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'Madama Butterfly' en el Teatro Real: una tragedia del turismo sexual con la hermosa música “azucarada” de Puccini

  • El Real acoge 19 funciones que se alejan del orientalismo y se centran en la crudeza de su trama

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'Madama Butterfly' en el Teatro Real
'Madama Butterfly', con la dirección de escena de Damiano Michieletto. Teatro Regio Torino

Con el ánimo triste, pero imperturbable, tengo que decirte que he sido linchado. Estos caníbales no escuchaban ni una nota de mi música”. El estreno de Madama Butterfly en Milán en 1904 dejó a Giacomo Puccini tan tocado que retiro su ópera para reescribirla en parte. Unificó el segundo y tercer acto y, en apenas cuatro años ya había viajado por todo el mundo, y se perfilaba ya como una de las cinco óperas más populares de la historia.

Al Teatro Real de Madrid llegó en 2007, con la soprano Rosina Storchio -la misma de la masacre de Milán- como Cio-Cio-San, la geisha engañada que vive la ilusión de un amor con Pinkerton, un teniente de la marina de los EE. UU. que solo ve en ella a una prostituta. 117 años después el Real vuelve a programar 19 funciones, bajo la dirección musical de Nicola Luisotti y la dirección de escena de Damiano Michieletto.

“El fracaso del estreno de Madama Butterfly no fue justo, pero fue esperado. La obra no estaba montada adecuadamente y en la partitura había algo que no funcionaba”, opina Luisotti. “La segunda parte era muy larga y la que funcionó fue la versión estrenada en Londres y París, que es la que realizamos aquí”.

Madama Butterfly plantea una divergencia de la que Puccini era plenamente consciente: un drama tremebundo envuelto en una música bella. “En una carta a su hermana, Puccini hablaba de que componía ‘música azucarada’ que no gustaba al público, pero que era incapaz de crear otra cosa”, recuerda Luisotti. “Es una música maravillosa sobre un drama horrible para todos los personajes”.

Un drama de turismo sexual y cinismo

Michieletto, el director de escena de un montaje estrenado en Turín, incide en esa vertiente trágica. “Cuando estrenamos este montaje fue un éxito, pero también controversia por la división entre público y crítica por el punto de vista de la historia. Hay una dosis de tragedia que he llevado al extremo sin deja de ser fiel. Desde los griegos y Shakespeare, la tragedia siempre tiene un punto de crueldad, y en esta obra es el sufrimiento de Butterfly por creer en ese matrimonio de pega. Es una historia de turismo sexual, y del cinismo de quien domina a la parte débil”.

Madama Butterfly, en el Teatro Regio Torino.

Madama Butterfly, en el Teatro Regio Torino.

El montaje traslada la acción a la actualidad y a China: la acción sucede en una cosmopolita Shanghái, pero los protagonistas siguen siendo una comunidad japonesa. Pero la esencia del espectáculo es la Madama Butterfly tradicional.

La soprano española Saioa Hernández será una de las cuatro Cio-Cio-San en las distintas funciones. “Una de las gratificaciones del papel es que está escrito de manera tan increíble que permite que sopranos de características muy diferentes puedan interpretarlo. La música de Puccini es tan increíble, que a veces pienso que no estoy cantando, sino actuando en una película”, dice.

La soprano vuelve a la tragedia de la obra. “Como público, solemos pensar que en la ópera tiene que haber una historia de amor, pero aquí hay poco: solo lo que está en la cabeza de ella. Hay una música edulcorada al máximo, pero no existe”. Y se moja en el misterio que envuelve a su final. “¿Se da cuenta o no? ¿Sigue con la esperanza y fe de que él va volver? Para mí, no se da cuenta, pero..”.

Las 19 funciones están dedicadas a Victoria de los Ángeles (1923-2005), la soprano española a la que el director artístico del Real, Joan Matabosch, considera “la soprano española más grande y una de las más cotizadas de su generación” y que, además de representar en numerosas ocasiones a Butterfly, “tiene dos grabaciones de los años 50 de la ópera antológicas”.