una renta económica media y baja.
El impacto del cambio climático, los desastres naturales y la degradación medioambiental han afectado en el aumento de los desplazamientos internos en países como Colombia, Somalia o República Democrática del Congo. Por ejemplo, en 2022 se alcanzó un récord de 32,6 millones de personas desplazadas internas por eventos relacionados con el clima.
La crisis ambiental global ha tenido impacto en estos desplazamientos, ya que el 76 % de esas personas se encuentra en los países más expuestos a los efectos adversos del cambio climático y la degradación ambiental.
Después de huir de conflictos, violaciones de derechos humanos y sufrir persecución, las personas desplazadas se enfrentan a sequías, inundaciones, temperaturas extremas o desastres naturales como los terremotos que sacudieron Libia y Marruecos.
La ruta del Mediterráneo central, la más mortífera
En 2023 aumentó un 54,5% el número de personas migrantes que llegaron a Europa de manera irregular. La mayoría de estas llegadas irregulares se realizaron por vía marítima, con Italia, España y Grecia como los principales destinos.
El riesgo de estas travesías se refleja en la elevada cifra de 4.064 personas que perdieron la vida o desaparecieron en 2023 en las rutas del Mediterráneo y el Atlántico, según datos de la OIM, siendo de esta manera la del Mediterráneo central la más mortífera.
A finales de 2023, la Unión Europea alcanzó un acuerdo con respecto al Pacto Europeo sobre Migración y Asilo que, según el informe, plantea graves riesgos en materia de protección, profundiza en un enfoque de externalización de fronteras y no avanza hacia una mayor solidaridad y el reparto equitativo de las responsabilidades compartidas entre los Estados miembros.
La organización denuncia que este pacto refuerza el control de las fronteras y se centra en impedir, por todos los medios, que las personas lleguen, y en expulsarlas lo más rápido posible.
En este sentido, respecto al número de solicitudes de protección internacional en la UE, también aumentó un 17% (1.129.800) respecto a las registradas en 2022, convirtiéndose así en la cifra más alta desde 2016.
Siria, Afganistán, Turquía, Venezuela y Colombia fueron las nacionalidades más representadas en estas solicitudes. Y Alemania, Francia, España e Italia fueron los principales países receptores y concentraron dos tercios del total de solicitudes en la UE.
España, tercer país de la UE en atender más solicitudes de asilo
España experimentó un aumento de solicitudes de protección internacional, una subida significativa del 37,3 % con respecto al año anterior. La tendencia creciente iniciada en el año 2012 se mantiene, excepto cuando fue interrumpida por los efectos de la pandemia de COVID-19.
Las principales nacionalidades que pedían asilo en España procedían de América Latina, como Venezuela, Colombia y Perú, con cerca del 80 % del total de solicitudes. La Comunidad de Madrid fue la principal receptora de solicitudes, seguida de Andalucía, Cataluña, Canarias y Galicia.
En los perfiles de las personas hubo un incremento de solicitudes presentadas por mujeres, así como de niños y niñas; estos últimos representaron el 19% del total.
De esta forma, España ha vuelto a ser el tercer país de la UE que atendió a un mayor número de solicitudes de asilo. No obstante, también ha sido el último país de la UE en materia de reconocimiento de la protección. Solo el 12 % de las 88.042 personas cuyo expediente se resolvió obtuvo protección internacional. Un porcentaje inferior al del año anterior y cada vez más alejado de la media europea, que se coloca en un 42 %.
Según el informe, la escasez y la imprevisibilidad de las citas previas para solicitar asilo han contribuido a la aparición de un mercado irregular de compraventa de citas, invisibilizando de esta manera las necesidades de protección y dejando indefensas a miles de personas durante un periodo de hasta nueve meses. La directora de CEAR, Mónica López, ha destacado que, de los países de la Unión Europea, España es el tercero que más peticiones recibió en 2023, solo por detrás de Alemania (351.510)y Francia (166.880), pero esto "contrasta" con su posición en cuanto a su tasa reconocimiento.
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Transcripción completa
Fue Suha la que nos propuso acompañarla hoy con su hijo pequeño
al colegio en Sevilla.
Es refugiada gazatí.
Este paseo cada mañana dice mucho de la vida que no tiene allí
y la que sí ha podido tener aquí.
En el mundo hay 120.000.000 de desplazados y hoy sólo
contamos una historia.
Suha llegó a España en 2019, con sus tres hijos.
Dos años de trámites para conseguir el asilo, y meses intentando también
traerse a sus padres.
No está siendo fácil.
España es, según la Comisión Española de Ayuda
al Refugiado, el tercer país que más solicitudes de asilo.
Recibe 163 000 en 2023, sólo por detrás de Francia y Alemania.
En concederlo estamos a la cola, con un 12 %.
Piden al gobierno aplicar criterios más flexibles a la hora de conceder
protección.
Cear ha llevado su informe hoy al Congreso en busca de voluntad
política para desbloquear miles de historias.
El Hierro y Tenerife: destinos principales en la Frontera Sur
De acuerdo a los datos presentados por CEAR, en 2023 aumentó el número de llegadas de personas migrantes a la Frontera Sur española, principalmente por vía marítima.
Aunque desde 2022 había disminución de llegadas, a partir de julio de 2023 se produjo una interrupción con la reactivación de la ruta canaria debido a las medidas migratorias aplicadas en Marruecos y el Sáhara Occidental. Siete de cada diez personas que llegaron a la frontera lo hicieron cruzando el Atlántico hacia las Islas Canarias.
Este crecimiento migratorio ha provocado una situación de emergencia humanitaria sin precedentes desde la conocida "crisis de los cayucos" del 2006, con una subida del 155% en las llegadas en comparación con el año anterior. Las personas desplazadas tenían a El Hierro y Tenerife como destinos principales, y salían sobre todo desde Senegal.
El informe explica que la respuesta institucional frente a la situación humanitaria se ha visto restringida por la falta de presupuesto y coordinación, a pesar de que se han implementado acciones excepcionales como la declaración de emergencia y la creación de nuevos centros de acogida en la península. Sin embargo, persistieron problemas como la identificación de personas fallecidas en el mar y la búsqueda de familiares desaparecidos.
Entre los retos para la acogida e inclusión social de las personas migrantes y refugiadas en España, destacan las dificultades para obtener una cita de asilo, empadronarse o abrir una cuenta bancaria, entre otros obstáculos que afectan a la falta de igualdad real en el acceso a los derechos de vivienda, empleo, sanidad o educación de estas personas.
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