Cataluña suaviza las restricciones por la sequía para seis millones de personas

• La mejora del nivel de los embalses permitirá volver a regar parques y jardines
• Aumenta la dotación de agua para uso humano y también en agricultura, ganadería e industria

El pantano de Sau ya supera el 40% de su capacidad con las últimas lluvias EFE/ Siu Wu

Se alejan las restricciones del uso de agua en Cataluña de cara al verano. La Generalitat ha levantado este martes las medidas más estrictas en vigor hasta ahora en el sistema Ter-Llobregat, el que abastece a cerca de seis millones de personas del área metropolitana de Barcelona y parte de Girona.

Con las últimas lluvias y la subida del nivel de los embalses de las cuencas internas catalanas, que se sitúan en el 36,18%, el Gobierno autonómico ha decidido pasar de la actual fase de excepcionalidad a la de alerta en este sistema, o del semáforo naranja al amarillo, según el visor de sequía de este organismo.

La dotación de agua pasa de 230 a 250 litros por persona y día, lejos de los 200 litros a los que obligaba la fase de emergencia, la más estricta de las que se han puesto en marcha, y que estuvo en vigor entre febrero y principios de mayo, cuando el Ejecutivo catalán volvió a la fase de excepcionalidad.

También se permitirá volver a regar parques y jardines, y llenar piscinas con agua dulce, aunque con limitaciones. Además, los sectores de la agricultura, de la ganadería y la industria dispondrán de algo más de agua para sus diversos usos.

"Dejamos atrás la fase de excepcionalidad y pasamos a la de alerta", ha anunciado el conseller de Acción Climática en funciones de la Generalitat, David Mascort, junto con la portavoz del Govern en funciones, Patrícia Plaja, tras la reunión de la Comisión Interdepartamental de Sequía, que evalúa el estado de las unidades hídricas y las restricciones.